A partir del 11 de marzo de 2022 Gabriel Boric deberá demostrar su talante político como presidente de Chile. Como abreboca, las fisuras se dejaron ver ante el perfil moderado socialdemócrata que quiso vender rumbo a la segunda vuelta frente al republicano José Antonio Kast. Basta con revisar su expediente al apoyar a la dictadura venezolana, o recibir sus felicitaciones cuando se dieron a conocer los resultados del balotaje.
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El Grupo de Puebla, el bloque de los socialistas que representa la reconfiguración del Foro de Sao Paulo, también elevó su complacencia ante su elección. Todo esto ha generado preocupaciones que se transformaron en el desplome de los mercados y el alza récord del dólar el día siguiente de la segunda vuelta. Los mercados son escépticos y con razón, porque la política exterior del Boric es una de las grandes interrogantes.
De su primer discurso como presidente electo solo mencionó algunos puntos relativos al país. Anunció aumento de salarios, cambios en el sistema de pensiones, defendió la libertad de prensa y los derechos humanos, dijo que combatirá las desigualdades y que gobernará para “todos”. El típico discurso de alguien que apostó al centro para buscar votos. Sin embargo, hay dudas, sobre todo porque el exprecandidato del Partido Comunista, Daniel Jadue, reveló que dicho viraje no fue más que “un mito” porque Boric solo “salió a buscar los votos que había que salir a buscar”.
La gran pregunta es ¿Cómo será la política exterior del nuevo presidente chileno? ¿Moderada como la quiso vender o dejará ver las verdaderas raíces socialistas que cimentan su ideario? Hay señales para hacer una deducción sobre posibles respuestas. La más reciente es que Boric finalmente rechazó la invitación del actual presidente Sebastián Piñera para asistir a las cumbres del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur) y de la Alianza del Pacífico en enero, de tendencia conservadora.
Dicotomía en política exterior
Boric enfrentará, además, desafíos regionales en seguridad nacional, como son las migraciones, controles fronterizos y narcotráfico, así lo afirma una columna de La Tercera. Este medio, además, hace énfasis en la necesidad de definir la política comercial y de atracción de inversiones. Todo enmarcado en la política hacia lo externo de Chile.
Es una dicotomía. Si bien en el terreno internacional de la región salió favorecido hasta ahora, en lo económico no bastarán los gestos, sino hechos concretos a favor del crecimiento, agrega el portal chileno.
Pero el hecho de que no existiera mención en su primer discurso, es una señal de que la política exterior no será prioridad, aseguró una fuente diplomática a Diario de Cuba. Boric dijo que hará énfasis en la defensa de derechos humanos, pero también deberá convivir con dictaduras en la región que están lejos de hacerlo, como Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Una muestra de lo que vendrá ocurrió con durante las protestas de julio en Cuba. Daniel Jadue apeló al humor negro para burlarse de los manifestantes, lo que le costó votos a su precandidatura. Mientras que Boric buscó desmarcarse. Aún así, en la memoria colectiva permanece aquel tuit de 2013 cuando llamó a «seguir profundizando la revolución bolivariana» en Venezuela, un régimen tan impositivo y abusivo como el cubano.
Otra contradicción, cuando en 2019 la expresidente chilena y Michelle Bachelet, actual Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, presentó su informe sobre Venezuela, Boric admitió que en el país caribeño en efecto “hay violaciones graves a los derechos humanos”.
El informe de @mbachelet sobre Venezuela es categórico. El gobierno de Nicolás Maduro está violando gravemente los derechos humanos. Desde la izquierda debemos condenarlo sin empates ni matices. pic.twitter.com/FuFZVjRUMa
— Gabriel Boric Font (@gabrielboric) July 8, 2019
Ausencia en la cumbre de Prosur
Ni el Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), ni la cumbre de la Alianza del Pacífico contarán con la presencia del presidente electo de Chile. La invitación de Piñera fue considerada una prueba de fuego para demostrar en qué dirección irá el nuevo Gobierno.
La cumbre de Prosur, creada en 2019 fue promovida por mandatarios conservadores y afines a la defensa de las libertades económicas como Sebastián Piñera de Chile, Jair Bolsonaro de Brasil e Iván Duque de Colombia. Es una especie de contrapeso a la Unasur creada en 2008 por el fallecido dictador venezolano, Hugo Chávez.
Como argumento para rechazar la invitación, Boric aseguró que buscará “la mayor integración posible en América Latina, con todos quienes estén disponibles para ello, yendo más allá de las afinidades ideológicas”, señaló EFE.
Pidió no considerar su respuesta como un “desaire” y que las relaciones internacionales serán “tremendamente relevantes” en su Gobierno. Pero serán el tiempo y las acciones los que dirán si realmente lo fue.