“Estoy aquí para asesinarla”, dijo Jaswant Singh Chail a los guardias del castillo de Windsor en la mañana de Navidad del año 2021. Estaba armado con una ballesta para asesinar a la reina Isabel II. Tras el episodio, este 3 de febrero se declaró culpable por delitos enmarcados en la Ley de Traición creada en 1842.
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Los cargos que le asignaron fueron posesión de un arma ofensiva, amenazas de muerte y un delito tipificado en dicha ley. Si hubiera logrado su cometido, el hombre de 21 años habría desencadenado el caos en la monarquía británica. De la reina Isabel II no solo dependía la imagen de la familia real —llena de escándalos recientes— sino asuntos económicos y diplomáticos como la poca estabilidad que le queda a la Mancomunidad de Naciones, compuesta por 54 países con distintos tipos de vínculos con Reino Unido.
Jaswant Singh Chail casi lo logra. En ese entonces, vestido de negro y con una máscara de metal, pudo ingresar a las zonas protegidas del castillo de Windsor, pero fue intervenido por agentes de la policía, convirtiéndose en la primera persona acusada de máxima traición desde 1981.
La sentencia no se conocerá sino hasta el 31 de marzo, pero su nombre se une al de Marcus Sarjeant por disparar balas de fogueo a la monarca hace 42 años. Él también fue procesado bajo la Ley de Traición de 1842.
Últimos escándalos
La familia real posiblemente se hubiera ido a pique si de forma abrupta la reina Isabel II hubiera sido asesinada. Aunque la monarquía hoy cumple un papel protocolar y no político, los escándalos que de allí salen tienen tanta repercusión que pueden hacer tambalear al país.
Por ejemplo, lo que ocurrió con el príncipe Andrew, duque de York, cuando fue acusado de abuso sexual. Su amistad con Jeffrey Epstein le salió caro cuando Virginia Giuffre contó cómo abusó de ella cuando tenía 17 años. Ese testimonio se hizo famoso gracias al documental de Netflix que narró la vida de Epstein y de su pareja, Ghislaine Maxwell, condenada a 20 años en una cárcel de Florida. Por eso, la reina Isabel II pagó millones en abogados, le quitó todos los títulos militares al duque de York, así como el uso oficial del título de “Alteza Real” y una vez más, mantuvo en pie la popularidad de la monarquía.
No menos escandalosas han sido las revelaciones del príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, que sacan a la luz las intimidades de una de las familias más famosas del mundo. Aunque ambos están publicando el grueso de su historia tras el fallecimiento de la reina, cuando ella estaba con vida parecían tener mayor recato. Con Carlos III, ahora siendo rey, las cosas cambiaron y hasta un libro publicado por el nieto de la reina removió viejas incomodidades.
Buscaba venganza
La historia de Jaswant Singh Chail no se trata solo de un hombre que llegó con una ballesta al castillo de Windsor. Detrás había una necesidad de venganza por la masacre de Amritsar de 1919, cuando el Ejército Indio Británico fue el responsable de la muerte de 379 manifestantes y de heridas a otros 1200.
Pasado un poco más del año del ataque, en el tribunal londinense de Old Bailey lo declararon culpable mientras este se conectaba por video desde el hospital psiquiátrico de máxima seguridad de Broadmoor. Tal como indició Daily Mail, el juez Jeremy Baker ordenó la producción de informes psiquiátricos para considerar si Chail debería ser enviado a prisión o a un hospital. Así se cierra un capítulo que pudo haber terminado con la muerte de la reina Isabel II antes de tiempo.