
Otro crimen estremece a Irán. Esta vez se trata de Nika Shakarami, una joven de 17 años que salió a protestar por la muerte de Mahsa Amini. Su familia no supo más de ella hasta que hallaron su cuerpo en una morgue de Teherán. Sin embargo, las causas alrededor de este suceso son más confusas y eso está sirviendo a las autoridades para anunciar “investigaciones” y apartar cualquier sospecha en su contra.
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A Nika Shakarami su familia la halló luego de estar 10 días desaparecida. Según el relato de su tía, Atash Shakarami, recogido por BBC Persian, la joven salió el 20 de septiembre a apoyar las protestas contra la opresión del régimen. Llegada la noche, no se contactó más.
Según una amiga, Nika había hecho una publicación en Instagram donde se le veía quemando su velo al tiempo que aseguró estar siendo perseguida por agentes de seguridad. Además, Atash Shakarami detalló que cuando fueron a identificarla, no les permitieron ver su cuerpo, “solo su cara durante unos segundos”.
La joven forma parte del trágico saldo que están dejando las protestas en Irán, el cual se ubicaba hasta el 5 de octubre en 154 fallecidos, según la ONG Iran Human Rights. Aún así, eso no acalla las voces de la población especialmente en las escuelas, donde las estudiantes están quitando cuadros con imágenes de los líderes para reemplazarlas por frases alusivas a la libertad y derechos fundamentales inherentes a todo ser humano.
Lanzar más leña al fuego
Ante una ola de protestas incontenible y el evidente descontento tras años de represión, el régimen iraní parece apresurado por responder ante el crimen contra Nika Shakarami. Por eso el fiscal de Teherán anunció una investigación y la detención de ocho personas.
Supuestamente, a la adolescente la encontraron sin vida el 21 de septiembre en el patio trasero de una casa en la capital del país. La agencia de noticias Tasnim —al servicio del Estado— reseñó que la policía “vio imágenes de vigilancia de Shakarami entrando en un edificio adyacente sin estar claro cómo murió”. A su vez, rechazan que haya sido a manos de la policía. Los detenidos serían trabajadores del edificio mencionado.
Pero el escepticismo crece y su muerte “le está lanzando leña al fuego de las protestas” ya que “podría convertirse en otra Mahsa”, reportó Irán International. Asimismo, una emisora estatal transmitió presuntas confesiones forzadas del tío de la joven. Y es que la madre también aseguró que obligaron a toda la familia a “hacer concesiones” en sus testimonios. El crimen se vuelve más perturbador con el detalle de que Nika Shakarami tenía fracturas en nariz y cráneo. Su familia retiró el cuerpo, pero las autoridades lo habrían robado para enterrarlo en la aldea de Veysian, a 40 kilómetros.
Nika Shakarami, 17, was arrested during #IranProtests after burning her headscarf. After a week security forces delivered her dead body to her family w/ her nose fully smashed & her skull broken with multiple blows.
Outrage over her murder is now adding fuel to fire of protests. pic.twitter.com/kSv9kKkOCb— Iran International English (@IranIntl_En) October 6, 2022
Permiso para estudiar y trabajar
La muerte de Mahsa Amini no solo significó la pérdida de otra vida en medio del coercitivo modelo social sostenido por Alí Jamenei, denominado líder supremo del país. También se convirtió en el punto de partida de un movimiento que el régimen no puede contener. A pesar de que desde Occidente es poco y nada el pronunciamiento de grupos sociales que dicen ser “feministas”, las mujeres de Irán han conseguido apoyo desde Francia, España, Italia y otras naciones de parte de famosos o de personas que se acercan a las distintas embajadas.
Por ende, con la muerte de Nika Shakarami, es posible que tanto las manifestaciones como las retaliaciones aumenten. Las mujeres en Irán siguen sin tener voz por estar supeditadas a la voluntad de sus familiares hombres. Aún con la mayoría de edad, el Estado les obliga a pedir permiso para estudiar, solicitar su pasaporte o trabajar. Además, deben utilizar obligatoriamente el “hiyab”, el velo que hoy queman en las calles para exigir libertad.