
Varios días de inéditas protestas están dejando en entredicho la fuerza del Estado comunista chino liderado por Xi Jinping. El motivo, es que tras meses de desmedidos encierros por la política “Covid Cero” los ciudadanos están saliendo a las calles para que se respeten sus derechos humanos y sus libertades individuales, ya que bajo las órdenes del régimen estos no pueden salir si se detectan pocos casos positivos dentro de alguna ciudad.
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Eso no les permitía ir a trabajar, recibir atención médica por cualquier dolencia y en algunos casos ni siquiera acceder a alimentos. Tal como ocurrió el pasado 25 de noviembre, cuando 10 personas padecieron las consecuencias: murieron dentro de un edificio en llamas ubicado en Urumqi, la capital de Xinjiang, porque según testigos, los bomberos tardaron en llegar debido a las medidas de confinamiento en esa ciudad.
Los resultados le están pegando directamente en el bolsillo a Xi Jinping. Los mercados chinos abrieron el lunes 28 de noviembre con pérdidas debido a la oleada de protestas en 16 lugares de todo el país, incluyendo Pekín, Wuhan y Shanghái. Por ejemplo, la Bolsa de Hong Kong tuvo un descenso de 3,55 % y la Bolsa de Shanghái perdía un 1,56 %, indicó la agencia EFE. En paralelo, el yuan caía un 0,72 % frente al dólar.
Con ese escenario, el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzó a ceder. En Pekín y Guangzhou las autoridades declararon que deben permitirse salidas esenciales. Por otro lado, el uso de objetos sólidos para encerrar o aislar áreas estaba “estrictamente prohibido”, al igual que el bloqueo de rutas de escape de incendios, mencionó South China Morning Post.
Rare nationwide protests have broken out in multiple cities in China. Many demonstrators expressed frustration over stringent Covid lockdowns, while others demanded freedom of speech and even the removal of China's leader, Xi Jinping. https://t.co/dT6CQepqAD pic.twitter.com/fj7vSDcMQ5
— The New York Times (@nytimes) November 27, 2022
Xi Jinping quiere proteger su capitalismo
Aunque desde la cúpula del PCCh renieguen públicamente de las manifestaciones contra la política “Covid Cero”, lo cierto es que saben que los ciudadanos están poniendo en jaque el modelo chino, fundamentalmente comunista en lo político y social, pero meramente capitalista en lo económico. Xi Jinping no está dispuesto a renunciar a esa dualidad porque le ha permitido posicionarse como segunda potencia mundial, solo por detrás de Estados Unidos. Y ya que su objetivo es obtener el primer lugar de esa lista, ahora comienza a flexibilizar los confinamientos, posiblemente para que no sigan afectando a los mercados chinos.
Wang Xiaoe, funcionario de la comisión de salud municipal de Pekín, informó que los servicios médicos no serán interrumpidos. Si las personas clausuradas necesitan salir para recibir algún tratamiento médico, les darán transporte. Además, los centros de salud no pueden negarles atención.
Sin duda eso marca un viraje en comparación a meses atrás cuando las personas gritaban desde los balcones tras semanas sin poder salir. Y tal parece que el PCCh escuchó luego de decenas de protestas. La nación que una vez estuvo bajo los preceptos comunistas de Mao Zedong se abrió años atrás al capitalismo, sin considerar que la represión podía quebrar y golpear sus aspiraciones económicas.
Es decir, los continuos ataques contra los derechos humanos está atentando contra ese status quo entre ambos modelos ideológicos. Sin embargo, dado que Xi está dando su brazo a torcer tras las señales negativas de los mercados chinos, no es difícil deducir por cuál se inclina para impulsar su planes expansionistas.
“Abajo el Partido Comunista”
Las protestas en varias ciudades del país están dejando un precedente incómodo para el régimen a la par de que hay reportes de dos periodistas detenidos. También demuestra que ni su aparato de vigilancia, ni la censura en internet conocida como el “Gran Cortafuegos”, confinamientos o la represión contra minorías son suficientes para silenciar a la ciudadanía.
En las calles de China se escuchan por estos días frases como “Abajo el Partido Comunista, abajo Xi Jinping”, “Se necesitan derechos humanos, se necesita libertad” o estrofas del himno chino referidas a la libertad. El incendio del edificio con la muerte de 10 personas más otros nueve heridos provocó que se produjeran vigilas en varias ciudades, incluyendo Hong Kong, con personas sosteniendo hojas en blanco, símbolo de su oposición a la censura.
Este 28 de noviembre China alcanzó un nuevo máximo de 40052 casos en un día, 90 % son asintomáticos. Solo 104 contagios fueron identificados como “graves”, según la Comisión Nacional de Sanidad. Una cifra pequeña comparado a los más de 1400 millones de habitantes chinos, pero que sirve al régimen para aplicar sus arbitrarios encierros. Mientras tanto, el resto del mundo dejó atrás los confinamientos.
Expertos exhortan al régimen a explicar cómo pretende llevar su gestión del coronavirus frente a las expectativas económicas. Dicen que si bien la prevención de epidemias es lo primero, si esto no resulta las autoridades deben asumir su responsabilidad. “Pero si la economía no va bien, no son tan responsables”, aseveró Yao Yang, profesor en la Universidad de Pekín.