El próximo 8 de noviembre Estados Unidos escogerá a todos los integrantes de la Cámara de Representantes, varios del Senado y gobernaciones en las elecciones intermedias. Será el termómetro para medir cuánta aceptación o rechazo está atravesando la Administración Biden más allá de las encuestas sobre la valoración de la gestión demócrata. Además, históricamente en las elecciones de medio término el partido del mandatario tiende a perder escaños.
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Luego de las elecciones que ocurrieron este año en América Latina, las de EE. UU. son las más importantes, ya que definirán no solo la política interna, sino la postura de Biden hacia el exterior, dependiendo de qué tanto músculo político demuestre frente al Partido Republicano.
Las elecciones anticipadas ya están en marcha. Los demócratas atraviesan un momento difícil debido a la alta inflación. Temas como el aborto o la ideología de género que tanto defendían, pasaron a segundo plano por asuntos más importantes como los altos precios de la gasolina, alimentos y otros rubros. Esa zanja en el discurso político es la que está sirviendo al Partido Republicano para tomar la delantera, y parece que le está funcionando.
Diez escaños de la Cámara de Representantes “confiablemente azules” se mueven ahora en dirección a los republicanos, según la firma de análisis The Cook Political Report. Dentro de ese número, dos bancadas en Nueva York pasaron de tener “inclinación demócrata” a ser “indecisas”. Una contienda en Oregón pasó de ser indecisa a “inclinarse por los republicanos”. Mientras que otras cinco pasaron de ser “probablemente demócratas” a “inclinación demócrata”.
NEW @CookPolitical House rating changes: 10 more blue state districts move in Republicans' direction, including #CA47 Rep. Katie Porter (D) from Lean D to Toss Up. Full analysis: https://t.co/ldqos2Pi8J pic.twitter.com/rD40MW6vdw
— Dave Wasserman (@Redistrict) November 1, 2022
Republicanos con ventaja
Como la anterior, varias proyecciones auguran lo que ocurrirá en las elecciones intermedias del 8 de noviembre. RealClearPolitics estima que de los 435 asientos de la Cámara de Representantes, estos quedarían con 228 para los republicanos y 174 para los demócratas, mientras que 33 continúan sin definir. En el Senado, si bien solo 35 escaños están en disputa, la estimación final indica que el total sería de 48 escaños republicanos, 43 demócratas y 7 indecisos. En paralelo, la cifra final de las gobernaciones quedarían en 24 para los republicanos y 14 para los demócratas, 12 todavía no se definen.
Otros sondeos, como el de Univisión Noticias, revela que el gobernador republicano Ron DeSantis y su compañero de partido, el senador Marco Rubio, son favoritos entre los electores latinos registrados en Florida. La tendencia es evidente desde hace meses y ahora esta encuesta lo reafirma.
En cifras, DeSantis cuenta con una amplia mayoría de la intención de voto de los cubano-estadounidenses (53 % contra 27 % de Charlie Crist), replicó EFE. Asimismo, tiene el respaldo de 44 % de los votantes de origen suramericano, contra el 43 % de demócratas. En Arizona los latinos ayudarían a los demócratas a mantener el control del Senado, según la cadena.
De manera que hay muchas proyecciones a solo una semana de las elecciones donde algo está claro: hay mucho descontento por la gestión de Biden y la alta inflación. Al respecto, los republicanos tienen una intención de voto de 46 % frente a 44 % para los demócratas, según The Wall Street Journal.
DeSantis, “el Trump encarnado”
Posiblemente el mandatario demócrata sabe que puede perder fuerza política en las elecciones del 8 de noviembre. Por eso apela a las amenazas y al populismo.
Desde Florida dijo que si los republicanos logran mayoría en el Congreso, la población perderá el Seguro Social, accesibilidad de precios en los medicamentos y el programa Medicare para adultos mayores. La retórica incluso llega a parecerse a la de voceros socialistas de América Latina, quienes chantajean a los electores con que perderán programas si votan por el candidato opositor. Lo han hecho en Argentina, Venezuela y otras naciones donde se niegan a soltar el poder.
También llamó a DeSantis el “Donald Trump encarnado”, otro argumento para intentar detener el peligro de perder la mayoría en ambas cámaras. Como una forma de impulsar a sus candidatos, el mandatario hará campaña en Nuevo México, California y Pensilvania.