Los barcos piratas —en su mayoría chinos— siguen haciendo de las suyas en aguas internacionales. Esta vez Argentina es una de sus mayores víctimas, ya que la pesca de calamar prácticamente se triplicó en solo cinco años, según un informe de Greenpeace. En ocasiones anteriores, organizaciones han denunciado este crimen que depreda a las especies marinas junto con documentos que revelan cómo China supera por mucho la cantidad de buques frente a otras flotas como la taiwanesa o la surcoreana.
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En este sentido, las alarmas se encienden específicamente en una zona denominada “Agujero azul”, fuera de las 200 millas que legalmente forman la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Argentina. Allí, los barcos cazan con sus redes la fauna para suplir la demanda de su mercado interno, y que muchas veces también terminan exportando. Si bien a finales de 2020 trascendió que unas 200 naves chinas circulaban por fuera de la ZEE de ese país, esta vez se dio a conocer el preocupante informe.
El esfuerzo de los barcos poteros (llamados así por dedicarse exclusivamente a la pesca del calamar) pasó de pescar durante 130.789 horas en 2017 a 354.367 horas para finales del primer semestre de 2022. Por otro lado, aquellos dedicados a la pesca de arrastre (mucho más dañina por arrasar con todo el lecho marino) pasaron de 58408 horas a 120.302 horas, mucho más del doble.
No obstante, el tema parece desvanecerse en medio de grises internacionales, mientras que los recursos cercanos al mar argentino merman a paso indiscriminado. Desde el Gobierno dicen poco y nada, más allá de la compra de algunas patrullas de la Armada argentina para monitoreo.
Blue Hole: New @Greenpeace report finds that squid fishing on the high seas off the coast of Argentina has tripled in just five years.
Much of the unregulated fishing is done by Chinese vessels. https://t.co/54GJf5W6YM pic.twitter.com/ibahJPTsyd
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) August 22, 2022
Aguas sin jurisdicción
La técnica de los barcos piratas ha sido denunciada una y otra vez. Estos, apagan sus radares para no ser detectados, modifican sus ubicaciones de GPS o cambian el número de identificación de los buques.
Su presencia no es ilegal en el pleno sentido de la palabra. Sin embargo, navegar a partir de la milla 201 frente a las costas deja por sentado que sí existe un aprovechamiento de recursos, quedando catalogada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés) como “pesca ilegal, no declarada y no reglamentada” (INDNR).
La especie de calamar “illex argentinus” es el preciado botín que buscan los barcos en su mayoría chinos frente a las costas de Argentina. Las cifras publicadas por Greenpeace guardan similitud con un informe de la organización Oceana que se publicó el año pasado. Allí se indica que unos 433 buques de bandera china pescaron durante 679.067 horas entre enero de 2018 y abril de 2021. Justo en la frontera de la ZEE argentina.
Aún así, la situación se encuentra en un vacío legal. No hay reglamentaciones dedicadas a las aguas por fuera de la jurisdicción de cada país y eso sirve al régimen chino para aprovecharse. El ciclo se completa con buques refrigerados que reciben la carga de los barcos pesqueros para llevarla a destino. Eso permite a los poteros permanecer más tiempo en aguas internacionales.
El más grande depredador
Ya que no hay transparencia sobre la actividad de barcos chinos frente a las costas de Argentina, tampoco exsite actualmente una manera de calcular la cantidad de capturas de las distintas especies, incluyendo tiburones por las preciadas aletas que se comercializan en el país asiático. No obstante, sí hay datos sobre lo que ocurre dentro de la ZEE para comparar.
Para el año en curso, en una temporada que terminó el 17 de junio de 2022, dentro de la ZEE, el total de horas de esfuerzo pesquero fue de 67328 horas por parte de la flota de bandera argentina, indicó Greenpeace en su informe. Asimismo, capturaron 146.600 toneladas de calamar. Esto supera por mucho las 354.367 horas de barcos extranjeros para finales del primer semestre de 2022.
Chile o las Islas Galápagos también han sentido de cerca la amenaza de estos barcos piratas. Por ejemplo, en julio de 2021 alrededor de 281 barcos chinos se ubicaron al sur del archipiélago ecuatoriano y patrimonio de la humanidad. No traspasaron los límites de la ZEE, pero eso no significa que el daño sea menor ya que muchas especies transitan la zona para llegar a ese destino.
El drama continúa sin que haya una manera de ejercer autoridad en aguas internacionales, ni pronunciamiento alguno por parte de una vocería oficial.