La inflación que está registrando Estados Unidos resultó no ser tan transitoria como estimó la Reserva Federal. Por el contrario, está haciendo mella en los bolsillos estadounidenses a un ritmo que no se registraba desde 1982, de acuerdo con el balance más reciente del Departamento de Trabajo. Este detalló que el índice de precios al consumidor (IPC) subió 6,8 % durante un periodo de 12 meses que terminó en noviembre. En octubre se ubicaba en 6,2 %
Energía, alimentos, ropa, automóviles y vivienda. Todo aumentó. Mientras tanto, el presidente Joe Biden experimenta una vertiginosa caída de popularidad. Por lo tanto, el escenario político y económico estadounidense se complica a tan solo días de que termine el año.
Los factores son variados e incluyen, entre otros, la sobreestimulación de la economía por los cheques de estímulo asignados durante la pandemia. La cena de Acción de Gracias fue noticia el mes pasado y no precisamente por ser una tradición estadounidense, sino porque el costo total de los alimentos también subió, acompañados por una parcial escasez.
¿Por qué el tema enciende la alarmas? Como bien se sabe, cuando los precios de un rubro aumentan, el resto del mercado también recibe el impacto y así, el aumento de precios se vuelve generalizado. Además de que la Reserva Federal no estimaba que la inflación en Estados Unidos fuera sostenida.
La siguiente lista ayudará a entender desde un punto de vista macro por qué EE. UU. se enfrenta a este fenómeno inflacionario que preocupa a la Casa Blanca y a los ciudadanos.
La inflación, -ese "fenómeno transitorio" para el Gobierno de coalición- alcanza ya en EEUU su mayor nivel en casi 40 años: un 6,8%. Aquí el impresionante gráfico de Financial Times sobre cómo se está volviendo a ritmos de 1982 pic.twitter.com/H7BgJWrumh
— Carlos Segovia (@carlossegovia_) December 10, 2021
Cheques de estímulo
Los cheques de 1400 dólares que llegaron junto con el paquete de ayuda por el COVID-19 promovido por Biden está entre una de las razonas. Ese dinero ahorrado por los ciudadanos durante la pandemia luego salió a la calle en las manos de consumidores ávidos de productos y servicios. Y como ya han explicado economistas, estos sobreestimularon la economía, ya que la alta demanda generalmente conlleva precios más altos.
Dentro de las filas del Partido Demócrata surgieron advertencias antes de que se aprobara el paquete debido a que iba a crear “presiones inflacionarias de un tipo que no hemos visto en una generación, con consecuencias para el valor del dólar y la estabilidad financiera”, dijo el exsecretario asesor económico de Barack Obama, Lawrence Summers. En este sentido, Olivier Blanchard, execonomista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), aseveró que el paquete podría “sobrecalentar la economía de manera tan grave que sería contraproducente”.
Pero Biden consiguió luz verde en el Congreso y ahora las alertas se materializaron. En los últimos 12 meses, los costos pagados por una familia estadounidense típica aumentaron en aproximadamente 4000 dólares, según cálculos de Jason Furman, economista de Harvard y exasistente de Obama, reflejados por Associated Press.
Problemas en la cadena de suministro
Al demandar bienes, también apareció la escasez de suministro en las fábricas. Las empresas, locales de comida y otros negocios necesitaron reabrir a un ritmo más veloz del que pudieron abarcar tras la finalización de la cuarentena. No pudieron contratar empleados tan rápido y los puertos y los astilleros de carga no podían manejar el tráfico. Las cadenas de suministro globales se enredaron, apuntó AP en un análisis sobre la coyuntura económica. Los costos subieron y eso se trasladó a los consumidores.
James Lawson dirige un negocio de pastelería en Stockbridge, Massachusetts. Él contó a la agencia de noticias que los altos precios de la materia prima lo llevaron a reducir la cantidad de productos que vende. Unas 100 libras de mantequilla que antes costaban 300 dólares ahora las consigue por 450 o 475 dólares. Asegura que no puede subir los precios de venta al público lo suficiente como para compensar sus propios gastos más altos. En consecuencia, él absorbe los costos.
Algunas estimaciones, como la de Jeremy Nixon, director ejecutivo de Ocean Network Express, calculan que las trabas podrían desaparecer a finales de 2022 o inicios de 2023. Pero será necesario construir puertos, ferrocarriles, almacenes y carreteras para aumentar la capacidad y hacer frente a la demanda.
Salarios más altos
No queda por fuera el tema de los empleos. Estados Unidos viene registrando una escasez de mano de obra que preocupa a los pequeños comerciantes y empresas. Alrededor de 4,3 millones de estadounidenses, o el 3 % de toda la fuerza laboral del país, renunciaron a sus trabajos en septiembre pasado, indicó la Oficina de Estadísticas Laborales. Las razones van desde el mandato de vacunas, pasando por los cheques de ayuda hasta el abandono del puesto buscando mejores condiciones laborales.
Para contrarrestarlo, las empresas aumentaron los salarios por hora en 4,8 % sobre igual período del año anterior, según el Departamento de Trabajo. Si bien los trabajadores tendrán más dinero en sus cuentas bancarias, las empresas tienen que trasladar los costos más altos a los consumidores. Otra razón más que contribuyó a la inflación.