
Tomó menos de una semana para que los integrantes del Talibán cayeran en contradicciones sobre la manera cómo controlarán Afganistán. En su primera rueda de prensa mencionaron una “amnistía” para quienes trabajaron para países extranjeros, aseguraron que no habría ninguna venganza. Descartaron persecuciones y decían que iban a permitir que las mujeres “trabajen y estudien”. Probablemente todo se esfumará, según se pudo apreciar en las declaraciones recientes de un miembro de alto rango del grupo.
De una vez descartó que el país vaya a funcionar bajo un sistema democrático. Para los talibanes, esa forma de gobierno no existe. “No habrá ningún sistema democrático porque no tiene ninguna base en nuestro país”, aseveró Waheedullah Hashimi, quien forma parte de las decisiones del grupo terrorista.
“No discutiremos qué tipo de sistema político deberíamos aplicar en Afganistán porque está claro. Es la ley sharía y eso es todo”.
Con estas palabras, ofrecidas a Reuters, acaba con cualquier ápice de democracia establecida en la Constitución de 2004 con elecciones presidenciales y parlamentarias cada cinco años. Además, durante los últimos 20 años aumentó el número de representantes femeninas en la Asamblea, lo que llevó a Afganistán a ubicarse en el puesto 41 de 145 países con mayor representación femenina.
Sin embargo, al igual que la rapidez con la que tomaron el país, también podrían hacer desaparecer la estructura gubernamental. Lo que probablemente harán, según el portavoz, es crear un Consejo de Gobierno, y por encima del jefe de esa instancia estará Haibatullah Akhundzada, designado comandante supremo de los talibanes el 25 de mayo de 2016. Años antes, en la década de los 90, fungió como jefe de los Tribunales de la Sharía. Con este expediente, cualquiera podría hacerse una idea de la rigidez del nuevo régimen. “Tal vez su adjunto desempeñe el papel de ‘presidente'”, agregó Hashimi.
Senior Taliban commander Waheedullah Hashimi told Reuters that Afghanistan would not be a democracy and the new government may take the form of a ruling council, with the group’s supreme leader Haibatullah Akhundzada in overall charge https://t.co/Nl15KwoXDA pic.twitter.com/vy9V9jL1J5
— Reuters (@Reuters) August 18, 2021
Buscan a pilotos del ejército afgano
El nuevo régimen busca cubrirse las espaldas con una Fuerza Aérea propia, la cual pretenden conformar con pilotos y soldados que ya no forman parte de fuerzas armadas afganas. Sin embargo, no son secretos los numerosos asesinatos ocurridos este año contra los militares, por lo que dicha convocatoria quizás no sea exitosa.
Pero según el cabecilla talibán, lograron apoderarse de helicópteros y aviones en varios aeródromos afganos. “Llamamos a muchos de ellos y estamos buscando los números (de otros) para llamarlos e invitarlos a sus trabajos”, añadió. El pasado abril, los extremistas asesinaron alrededor de nueve miembros de las fuerzas de seguridad y capturaron a otros 13 en la provincia occidental de Herat. A mediados de julio, 22 soldados sufrieron el mismo destino a pesar de haberse rendido minutos antes. Un reporte de CNN indicó que en ese momento los talibanes gritaron “Allahu Akhbar” (Dios es grande). Ocurrió en la provincia de Faryab, cerca de la frontera de Afganistán con Turkmenistán.
“La mayoría de ellos se entrenó en Turquía, Alemania e Inglaterra. Así que hablaremos con ellos para volver a sus posiciones”, detalló el vocero del Talibán. Mientras desde el alto mando definen “reformas en el ejército”, también se van a reunir para definir “temas de gobernabilidad”. Por lo tanto, es cuestión de horas para que el grupo imponga su propia versión de país.
Las felicitaciones de Al Qaeda
Muchos expertos, e incluso la ONU, advirtieron sobre los nexos que se comenzarán a fortalecer entre el grupo armado y organizaciones terroristas de otros países. Es de conocimiento público como las alianzas con Al Qaeda desencadenaron en el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York en el año 2001.
Este resurgimiento y la posible trinchera que instalarán organizaciones criminales en Afganistán es quizás la mayor alerta en el ámbito internacional. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, solicitó al Consejo de Seguridad que “utilice todas las herramientas a su disposición para reprimir la amenaza terrorista global” desde dicho país.
Las preocupaciones son válidas. “Los principales distritos yihadistas del sur de Asia, Oriente Medio y África han tomado nota… (y) el ecosistema de Al Qaeda ve el regreso de los talibanes como su propia victoria”, apuntó Asfandyar Mir, experto en seguridad del sur de Asia, afiliado al Centro de Seguridad y Cooperación Internacional de la Universidad de Stanford, en otra nota de Reuters.
Por su parte, el portavoz talibán que ofreció la primera rueda de prensa expresó que “el suelo de Afganistán no se usará contra nadie”. No obstante, sus palabras dependerán de las decisiones que tomen los extremistas en los próximos días.