Declararse un territorio independiente de Estados Unidos es una posibilidad que están considerando ciudadanos de Texas, quienes ven cómo la economía, al igual que la política interna y externa, se desmoronan en manos de la actual Administración demócrata de Joe Biden.
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Por ese motivo, desde la Convención Republicana de Texas solicitaron a la Legislatura estatal que apruebe un proyecto de ley en el que se establezca un referndo para noviembre de 2023 con el fin de “determinar si este debe o no reafirmar su condición de nación independiente”.
Aunque proyectar a Texas como un territorio independiente pueda parecer osado, no sería la primera vez que se lleve a la práctica. Ya ocurrió en los años 1836 y 1861 con periodos de nueve años en ambas ocasiones. Para 1870 era nuevamente parte de Estados Unidos, luego de finalizada la Guerra Civil.
Actualmente, los republicanos defienden el derecho a decidir su propio futuro frente a un gobierno federal incompetente para resolver problemas. La inflación de junio volvió a marcar el índice más alto en 40 años, hay una profunda polarización política e ideológica y la crisis migratoria parece no tener coto. Justamente Texas es el estado más afectado en este último punto al ser frontera con México. Desde allí los números de cruce ilegales solo aumentan de acuerdo con el registro de las autoridades fronterizas. Mientras tanto, la encargada del problema, la vicepresidente Kamala Harris, anuncia ayudas económicas a países vecinos que no terminan resolviendo el problema de fondo.
Barreras legales
Pero el intento en Texas por declararse un país independiente enfrentará obstáculos. Medios como Texas Tribune indican que antes de que este territorio se reincorporara formalmente a la nación, “la Corte Suprema de los EE. UU. declaró que la secesión nunca había sido legal y que, incluso durante la rebelión, Texas seguía siendo un estado”.
En este sentido, el difunto juez de la Corte Suprema Antonin Scalia habia dicho en 2006 “si hubo alguna cuestión constitucional resuelta por la Guerra Civil, es que no existe el derecho a la secesión. Pero al nuevo nuevo pedido de la independencia de Texas lo apoyan casi medio millón de personas en el sitio web del Movimiento Nacionalista de ese estado. Así que en todo caso es la Legislatura la que debe decidir actuar”.
Cataluña y Escocia son los espejos internacionales donde Texas podría mirarse en el objetivo por convertirse en país independiente. Si bien es un escenario aún lejano, el pedido republicano asienta un precedente que deja ver el descontento hacia el gobierno federal, sobre todo pidiendo un referendo en 2023.