La crisis migratoria acapara la agenda de la política exterior de Estados Unidos, especialmente con México por ser el puente para los migrantes que quieren pisar suelo estadounidense de forma irregular. Andrés Manuel López Obrador aprovechó para poner el tema sobre la mesa en la IX Cumbre de los Líderes de Norteamérica con el presidente Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. En este sentido, hizo un pedido particular a su vecino: «dejar de rechazar a migrantes».
La Administración Biden se enfrenta a cifras récord de cruces ilegales. El balance al cierre del año fiscal 2021 plasmó el elevado aumento y dejó por sentado las advertencias que había recibido el presidente demócrata, finalmente desestimadas. En la premura por disminuir los números y controlar la saturación en los albergues transitorios, Biden mantuvo la política que tanto criticaron los demócratas a Donald Trump conocida como Título 42 para expulsar migrantes.
Puede que esta sea la causa que llevó al presidente mexicano a elevar tal reclamo. Para justificarlo, dijo que «se necesita de fuerza de trabajo que no se tiene con suficiencia en Estados Unidos». En ese momento, aprovechó y sumó a Canadá. «¿Por qué —cuestionó López Obrador— no estudiar la demanda de mano de obra y abrir ordenadamente el flujo migratorio?», expresó.
La respuesta de Biden no fue muy específica. Aseguró que los tres países deben «gestionar los desafíos de una migración sin precedentes». Sin duda hay que prestar atención al pedido de AMLO y preguntarse si el objetivo real sería desentenderse de los flujos de migrantes expulsados a su país.
El Pdte. @LopezObrador_ sugirió a @POTUS y a @JustinTrudeau hacer a un lado los mitos y prejuicios contra las y los migrantes, y estudiar la demanda de mano de obra con la posibilidad de abrir ordenadamente el flujo migratorio en beneficio de los países.pic.twitter.com/O8VihFWXJE
— Martha Lucía Mícher Camarena (@MaluMicher) November 18, 2021
Del Título 42 a «Permanecer en México»
AMLO ha sido incisivo. En el encuentro recordó a Biden la promesa que hizo a inicios de año de ofrecer una vía para regularizar a unos 11 millones de indocumentados. Un día antes ya había dicho que “hay millones de ciudadanos estadounidenses-mexicanos que deben estar atentos y tener dos objetivos, solo dos: defender a los mexicanos y defender a México”, aseveró. Algunos medios lo interpretaron como una advertencia contra congresistas que piensen votar contra la ley si esta llega al Capitolio.
En la urgencia de AMLO de lograr a toda costa que EE. UU. flexibilice aún más sus políticas migratorias, es necesario volver a mencionar el Título 42. Es una ley de 1944 que fue desempolvada por Trump en marzo de 2020 a raíz de la pandemia para evitar que el COVID-19 se propagara a través de migrantes irregulares.
Biden le dio continuidad, logrando devolver a 61 % de las personas que cruzaron irregularmente a EE. UU., estos fueron expulsados a México o a sus países de origen, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Dentro de ese porcentaje la tasa de reincidencia ha superado el 25 %.
Aún con esa reincidencia, AMLO debe lidiar con el resto de migrantes. Sumado a que en agosto pasado un tribunal federal de Texas dictaminó que la Administración Biden debía restablecer la política de «Permanecer en México». Biden la eliminó en 2020 pese a “su alto e injustificable coste humano”. La medida había sido aprobada un año antes para que los oficiales de migración ordenaran a los migrantes de países distintos que se quedaran en México mientras sus casos pasaban por el sistema judicial de inmigración. Es un coctel de medidas que está poniendo la soga al cuello a ambos gobiernos producto de las esperanzas de los migrantes por mejorar su calidad de vida, impulsadas por un discurso permisivo de parte de la dupla Biden-Harris cuando se lanzaron a la carrera presidencial.
Quebradero de cabeza para AMLO
Ahora bien, México también tiene sus cifras migratorias. El Gobierno de EE. UU. ha repatriado a 203.619 mexicanos en lo que va del año 2021. Son 41135 más que en el mismo período del año anterior, informó el Instituto Nacional de Migración (INM) de México. La cifra se divide entre 182.752 adultos y 20.867 menores de edad, replicó la agencia EFE.
Pero la aceptación de migrantes que AMLO pide a EE. UU. no va en consonancia con sus propias acciones. Sirva de ejemplo una caravana de unas 4000 personas que partió desde el sur de México a finales de octubre. En el camino un cubano murió luego de que la Guardia Nacional mexicana abriera fuego contra una camioneta que transportaba migrantes. También hubo enfrentamientos con piedras y palos en Chiapas. Cinco guardias nacionales resultaron heridos.
Unas 1500 personas permanecen actualmente en la caravana. Por su parte, el INM aseguró que entregó tarjetas migratorias a otros 1574 extranjeros y se aseguró de que pudieran trabajar en México desde que partió la caravana. Presuntamente la mayoría son centroamericanos y haitianos.
Para completar la escena de la reunión, el mandatario mexicano también recurrió a los elogios hacia Biden. “Ningún mandatario en la historia de EE. UU. ha manifestado un compromiso tan claro e inequívoco como usted para mejorar la situación de los migrantes», le dijo.
Por ahora, el proyecto de reforma migratoria que propuso Biden para regular a 11 millones de migrante en EE. UU. está estancado en el Congreso. Fuera de ello, no parecen haber grandes iniciativas para atender el pedido de AMLO.