El hipotético uso de armas químicas y biológicas se está convirtiendo en otro tema de discusión en medio de las tensiones por la invasión rusa a Ucrania. Este 11 de marzo, Moscú convocó a una reunión extraordinaria del Consejo de Seguridad de la ONU —la cual preside— para elevar sus acusaciones por presuntas “actividades militares biológicas de Estados Unidos en el territorio de Ucrania”.
Rusia había asegurado días atrás que tienen pruebas de una “eliminación de emergencia” de rastros relacionados con un supuesto programa biológico-militar. Según el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, empleados de esos laboratorios biológicos habrían informado sobre la destrucción el pasado 24 de febrero de patógenos particularmente peligrosos como la peste, el ántrax, la tularemia, el cólera y otras enfermedades mortales, replicó EFE.
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Es un argumento que se viene repitiendo desde el Kremlin “para tratar de justificar su nuevo ataque premeditado”, dijo la Casa Blanca. Las cosas se complican porque EE. UU. señala a Rusia de querer usar este tipo de armas en su ofensiva militar. Por eso, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió a Vladímir Putin que pagará “un alto precio” si usa armas químicas o biológicas en Ucrania y aseguró que Washington defenderá “cada pulgada” del territorio de los aliados de la OTAN. Un artículo de Infobae llama a esto la técnica comunicacional del “espejo revertido”. “Lo voy a hacer yo, pero te acuso de que lo vas a hacer tú. O que ya lo hiciste”.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, también se pronunció sobre las acusaciones de Moscú. “Sabes que es mentira, a lo mejor son tus planes”.
Zelenski niega que hayan desarrollado armas químicas en Ucrania y señala a Putin: "Sabes que es mentira, a lo mejor son tus planes" pic.twitter.com/o2GXHpIViQ
— EL MUNDO (@elmundoes) March 11, 2022
Antecedentes rusos de armas químicas
El mundo ya ha sido testigo en años anteriores de las atrocidades que causan las armas químicas. En la Segunda Guerra Mundial, tropas alemanas usaron el gas cloro para incapacitar enemigos, mientras que la Unión Soviética (URSS) usaba gas mostaza contra China; Italia lo usó en Etiopía entre 1935 y 1940 y como esos hay muchos otros casos.
Uno de los más recientes ocurrió en Siria. La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) había señalado al régimen de Bashar al Asad por utilizar gas sarín y cloro contra la población civil en 2017 y 2018. El resultado fue la suspensión del ese país dentro de la organización. Rusia, China e Irán votaron en contra.
En abril de 2017, equipos médicos y de rescate en Siria reportaron que unas 40 personas murieron por el efecto de químicos tóxicos en la ciudad de Duma. Afirmaron que fuerzas gubernamentales sirias lanzaron bombas llenas de agentes químicos, pero el gobierno de al Asad y su aliado clave, Rusia, afirmaban que el supuesto ataque fue falso, recordó BBC.
La gran pregunta es: ¿Cuántas y qué tipo de armas químicas tiene Rusia? El dato es desconocido porque ningún país lo revela. Pero cuando la OPAQ entró en vigencia en 1997 se pidió a sus integrantes destruir sus reservas para 2017. Rusia dijo que no podría hacerlo hasta 2022. Los temores que expresa EE. UU. tienen justificación.
¿A punto de cruzar la línea roja?
Boris Johnson, primer ministro del Reino Unido, no oculta su preocupación por un futuro uso de armas químicas. Dijo que Rusia está preparando una “historia falsa” para negar cualquier acusación y culpar a Occidente. James Heappey, ministro de las Fuerzas Armadas británicas, coincide.
Cuando se le preguntó si el uso de armas químicas podría cruzar una línea roja que provoque la intervención de la OTAN en Ucrania, dijo lo siguiente:
“No creo que sea útil llegar a un compromiso firme en este momento sobre dónde se encuentra esa línea roja, pero creo que el presidente Putin debe dejar muy claro que cuando otros países han usado armas químicas, ha provocado una respuesta internacional”.
Putin ya habría usado un arma termobárica, también conocida como «bomba de vacío», que absorbe oxígeno para generar una explosión de alta temperatura, según Oksana Markarova, embajadora de Ucrania en EE. UU.
El delito no ha sido confirmado por organizaciones de derechos humanos, pero estas sí comprobaron el uso de las letales bombas de racimo, prohibidas por la ONU desde 2008.