Sin admitir errores y en tono soberbio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habló tras culminar la evacuación de Afganistán. Para él, la retirada fue un “éxito extraordinario”. En sus palabras no hubo disculpas por las consecuencias. Por el contrario, reiteró que no había manera de ejecutar el operativo de manera más ordenada.
“Ahora, algunos dicen: ‘Deberíamos haber comenzado las evacuaciones masivas antes’ y ‘¿No podría haberse hecho esto de una manera más ordenada?’ Respetuosamente no estoy de acuerdo”, declaró el mandatario demócrata debido a las continuas críticas que ha recibido. A pesar de sus palabras, su actitud fue totalmente antagónica a la que quiso mostrar en su última rueda de prensa, cuando un Joe Biden trastornado estuvo por llorar frente a los medios luego del atentado en el aeropuerto de Kabul, que dejó 13 soldados estadounidenses muertos.
Según Biden, la evacuación de Afganistán terminó sacando a más de 5500 estadounidenses, así como a “miles de traductores e intérpretes afganos”. En total fueron evacuadas alrededor de 120000 personas. Pero hubo un dato no menor mencionado por el demócrata. En el país asiático permanecen entre 100 y 200 ciudadanos norteamericanos.
“En resumen, el 90% de los estadounidenses en Afganistán que querían irse pudieron hacerlo. Para los estadounidenses restantes, no hay fecha límite. Seguimos comprometidos a sacarlos si quieren salir”.
Fue un balance en el que no hubo una pizca de empatía. Desde Washington, Biden dijo que “seguirán apoyando” a los afganos que están en riesgo. “Yo asumo la responsabilidad de la decisión. No podíamos evacuar antes. Como sea, hubiera sido una misión peligrosa”, dijo.
“Retirarse o escalar”
Esa fue la premisa de Biden en su reciente discurso luego de finalizar la evacuación de Afganistán. A su parecer, la “verdadera decisión” era si las tropas debían “retirarse o escalar” su papel en el país asiático. Dijo que no quería “extender una guerra eterna”. En esta última frase el presidente coincide con sus antecesores, que también abogaban por el retiro de tropas tras 20 años de guerra y millones de dólares gastados. Sin embargo, la improvisación fue el error que condenó al operativo.
“Vamos a seguir la lucha contra el terrorismo, pero sin estar en el terreno”, agregó. Sobre esta afirmación existen preocupaciones. Sin ojos ni oídos en ese país, grupos terroristas podrían expandir sus operaciones. Por ejemplo, el Estado Islámico, precisamente demostró el pasado 26 agosto la capacidad de ejecutar un ataque suicida de lamentables dimensiones. Más de 170 personas murieron en las afueras del aeropuerto de Kabul.
“La conclusión es que no hay evacuación del final de una guerra que se pueda ejecutar sin el tipo de complejidades, desafíos y amenazas que enfrentamos. Ninguna”, esbozó el presidente de EE. UU.
Intérprete que ayudó a Biden pide ayuda para huir
Siguen habiendo súplicas de afganos que quieren huir a raíz de la conquista del movimiento talibán. “Hola, señor presidente: sálveme a mí y a mi familia”, fue el pedido de Mohammed, un intérprete que permanece escondido junto a sus cuatro hijos y que ayudó a Biden hace años cuando era senador, que viajó a Afganistán.
En 2008, Mohammed con 36 años, ayudó a rescatar a Biden y a otros dos senadores que viajaban en dos helicópteros Black Hawk de las Fuerzas Armadas estadounidenses que tuvieron que llevar a cabo un aterrizaje forzoso en un valle, a 30 kilómetros de la base de Bagram, debido a una tormenta de nieve.
Actualmente su solicitud para un visado especial para inmigrantes afganos, destinado a los intérpretes y quienes hayan trabajado con el Gobierno de EE.UU., se quedó atascada debido a que el contratista estadounidense para el que trabajaba perdió los documentos que respaldaban su petición, informó EFE citando una exclusiva de The Wall Street Journal. “No me olviden aquí”, pidió el interprete. Una historia entre muchas que deben existir aún en Afganistán.