Por un lado Estados Unidos está en un momento de tensiones con Rusia, por el otro, se enfrenta a una nueva amenaza de Irán. El Gobierno de Joe Biden debe hacer frente a estos retos, sumado a las preocupaciones internas que ya lo aquejan y la caída de su popularidad. Las relaciones diplomáticas que ha querido asentar el presidente Biden con sus homólogos a través de conversaciones no han tenido efectos positivos.
Una de las exigencias de Irán cuando el demócrata asumió el mandato fue el levantamiento de sanciones económicas. El mandatario negó hacerlo hasta que Teherán cumpliera los límites de almacenamiento y enriquecimiento de uranio establecidos en el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) de 2015. Pero al continuar las restricciones, el país se negó a dejar de manipular el mineral y siguió acercándose a la creación de una bomba nuclear (el uranio es el componente principal de la fórmula). No había solución.
Biden desechó la decisión del expresidente Donald Trump en 2018 de salir del acuerdo por considerarlo insuficiente y retomó las conversaciones. Pero ahora, lejos de solucionar el conflicto, estos empeoraron. Así, Teherán exhortó a EE. UU. a hacer funcionar el “plan A”, es decir, las reuniones. “Tal vez a Estados Unidos no le gustará el plan B de Irán”, vociferó el portavoz de Exteriores iraní, Said Jatibzade.
Analistas han advertido sobre los riesgos de volver al pacto nuclear, la falta de transparencia hacia los planes iraníes y los nexos de Teherán con grupos terroristas como Hezbollah. Pero Biden insiste, aunque en esa persistencia tampoco hay respuestas consensuadas.
Washington sigue culpando a Trump
Así lo dejó saber la portavoz del Gobierno estadounidense, Jen Psaki, a pesar de que el país va por la octava ronda de conversaciones en Viena junto a Francia, Reino Unido, Rusia, China, y Alemania. A juicio de la funcionaria, es responsabilidad del exmandatario que Irán esté cerca de crear una bomba. Sin embargo, Trump fue el primero en denunciar las debilidades del pacto nuclear.
“No es gracias al expresidente”, dijo Psaki respecto a algunos “avances” que pudieran haber ocurrido. También dijo que Trump, abandonó el tratado “prometiendo un acuerdo más fuerte que evitaría que Irán avanzara”, reseñó EFE.
Así, la Administración Biden pretende culpar a la gestión anterior en lugar de revisar y corregir el pacto nuclear. Se desconoce hasta ahora qué ha hecho el Gobierno estadounidense en pro de fortalecer el PAIC y evitar que Irán se arme con bombas de esa naturaleza. Según Psaki, Biden “no va a permitir que Irán posea un arma” de este tipo y señaló que el presidente ha pedido a su equipo que tenga preparadas “opciones” ante cómo sucedan los acontecimientos.
China también culpó a Trump y dijo que “Washington debería asumir su responsabilidad y corregir su error”.
El video del ataque iraní
Mientras lo anterior ocurre, Irán no disimula sus intenciones bélicas contra EE. UU. Recientemente el país controlado por Alí Jamenei (considerado su “líder supremo”), publicó un video titulado “La venganza definitiva”. En las imágenes creadas digitalmente, Donald Trump está en su casa de Mar-a-Lago cuando es atacado por un dron iraní.
El desenlace final no se muestra, pero las escenas sugieren que el expresidente fue asesinado. Fue una declaración violenta mientras que en Viena, Biden pretende llegar a un acuerdo “pacífico”. No se sabe cuándo falta para salvar el pacto. El secretario de Estado, Antony Blinken, asegura que restan algunas semanas, pero Irán no está de acuerdo y rechazó las “fechas límites artificiales” de Washington.
https://t.co/CrLpUB1Uvr publishes "one of selected works in Hero Campaign”
Named “Revenge Is Definite,” animation shows former U.S. Secretary of State Pompeo & President Trump being targeted by LAW and drone while playing golf at Mar-a-Lago referred to as "Trump's House" pic.twitter.com/zHS3ktGYKZ— Sobhan Hassanvand 📰 سبحان حسنوند (@Hassanvand) January 13, 2022