
La oposición venezolana anunció su participación en las elecciones convocadas por el régimen para el próximo 21 de noviembre. No es la primera vez que la coalición opositora de turno cede ante el chavismo. La Plataforma Unitaria de Venezuela —creada como una débil sustituta del interinato— escuda su reciente decisión en “el sentido de urgencia para encontrar soluciones permanentes” a la situación del país y “al propósito de fortalecer la unidad”.
La advertencia hecha por la coordinadora nacional del partido Vente Venezuela, María Corina Machado, se hizo realidad. Participar en las elecciones equivale a ponerle una lápida al Gobierno interino. Víctor Maldonado, analista político, coincide con esta visión. “Esto de lo que se trata es de buscar la mejor forma para abrir la fosa, meterse, echarse tierra y ponerse encima una pesada placa de concreto. Esto está en proceso de disolución. Se acabo el interinato”, declaró en entrevista con PanAm Post.
La negociación en México no ha sido más que otra oportunidad aprovechada por el chavismo para anotarse una victoria tras firmar un supuesto memorando de entendimiento que solo se tradujo en concesiones para el régimen de Nicolás Maduro. “A eso fueron a México, a una intentona de retirada ordenada desde una experiencia fracasada”. Maldonado tilda de “irrelevante” la decisión de ir a elecciones regionales en Venezuela y lo explica de esta manera: la oposición puede lanzar todos los candidatos que desee, pero no tienen apoyo. Los partidos se vaciaron de militancia y de respaldo. “Las encuestas demuestran que la política venezolana cuenta con la indiferencia casi absoluta de los ciudadanos y que las instituciones que han acompañado a esa política, incluida la iglesia, están derrumbadas en términos de popularidad”.
“Los venezolanos se sienten traicionados, pero no es una traición nueva. Es una vieja traición que se pone en evidencia”.
Oposición desolada
Paralelo al anuncio de participación en las elecciones, el exdiputado opositor venezolano Freddy Guevara, político muy cercano a Juan Guaidó, habló de «pasar a un proceso de convivencia» en Venezuela. Según su enfoque, no se trata de coexistencia con estructuras dictatoriales, “pero sí de convivencia entre fuerzas políticas”. Sin embargo, parece más un uso de eufemismos que una verdadera convicción por sacar a la dictadura del país.
La decisión de participar en estos comicios con un Consejo Nacional Electoral elegido por una Asamblea chavista abarca mucho más que un resultado electoral. Para eso, necesariamente hace falta poner nuevamente la mirada en México. La agenda de las negociaciones en tierra azteca también incluye el “levantamiento de las sanciones”, así como la “restauración de derechos a activos”. Es decir, esta “retirada” política que hoy queda en evidencia se complementa con un escenario aún peor: Citgo, la Fundación Simón Bolívar, Monómeros y todos los esfuerzos que ha hecho la oposición por lograr la recuperación de activos habrían sido en vano, ya que todo volvería a manos del chavismo, analizó Maldonado.
“Uno ve a la oposición más apurada en volver a la situación anterior, que el régimen mismo en acelerar todo ese proceso. Finalmente el chavismo ganó”, explicó. No obstante, surge la duda de por qué la oposición estaría tan interesada en volver a una posición inactiva, sin la capacidad de generar cambios importantes en el país. Para Maldonado, se debe justamente a que la oposición luce desolada.
“En los últimos dos años cometieron el antimilagro. Se comportaron como un Gobierno prepotente, soberbio, sectario y poco compasivo. Todo lo que está a la vista es que trabajaron para sí mismos”.
El analista político asegura que la oposición se convirtió en aquello que los venezolanos no quieren en un Gobierno: corrupción, malos manejos, falta de estrategia e incapacidad de conectarse con los ciudadanos. Tampoco tuvo la capacidad manejar la política humanitaria.
El entierro de la Asamblea Nacional
Atrás quedaron todos los señalamientos y exigencias que hizo Juan Guaidó al chavismo. Por ejemplo, en noviembre de 2020 el opositor buscó desafiar a Maduro. Aseguró que la AN “seguirá firme” hasta que haya “elecciones libres”. Se refería a los comicios del 6 de diciembre en Venezuela, calificados como fraudulentos por la comunidad internacional. En ese momento la dictadura se apoderó de la mayoría en la Asamblea Nacional. Este es uno de tanto argumentos que hoy desaparecen con el interinato doblegado.
Maduro lo sabe, por eso —minutos después del anuncio de la oposición— vociferó que «en el momento que los candidatos de Henry Ramos Allup, de Henrique Capriles, de Juan Guaidó inscriban su candidatura en el CNE estarán reconociendo al nuevo CNE y a la nueva Asamblea Nacional”.
Maldonado explica que parte del desgarre que la oposición experimentó con los ciudadanos fue la “pirueta argumental irresponsable”, referida a la prórroga del mandatado de la AN, y el hecho de catalogarse a sí misma como garante del hilo Constitucional. Una Carta Magna redactada por el mismo “socialismo del siglo XXI” para mantener sus privilegios. “Es un error que hay que imputarle a la logia de constitucionalistas venezolanos que lo hizo mal y fue muy irresponsable”.
Actualmente dicha Asamblea Nacional electa en 2015 es “una ficción”, según el experto. Los diputados “recurrieron a las normas del régimen, cumplieron con el requisito de la declaración jurada de bienes con la que se cierran todos los mandatos. Con esto evitaron ser multados y de nuevo inhabilitados. Por lo tanto, consta en la Contraloría la renuncia de todos, y lo que vino después fue una puesta en escena tragicómica”, agregó. El mandato de Guaidó también está vencido y no tiene como sostener su autoridad. “Las instituciones de la oposición cayeron en bancarrota moral”.
Comunidad internacional avergonzada
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) –donde convergen los partidos de la oposición venezolana– ya venía fracturándose. Ramón José Medina y José Luis Cartaya, presidente y secretario general, respectivamente, anunciaron su renuncia hace una semana. Esto se sumó al escenario de rendición de Guaidó.
“Para salir del socialismo del silgo XXI primero tenemos que salir de esta dirección política. Romper con ella, buscar su relevo absoluto, radical y volver a construir una oportunidad que nos va a significar tiempo y otros sacrificios”, aseguró Maldonado.
Pero hay otro tema directamente relacionado con la desaparición del interinato. Organizaciones como la OEA y países como Estados Unidos fueron fervientes defensores de elecciones verdaderamente libres, rechazando así los comicios legislativos del pasado 6 de diciembre.
“En este momento en América Latina están hartos de la ficción de Guaidó y el mundo diplomático debe estar pensando cómo hacer para salir de la vergüenza de reconocer una ficción y de perder la relación con la realidad, que es el régimen. Lo más vergonzoso para muchos de ellos es decir que están apoyando el interinato y que por eso no apoyan a Maduro. Pero Guaidó no existe”.
Para Víctor Maldonado, Venezuela está al final de un “elenco del fracaso”, una época marcada por la “traición de las élites”. Asegura que el país no está acabado en sus fundamentos, ni en las convicciones democráticas de los venezolanos. Buscar y encontrar una alternativa será un proceso largo, pero del cuál podrían surgir liderazgos “íntegros y honestos”.