Para Irene Montero, ministra de Igualdad del Gobierno de España, ha sido imposible detener las críticas por la ley que ayudó a impulsar conocida popularmente como ley del “solo sí es sí”. Desde que se puso en práctica solo ha generado polémicas y problemas en vez de soluciones, ya que ha rebajado penas o ha concedido libertad a personas culpables de delitos sexuales. Posiblemente eso fue lo que la llevó a admitir su error.
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“Estoy dispuesta a ceder, a reformar la ley y a subir algunas penas”, dijo durante un acto de Podemos. No sin antes culpar a los jueces por “aplicar mal” una legislación que aún sigue empecinándose en catalogar como “buena”, y que en su opinión “responde al grito del movimiento feminista”. Es decir, si bien aceptó los errores de “solo sí es sí”, la ministra intenta mantenerse firme en un argumento al cual se le ven las costuras.
El número de violadores condenados que se han beneficiado de la reducción de penas aumenta con el pasar de los días. Según el conteo de Ok Diario, van 391 luego de que tribunales comenzaran a revisar condenas. Ejemplos hay varios, como el de Daniel Padial, condenado por 17 violaciones, quien volverá a las calles de España luego de que su pena se redujera de 15 años a nueve años y medio, a pesar de que los Servicios Penitenciarios alertaron que no está rehabilitado.
Irene Montero: “Yo sé que la ley está bien hecha pero estoy dispuesta a ceder y si es necesario, subir algunas penas”. 🤦🏻♂️
pic.twitter.com/5oUMC3b5Gg— Pedro Otamendi (@PedroOtamendi) February 4, 2023
Una ley con muchos errores
Montero dice que las críticas entorno a la iniciativa de “solo sí es sí”, llamada oficialmente Ley de Garantía de la Libertad Sexual, son culpa de «propaganda machista». Así, intenta excusar los errores con la legislación. Aunque lejos de aceptarlo, la ministra dijo en su alocución que se trata de una “ofensiva de sectores reaccionarios contra la ley” y que por eso “se hace cargo” del “dolor, del sufrimiento, de la preocupación de las víctimas y de quienes las acompañan, de sus abogadas, de sus familiares y también de la preocupación social”.
Lo que la ministra progresista hacía ver como beneficioso, al eliminar la presunción de inocencia del varón y priorizar el testimonio de la mujer, terminó siendo todo lo contrario como explicaron expertos a El Cronista. La nueva ley ha provocado que, en muchos casos, “el delito de agresión sexual absorba al de abuso sexual, lo que significa que un delito que hasta ahora recogía una conducta más grave incorpore una de menor gravedad, por lo que la horquilla penal también se ha ampliado para abarcar todo el abanico de comportamientos penados ahora como agresión sexual”.
Tan solo en Málaga, la Audiencia Provincial rebajó de seis años de prisión a tres años y medio la pena de un hombre condenado por violar a su sobrina de 14 años. En este sentido, la tormenta mediática incluso provocó que Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, se comprometiera a presentar ajustes para la ley de Montero y así dar solución “a esos efectos indeseados que se han producido”.