La bandera de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ondea en el lado venezolano del río Arauca, sus aguas están divididas con Colombia, justo al límite del estado Apure. En ese territorio el año comenzó asediado por una nueva tanda de crímenes, atentados y unas 30 muertes a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La zona era históricamente controlada por este grupo terrorista que contrabandeaba petróleo. Sin embargo, “disidencias” de las FARC entraron luego en escena con la economía ilícita del narcotráfico. La lucha por el territorio se convirtió en un tema que ahora ocupa titulares. Es la explicación más simple del conflicto. Pero detrás hay todo un complot trasnacional donde participaría Rusia a través de armas y militares con el visto bueno de Nicolás Maduro.
Células que se desprenden de las FARC, como la Segunda Marquetalia, que es liderada por alias Iván Márquez, posee fusiles rusos. Fue él mismo quien los mostró en un video para pronunciarse en memoria del excomandante Manuel Marulanda. También ha habido enfrentamientos por el control de las armas, así como la supuesta existencia de militares del Kremlin en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Recientemente el Centro de Estudios para una Sociedad Libre y Segura (SFS, en inglés) difundió material audiovisual documentando la realidad que hoy cubre al departamento colombiano de Arauca. La premisa para iniciar con la investigación fue: “¿Por qué Maduro se está metiendo en la zona con tecnología avanzada de Rusia y de China?”.
Los beneficios para Maduro
Uno de los beneficios que reporta esta guerra para Maduro en la frontera es que “le da el perfecto pretexto para pedir y recibir más apoyo externo de Rusia, China e Irán”, explicó Joseph Humire en entrevista con PanAm Post luego de viajar hasta la zona en conflicto. El pasado 21 de marzo, en Apure, militares venezolanos fueron secuestrados, hubo familias desplazadas y asesinatos. Por lo tanto, esto daría la excusa al dictador: una supuesta defensa ante grupos que él mismo estaría promoviendo.
Otro beneficio es que el área entre Arauca y Apure es comercial. Funciona para el contrabando, según la investigación. “La línea de la frontera solo existe de forma legal, pero no en forma práctica, ni económica”. Los colombianos van, compran en Venezuela y revenden en Colombia, y viceversa. “Esa economía le favorece a Maduro, porque es la forma en que grupos ilícitos pueden entrar a Colombia con más fuerza”.
El componente simbólico
El material en cuestión muestra el puente internacional José Antonio Páez, vía que comunica las localidades de El Amparo en Venezuela, con Arauca en Colombia.
En vida, el dictador Hugo Chávez dejaba ver su odio por Páez, el general venezolano que da nombre al mencionado puente y quien lideró el movimiento que consiguió separar a Venezuela de la Gran Colombia de Simón Bolívar. Le llamaba “traidor”. Las diferencias terminaron por disolver la nación que no sobrevivió más de una década.
“Ahora vemos a Maduro de cierta forma tratando de reiniciar esta fusión de la Gran Colombia, pero con un destino chavista. Ya no es con ejércitos, sino con grupos ilícitos, cambiando las economías, sobornando a otros países y apostando a gobiernos socialistas. Si pensamos que tiene esa visión expansiva, es muy coherente que va a empezar en el lugar donde la Gran Colombia fracasó, entre Arauca y Apure”, explicó el experto en seguridad global.
Los beneficios para Putin
Hay una lección que debe aprender América Latina. Comprar armamento ruso trae consigo la necesidad de mantener tecnología y sistemas complejos que con el tiempo requieren presencia rusa, advirtió el experto. Es el pretexto para la llegada de más militares desde Moscú.
“Después de 2019 están llegando en más cantidad y ahora sabemos que es con un propósito estratégico de Putin, quien tiene una carta en Venezuela que la puede jugar durante negociaciones y altas tensiones internacionales por Ucrania”. Sin duda, agregó, es interesante cómo el complemento del armamento ruso juega en el campo geopolítico.
La batalla de Rusia no es convencional
“Si tenemos este concepto de expansión sobre Maduro y la habilidad de querer ampliar la revolución Bolivariana y empezar a conquistar terreno pero de una forma asimétrica, entonces no hay mejor asesor y socio que Rusia. Es el rey de hacer eso”, recordó Humire. Los ejemplos están en Kazajistán, Crimea, Bielorrusia y posiblemente Ucrania.
Hay otro factor a tener en cuenta: la amenaza que el gobierno de Putin lanzó contra EE. UU. sobre el envío de arsenal militar a Venezuela y Cuba que llevaría a una acción bélica. Algunos expertos han dicho que tal ataque sería costoso e inviable. Pero hay que contemplar esta forma de combate de Rusia.
“No digo que [una guerra convencional] sea imposible, pero creo que ni siquiera es el propósito. No nos tenemos que enfocar en eso. Lo que hace [Rusia] es que manda contratistas, armamento, sistemas electrónicos, campañas de desinformación. Pone en práctica una estrategia multidimensional porque el propósito es imponer su voluntad. Eso es la guerra, imponer tu voluntad sobre otro”.