La economía de Estados Unidos se desaceleró entre julio y septiembre. Otro punto que empaña la Administración de Joe Biden, la cual también atraviesa por una caída de popularidad tras una lista de desaciertos en su gestión. El producto interno bruto (PIB) que mide el valor de los bienes y servicios producidos por la economía, creció tan solo 2 % sobre la base anualizada en los tres meses según cifras del Departamento de Comercio. Respecto al trimestre anterior, el aumento fue de 0,5 %.
Las razones van desde la nueva oleada de contagios del coronavirus por la variante Delta hasta los problemas con la cadena de suministros, los cuales “llevaron a una mayor inflación y frenaron la demanda”, explicó a Financial Times el economista de Oxford Economics, Gregory Draco.
De esta manera, el resultado anuló las estimaciones a inicios del tercer trimestre. Por ejemplo, la firma de análisis Capital Economics proyectaba 7 % de crecimiento. El resultado decepcionó aún más porque el trimestre anterior (abril a junio) registró 6,7 % de crecimiento.
El gasto de los consumidores también se estancó y los ciudadanos lo percibieron, según una reciente encuesta. El consumo personal creció apenas 1,6 % sobre una base anualizada en el tercer trimestre, en comparación con el 12 % en el segundo trimestre. El dato llama la atención de expertos porque este representa dos tercios de la economía de Estados Unidos.
Las advertencias
Las aerolíneas reportan mayor número de pasajeros y los salarios están aumentando, aún así los ciudadanos estadounidenses están experimentando una carga en sus bolsillos mientras que los beneficios de salarios más altos “se están erosionando”. La razón es el aumento de los precios, especialmente de la gasolina, los alimentos, el alquiler y otros productos básicos. En paralelo, la tasa de ahorro de los hogares se redujo de 10,5 % al 8,9 %.
Según un artículo de Los Ángeles Times, la inflación ha surgido en EE. UU. “como una amenaza para la recuperación económica y una preocupación clave para la Reserva Federal, mientras se prepara para comenzar a retirar la ayuda de emergencia que proporcionó a la economía después de la recesión del año pasado”.
Sin embargo, la economía de las familias en Estados Unidos no es la única afectada. “Los decepcionantes datos del PIB de hoy aumentarán las preocupaciones de los inversores sobre la fortaleza de la economía estadounidense”, afirmó Richard Flynn, director gerente de Charles Schwab, empresa multinacional estadounidense de servicios financieros, con sede en Reino Unido.
“El riesgo sin duda ha aumentado para los inversores, ya que ahora hay más preguntas, incluso sobre política fiscal y monetaria, que respuestas”.
Los ciudadanos también están sintiendo desconfianza. Una encuesta de Gallup citada por Breitbart reveló que 68 % de los consultados opinó que la economía está empeorando. No se trata de un tema partidista, las opiniones de demócratas y republicanos se mantuvieron esencialmente sin cambios en octubre.
El estudio reflejó que el gobierno o el liderazgo deficiente se mencionaron con mayor frecuencia como el principal problema que enfrenta el país. 21 % por ciento de los estadounidenses opinaron de esta manera. El coronavirus se llevó el 15 %, seguido por temas de migración con 11 %.
Hogares de bajos ingresos
El gasto referido a bienes duraderos se desplomó 26,2 % después de subir 11,6 % en el segundo trimestre. En parte se debe a la caída en la venta de automóviles por la escasez de semiconductores. Un auto nuevo necesita al menos 100 de estos.
Aunque compras de esta naturaleza pueden esperar, lo cierto es que productos como alimentos, vivienda y energía son esenciales para la población. “Los alquileres están aumentando, gracias a un mercado inmobiliario estadounidense impulsado por tasas de interés bajas. Los precios de los alimentos están aumentando debido a los mayores costos de los insumos y los precios de la energía están aumentando, gracias a una crisis energética mundial”, citó el portal Al Jazeera.
Como consecuencia, los hogares con bajos ingresos “sentirán el dolor de manera más aguda porque la inflación afecta más a sus ingresos totales”.