Hay un común denominador entre los mandatarios que apelan al autoritarismo como forma de gobierno y es que mientras imponen restricciones y amenazas a los ciudadanos de los países que dirigen, ellos se llenan los bolsillos hasta el tope. Pasa con el régimen venezolano de Nicolás Maduro, el cubano de Miguel Díaz-Canel e incluso con Kim-Jong-un, el dictador norcoreano.
Ellos, sus familiares o amigos disfrutan de los lujos que las personas comunes y corrientes tan solo pueden soñar. El hijo de Nicolás Maduro, apodado “Nicolasito”, bien podría contar cómo viaja a las paradisíaca playas de Tailandia sin límite de gastos. O Kim-Jong-un, quien tiene como plato favorito sopa de golondrina, ave que en 2017 se cotizaba a 2500 dólares el kilo en China.
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La fortuna de Vladímir Putin es otro ejemplo perfecto. Es casi un mito, poco se habla de ella y tampoco hay ningún papel para relacionarlo con lujosas mansiones y propiedades, pero varias informaciones han trascendido al respecto. Por eso las sanciones que Estados Unidos impuso a raíz de la guerra contra Ucrania no reflejan daños directos al bolsillo del mandatario. Supuestamente este se ha apoyado en otras personas y empresas para esconder sus millones. Como Arkady Rotenberg, amigo de la infancia de Putin considerado un oligarca ruso. Tiene una fortuna de uno 2900 millones de dólares, según Forbes y fue copropietario del grupo SGM, la principal empresa de construcción de gasoductos en Rusia.
El mega yate y el “Palacio de Putin”
Oficialmente el Kremlin asegura que Putin gana casi 140.000 dólares al año y tiene un pequeño apartamento. Pero el mega yate que se le atribuye no podría costearlo con ese salario. La nave tiene un costo estimado de 73 millones de libras esterlinas (más de 96 millones de dólares) y contiene lujos que rayan en la ficción.
El pasado 12 de febrero, justamente 12 días antes de la invasión ordenada contra Ucrania, el portal alemán Bild reportó que a la embarcación llamada Graceful la sacaron de un astillero de Alemania rumbo a Rusia, previendo futuras sanciones. Cuenta con una piscina cubierta que se puede transformar en una pista de baile, helipuerto y fastuosos acabados. Fotos del interior fueron difundidas por Daily Mail.
On board Putin's ??73million superyacht https://t.co/AfapZbLgeu via @MailOnline PUTIN SHIP PRIVATE WHILE HIS SOLDIERS DIED POOR
— John Lewis (@JohnLew81263270) March 16, 2022
Pero quizás la joya más representativa es un majestuoso palacio a orillas del mar Negro, valorado en 1370 millones de dólares reunidos a través de “la corrupción, el soborno y el robo”, según un documental del líder de la oposición rusa, Alexei Navalny. Tiene desde sala de cine hasta un salón de narguile. El historial de propietarios es complejo y no incluye a Putin, según The New York Times, pero fue justamente Arkady Rotenberg, su incondicional amigo quien en 2021 dijo ser el dueño de la propiedad.
Maria Pevchikh, jefa de investigaciones de la Fundación Anticorrupción de Navalny mencionó algo certero a CNN. “Se ve a sí mismo como un zar, como una especie de rey”.
Dueño del “Palacio de la Ópera” de Múnich
La fortuna total de Putin sería de unos 200.000 millones de dólares, según Bill Browder, un financiero estadounidense con entrada prohibida a Rusia desde 2005. En 2017 hizo esa afirmación que habría convertido al presidente ruso en el hombre más rico del mundo de ese año.
No son solo el súper yate y la mansión. La agencia EFE reseñó recientemente una investigación del medio alemán Bild sobre inmuebles de lujo en Alemania propiedad del mandatario. Por ejemplo, el “Palacio de la Ópera” de Múnich valorado en 300 millones de euros, así como el edificio que alberga el Hotel Sofitel, también en la capital bávara.
¿Cómo Putin oculta semejante fortuna? Posiblemente a través de entramados de empresas, paraísos fiscales y, por supuesto, oligarcas rusos. Una pasada revelación de los Papeles de Pandora indicó que el palacio muniqués estaba vinculado a una empresa fantasma con sede en las Islas Vírgenes. Los documentos también citaron a Svetlana Krivonogikh, una supuesta amante de Putin por ser propietaria de una sociedad ficticia llamada Brockville Development Ltd., que compró en 2003 un apartamento en Mónaco por 4,1 millones de dólares.
La familia en Suiza
Tampoco se habla de la familia de Putin. El tema es uno de sus secretos más preciados. Su supuesta pareja actual sería Alina Kabaeva, una exgimnasta rusa que en 2004 ganó el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas, con quien tendría cuatro hijos.
El mismo tabloide que filtró la información sobre el viaje del súper yate de Alemania reveló que se alojan en un lujoso chalet en los Alpes del Tesino, Suiza. Lejos de la masacre en Ucrania y de las detenciones de ciudadanos rusos que protestan contra la guerra. Nexta, un medio de comunicación bielorruso difundió el 15 de marzo una captura de la plataforma Change.org con una petición para expulsar a la familia de Putin de ese país.
Activists have created a petition to the #Swiss authorities to expel Putin's mistress, #Russian athlete Alina Kabaeva, from the country.
The petition has already been signed by 30,000 people. pic.twitter.com/d8yUTWMEOS
— NEXTA (@nexta_tv) March 15, 2022