“Yo creo que vamos bien”, con esa frase el dictador venezolano Nicolás Maduro anunciaba a inicios de agosto que ya había un documento redactado para definir el diálogo entre el chavismo y la oposición. Era una sentencia declarada. A partir del 13 de agosto, con ambos bandos sentados frente a frente, estaba asegurada la desaparición del gobierno interino de Juan Guaidó. Y lo que ha ocurrido en días posteriores podría demostrar que el “diálogo” está rindiendo frutos. Pero como era de esperarse, solo para el régimen.
Una de las señales es que Estado Unidos solicitó una prórroga de 30 días para supuestamente contrarrestar los argumentos presentados por la defensa de Álex Saab, empresario colombiano y presunto testaferro de Maduro. En vilo se encuentra la decisión de extradición que se espera sea emitida por Tribunal Supremo de Cabo Verde.
En la moción presentada por la Fiscalía Federal de Miami, las autoridades estadounidenses argumentaron que la prórroga es necesaria debido a que el caso de Álex Saab está siendo llevado por nuevos fiscales, reseñó El Nuevo Herald. El motivo sería que las nuevas personas asignadas “requieren de tiempo adicional para revisar los historiales, examinar los argumentos de hechos y legales presentados por Saab y desarrollar los argumentos para responder a sus alegatos”.
Casualmente, la defensa del colombiano ha intentado una y otra vez invalidar el proceso sin tener resultados a favor de un hombre acusado por haber lavado unos 350 millones de dólares en el sistema bancario estadounidense. Los esfuerzos propagandísticos que hizo el régimen de Nicolás Maduro tampoco funcionaron. Cuando se esperaba la decisión definitiva para dar luz verde a la extradición de Álex Saab surge esta moción, que de ser aprobada, extenderá el tiempo para la decisión final, estimada en tal caso para las primeras semanas de octubre.
Estados Unidos había sido claro antes de que iniciaran las conversaciones en México. Desde el Departamento de Estado aseguraron que el país estaba dispuesto a revisar su política de sanciones a Venezuela de darse “avances significativos” en el diálogo.
Posible reapertura de vuelos directos
A lo anterior se suma que el gobierno de Joe Biden estaría considerando autorizar la reapertura de vuelos directos al país caribeño. Una decisión contraria a las políticas de la Administración anterior. Permitir dichos viajes se traduce en una flexibilización que abre la puerta a la normalización de relaciones con el régimen. Adicionalmente, la Administración Biden ha tenido otras concesiones desde que se instaló en la Casa Blanca.
No solo se trata de habilitar viajes desde Venezuela hacia EE. UU., sino también de levantar la sanción que prohíbe a las compañías estadounidenses realizar vuelos a Venezuela, detalló el portal Hispano Post. Los participantes de estas conversaciones serían, naturalmente, funcionarios del gobierno de Biden, asesores venezolanos que viven en Venezuela “y funcionarios muy puntuales de la Administración de Nicolás Maduro”.
A mediados de julio, la Casa Blanca también anunció que iba a permitir algunas exportaciones y reexportaciones de gas licuado de petróleo (GLP) a Venezuela. El GLP es usado en los hogares para cocinar y como combustible para generar energía eléctrica. De modo que el alivio de sanciones se convirtió en característica del gobierno de Biden en solo siete meses de mandato, lo cual apunta a una mayor flexibilización a media que avanzan las negociaciones entre el régimen y la oposición en México.