¿Qué pasa cuando en el empeño por cambiar el color de piel de personajes icónicos de la cultura pop, las grandes industrias se olvidan de lo verdaderamente importante? Y es que la transformación de la raza y de preferencia sexual se ha convertido en prioridad para empresas en Estados Unidos que buscan calar en un público que –como se ha comprobado– no es masivo. Aún así, estos cambios continúan. El problema, más allá de la imposición, es que otras prioridades quedan en el olvido.
Que los Indios de Cleveland, el equipo de beisbol estadounidense, cambiara su nombre a «Cleveland Guardians», es decir, Guardianes de Cleveland, solo demostró que se trató de una decisión superficial. Al día de hoy las comunidades originarias siguen exigiendo derechos como educación y preservación de su cultura.
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Otro ejemplo ocurrió en días recientes con un reclamo directo a Disney. El gigante de películas infantiles se esforzó por cambiar la imagen de la conocida princesa del cuento de Blancanieves, clásico de 1937, reemplazándola por una actriz latina. El argumento fue la “inclusión” que viene definiendo sus productos. Ante esto, Peter Dinklage, el premiado actor por recordados papeles en series como “Juego de Tronos”, puso en palabras el sentir de muchos que ven cómo se implementan cambios en el marco de la teoría crítica de la raza, obviando a comunidades con problemas reales.
El actor fue claro y tildó a Disney de “hipócrita”. Dijo sentirse “desconcertado” que desde la producción estuvieran felices de elegir a una actriz latina como Blancanieves pero todavía están contando la historia de ‘Blancanieves y los siete enanitos‘. Así, desmontó la supuesta integración que busca la industria del entretenimiento.
El actor #PeterDinklage dijo: "La decisión de Disney para elegir una actriz latina para ser #Blancanieves es un acto hipócrita y sorprende el querer ser progresistas por un lado y por el otro continuar contando la historia de los enanos". pic.twitter.com/5aRH6d7CmW
— Más Películas (@MsPelculas2) January 25, 2022
Progresista sí, inclusivo no tanto
Dinklage se cuestionó a sí mismo su papel en las artes escénicas y la repercusión de su imagen. “Supongo que no soy lo suficientemente ruidoso”, dijo al podcast “WTF With Marc Maron”. Sí, el actor tiene en su haber la participación en una película de Elfos (2003). Adicionalmente, sigue abogando por las personas que no alcanzan una estatura “estándar”.
“Eres progresista en un sentido, pero aún estás haciendo esa maldita historia retrógrada sobre siete enanos que viven juntos en una cueva, ¿Qué diablos estás haciendo?”.
Ciertamente, mantener la historia de los siete enanos en Blancanieves es contradictorio para la industria si se toma como referencia la moda “woke” que Disney busca seguir al pie de la letra. Sin obviar que algunos nombres de los personajes también serían “ofensivos” en la misma línea: Gruñón, Dormilón, Mocoso, Tontín, Feliz, Jefe y Tímido.
El cuestionamiento que se sigue manteniendo a este tipo de decisiones es si se ejecutan por simple mercadeo o por verdadero compromiso social. Barbie Mattel Inc. lo hizo en 2017 con su marca American Girl. Para elevar sus números frente al creciente uso de aparatos electrónicos en la población infantil, la empresa que solo vendía muñecas decidió comercializar una versión para niños.
Ahora, a Disney no le quedó otra opción que salir al paso tras las palabras del actor sobre los enanos de Blancanieves. Afirmó que está “adoptando un enfoque diferente” para su próxima adaptación y agregó lo siguiente:
“Para evitar reforzar los estereotipos de la película animada original, estamos adoptando un enfoque diferente con estos siete personajes y hemos estado consultando con miembros de la comunidad del enanismo”.
El verdadero reclamo
En EE. UU. existe Little People of America (LPA), una organización independiente que ofrece información y apoya a las personas con estatura más baja que el promedio. En sus convenciones anuales deja por sentado su forma de pensar sobre el trato que reciben.
“Realmente no nos gusta la palabra ‘enano'”, declaró Harry McDonald a The New York Times, a principios de la década de los 80. Luego de 26 años, las exigencias no han cambiado. Durante una Conferencia Nacional de la Gente Pequeña de América de 2009 presentaron un reclamo sobre el uso de esa palabra y pidieron no usarla en televisión ni radio.
En 2019 The Guardian siguió a una escritora llamada Cara Reedy que mostró realmente lo que significa tener estatura baja en EE. UU. y la exclusión que conlleva en una comunidad que los sigue discriminando. “Todavía nos tratan como menos que humanos”. Un reclamo que aún se mantiene.