Clíver Alcalá Cordones, el exmilitar venezolano preso en una celda en Nueva York, podría ser el próximo en testificar ante la justicia colombiana sobre la senadora electa, Piedad Córdoba. El pedido ya está hecho a Estados Unidos y ahora solo resta conocer la respuesta para obtener posibles pistas sobre los presuntos negocios ilícitos de la aliada del candidato Gustavo Petro.
La jugada viene de la magistrada de la Corte Suprema, Cristina Lombana, luego de un viaje a España donde no hubo grandes avances respecto al testimonio del exjefe de Inteligencia del chavismo, Hugo el ‘Pollo’ Carvajal. En consecuencia, el siguiente en la lista es el exmilitar, quien espera su sentencia por narcotráfico.
Y es que el exfuncionario chavista sabe cómo funcionaban los negocios de la droga en Venezuela. Así lo confirmó el Departamento de Justicia de EE. UU. cuando ofreció una recompensa de 10 millones de dólares por su captura en el año 2020, ese aviso también incluyó al dictador Nicolás Maduro y otras figuras de la dictadura. Ese anuncio fue lo que detonó su propia entrega a las autoridades.
Son estos nexos los que ahora llevarán a Clíver Alcalá al estrado para declarar lo que sabe sobre Piedad Córdoba. La senadora electa no solo tiene un proceso abierto por su relación con el testaferro de Maduro, Álex Saab; también existe otro por sus vínculos con las FARC, y como es harto conocido, este grupo terrorista se vale del narcotráfico para afianzar sus operaciones en Venezuela y Colombia.
Las hipótesis de la magistrada
La carta de la magistrada Lombana detalla que el testimonio del exmilitar fue decretado como prueba en el proceso contra Córdoba el pasado 23 de marzo “para esclarecer los hechos por los cuales se adelanta investigación preliminar (…) delitos por establecer”, replicó RCN Radio.
Lombana busca probar los presuntos vínculos de Córdoba con las FARC “y en ese contexto con su apoyo para visibilizarse a nivel nacional e internacional junto a Venezuela con quienes mantenía relaciones directas (…) vínculo que utilizó para obtener recursos a través de gestiones ante la Comisión nacional de administración de divisas”.
Ese argumento remite directamente al término ‘farcpolítica’, usado para definir el modus operandi en conjunto con el grupo terrorista. Aquí, entra lo que denunció un exasesor de Córdoba hace unos meses, sobre el supuesto retraso de rehenes para impulsarla a la presidencia e impulsar un referendo Constitucional cuando Hugo Chávez aún vivía.
#NCInvestiga | El testigo contra Piedad Córdoba: según su exasesor, la liberación de los secuestrados fue parte de un ajedrez político para lanzar a la exsenadora a la presidencia e impulsar el referendo de Chávez (Parte 2) https://t.co/k1NhZsen6A pic.twitter.com/RxKxw9gZPj
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) February 14, 2022
La alta magistrada colombiana también presume que el dinero obtenido con esas operaciones financieras, “se utilizó: una parte para enriquecer ilegalmente a la investigada y a su círculo familiar y por otra, a la realización de diversos eventos de carácter político que buscaban que la investigada obtuviera una posición de poder privilegiada en Colombia”.
Los problemas de Córdoba
Lo que pase con el testimonio de Clíver Alcalá Cordones respecto a la senadora electa, Piedad Córdoba, es uno de sus tantos dolores de cabeza. Por otro lado, está la extradición de su hermano, Álvaro Fredy Córdoba que hace poco la justicia estadounidense solicitó formalmente por conspiración en el tráfico de cocaína y armas en alianzas con “disidencias” de las FARC.
Al escenario lo completa que a su hermana la descubrieron recientemente intentando ingresar un fajo de billetes a la cárcel de La Picota, en Colombia. Lugar que la exsenadora también ha visitado, no solo porque Álvaro Fredy Córdoba esté allí, sino para reunirse con al ‘Gordo Rufla’, un capo del narcotráfico.
Autoridades de EE. UU. estarían buscando comprobar ese y otros encuentros por un posible delito de obstrucción a la justicia de parte de Córdoba.