No hubo disculpas o señales de remordimiento. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden dijo “respaldar por completo” su decisión de retirar las tropas de Afganistán. El mandatario finalmente se pronunció en medio de la tragedia que envuelve al país ante la avanzada talibán, que ya se apoderó del territorio y se prepara para gobernar.
Las críticas han llovido sobre el demócrata por la deficiente operación que hoy deja a una población desesperada tratando de huir del grupo terrorista. No hubo condiciones antes de sacar al ejército estadounidense y hoy las consecuencias son lamentables para los ciudadanos afganos y para el personal diplomático internacional que se desempeñaba en ese país.
A su juicio, “nunca hubo un buen momento para que las tropas salieran de Afganistán”. Sin embargo, el mandatario no ahondó en la forma en cómo ordenó la retirada. Esta falla logística es la que ahora objetan expertos en seguridad internacional. Pero más allá del terror y la violencia, está la lamentable imagen internacional que queda para EE.UU. como “el perdedor de otra guerra”.
“Las tropas estadounidenses no tienen por qué morir en una guerra afgana en la cual los propios soldados afganos no quieren luchar”, fue parte de la justificación durante un pronunciamiento desde la Casa Blanca. Agregó que la intención “no era construir una nación, ni crear una democracia”. El motivo de la presencia con tropas era “prevenir un ataque terrorista en EE. UU”.
El presidente Biden dice que mantiene firmemente su decisión de retirar las tropas estadounidenses de Afganistán. “Tras 20 años, he aprendido de la manera más difícil que nunca hubo un buen momento para retirar a las fuerzas de EEUU.” pic.twitter.com/knbb0jrIQD
— Dori Toribio (@DoriToribio) August 16, 2021
Responsabilizó al ejército afgano
La comunidad internacional esperaba las palabras de Biden, mientras observaba absorta horas antes cómo ciudadanos afganos se colgaban de las puertas de aviones estadounidenses tratando de huir. A lo lejos, se veía cómo caían al vacío de acuerdo con videos que circulan en internet.
El expresidente Donald Trump incluso pidió la renuncia del demócrata por la “desgracia” en Afganistán. A este lamentable episodio, el republicano sumó otros temas que están generando problemas para EE. UU. como la crisis fronteriza, el aumento de casos por COVID-19 “y la parálisis de la economía”.
Pero Biden se aferró a su posición durante el discurso, luego del cual no hubo respuestas para la prensa. Declaró que “no repetiremos los mismos errores del pasado”, haciendo referencia a la guerra de Vietnam. Aún así, aquel capítulo revivió en la memoria colectiva en días recientes porque al igual que en 1975, el ejército estadounidense se retiró con pérdidas lamentables de vidas y de terreno de por medio. Según la ONU, cerca de 17500 personas se vieron forzadas a desplazarse como consecuencia del conflicto en el último mes.
El presidente atribuyó la responsabilidad al ejército afgano al decir que EE. UU. les facilitó una fuerza aérea. “No podemos facilitarle a los afganos las ganas de luchar su propia guerra”. Afirmó haber hablado con el expresidente, quien al final terminó huyendo cuando los talibanes tomaron Kabul. “Hablé con el presidente afgano de que cuando las tropas estadounidenses se fueran de su territorio, ellos tendrían que luchar su guerra, pero claramente no lo han hecho”. No obstante, es sabido que ambos ejércitos se desempeñaban en sinergia. “Vamos a seguir apoyando al pueblo afgano”.
Más justificaciones
“Siempre le prometí al pueblo estadounidense que sería sincero con ustedes. La verdad es que esto se desarrolló más rápido de lo que habíamos anticipado”, admitió Biden ante las cámaras. Esto es algo que también aceptó en horas previas el secretario de Estado, Anthony Blinken, cuando declaró a CNN. Sin embargo, surgen dudas de cómo el Gobierno estadounidense no previó tal episodio, teniendo en cuenta la magnitud del conflicto con los talibanes, de los que salió el grupo que ejecutó el atentado contra las Torres Gemelas hace 20 años.
Para Biden, “estos eventos son prueba de que ninguna presencia militar en Afganistán marca la diferencia”. Al mismo tiempo hizo mención a “errores” en la misión y de nuevo insistió en que “no iba a engañar a los estadounidenses diciendo que un tiempo más en Afganistán marcará la diferencia”.
Según el demócrata, EE. UU. “seguirá alzando la voz” por mujeres y niñas en ese país, aunque no ahondó en detalles. A los talibanes les pidió no interrumpir la evacuación de diplomáticos estadounidenses o traductores afganos en el aeropuerto de Kabul.
Otra de sus justificaciones tuvo que ver con el gasto de dinero en las operaciones militares que se mantenían en dicha nación. Añadió que a China y Rusia “les encantaría ver” que su país sigue gastándose miles de millones de dólares en recursos para estabilizar a Afganistán.
Pero sus palabras, en lugar que apaciguar ánimos y dar certezas, solo parecen haber validado las críticas de que Biden no avanzó correctamente en la retirada de tropas estadounidenses. Las consecuencias siguen en curso con miles de afganos buscando respuestas y alternativas ante el episodio de horror que se les avecina.