Unos 52 congresistas del partido demócrata podrían quedar detenidos por provocar la falta de quorum en la Cámara de Representantes de Texas. Todo comenzó en julio pasado cuando los funcionarios decidieron irse a Washington DC con el fin de bloquear la votación de un proyecto de ley de reforma electoral en ese estado. Tras este episodio, las consecuencias se están materializando.
La Corte Suprema de Texas bloqueó de manera temporal una orden que restricción que impedía arrestarlos. Además, el presidente de la Cámara de Representantes, Dade Phelan, firmó las órdenes de detención por ausentarse sin motivo. Esto se traduce en problemas para los legisladores. Algunos permanecen en la capital de EE. UU. mientras que otros regresaron, pero no se han presentando en la Cámara.
Viendo esto, puede que la estrategia de evitar aprobar leyes no les resulte bien. Sumado a que el gobernador Greg Abbott solicitó iniciar la segunda sesión especial de la legislatura estatal, la cual tampoco posee el quorum de dos tercios (100 congresistas). Por la negativa demócrata, hay cinco miembros menos de los necesarios. Cabe destacar que no se habla de cárcel, sino de arrestos que los obligarán a cumplir sus funciones en la Cámara Baja de Texas.
La petición que habían emitido Abbott y Phelan a la Corte Suprema de Texas destacó la siguiente advertencia: la técnica de forzar la falta de quorum podría convertirse en algo recurrente para los demócratas al querer evitar la votación de proyectos de ley a futuro.
El éxodo de diputados
El episodio comenzó a mediados de julio pasado. Los 52 congresistas de Texas viajaron en un avión privado rumbo a Washington. No faltaron las críticas por no tener mascarillas en la foto que circuló en redes sociales —una imposición que los demócratas han defendido con vehemencia—. Posteriormente se reunieron con la vicepresidente Kamala Harris, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, el senador Joe Manchin y otros miembros del Congreso.
Su objetivo es presionar tanto al presidente Joe Biden como al partido para que aprueben una legislación federal sobre el derecho al voto. Esto, naturalmente, limitaría el proyecto de ley que los esperaba en Texas. La bandera que usan es que supuestamente este buscar evitar el voto de personas de color. Sin embargo, lo que verdaderamente busca la reforma es agregar requisitos de identificación para las boletas electorales que llegan por correo, prohibir lugares de votación en automóvil y capacitar a los observadores electorales partidistas, entre otras medidas.
No está de más mencionar que varios de dichos congresistas de Texas dieron positivos a coronavirus luego de su reunión con Harris. El caucus tuvo que hacer pruebas a todos sus integrantes luego que cinco resultaron infectados, indicó Independent.
ON PLANE TO DC: Texas Democratic lawmakers are leaving state to break quorum to stop Republican voting bill. Veteran Capitol observers say this is unchartered territory. Photo from Democrat on the plane. https://t.co/YOuOMb0A2m pic.twitter.com/abWoARvFIC
— ScottGordonNBC5 (@ScottGordonNBC5) July 12, 2021
Segunda sesión especial
La siguiente sesión tendrá como 17 puntos de discusión, que incluyen la integridad electoral, endurecimiento de la aplicación en la frontera de Estados Unidos, prohibición del mandato de máscaras en escuelas, y una legislación que impide a estudiantes inscribirse en equipos de sexo diferente.
Estas fueron parte de las declaraciones del gobernador de Texas, Greg Abbott, recogidas por CNN al momento de convocar la nueva sesión:
“Continuaré convocando sesión especial tras sesión especial para reformar nuestro sistema de fianza roto, defender la integridad de las elecciones y aprobar otros puntos importantes que los tejanos exigen y merecen. La aprobación de estos puntos de la agenda de la sesión especial marcará el rumbo hacia un futuro más fuerte y brillante para la Lone Star State”.
Por su parte, los congresistas demócratas en Texas se niegan a ceder. Un representante llamado Alex Domínguez declaró al momento de la fuga que “ellos estaban del lado correcto de la historia” y que si Abbott los arrestaba “tendrá que cargar con eso”.
Sin embargo, las obstrucciones en la política, sea estadounidense o de cualquier otro país, no constituyen una conducta positiva. Por el contrario, atentan contra cualquier sistema democrático donde los verdaderos debates ocurren en los edificios estatales, entre funcionarios electos por los ciudadanos, no en éxodos de diputados que buscan canales alternos para hacer valer su voluntad.