Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 están denominados como los primeros en la historia con “igualdad de género”. De eso ha hecho alarde el Comité Olímpico Internacional (COI) ya que de los 11000 atletas, casi el 49 % son mujeres, algo que no había ocurrido antes. Además, surgieron voces criticando los uniformes o las tomas “sexistas” para televisión de algunas partes del cuerpo de las deportistas.
Es una ola en apoyo al feminismo que está tomando auge en estos Juegos. Sin embargo, vale la pena preguntarse si en efecto se trata de un gesto auténtico o va más encaminado a seguir una corriente ideológica. Sobre todo teniendo en cuenta que sigue existiendo grandes falencias, que quizás no son tan visibles. Por ejemplo, una boxeadora canadiense denunció que no le permitían ir a Tokio porque las clasificatorias fueron organizadas justo cuando ella estaba en periodo de postparto. A una basquetbolista del mismo país, le hicieron elegir entre ir a Tokio o quedarse en su país para amamantar a su bebé recién nacida.
El COI también ordenó regular las imágenes tomadas por la agencia Olympic Broadcasting Services (OBS), encargada de enviarlas al resto del mundo. Su director, Yiannis Exarchos, dijo que se descartarán “algunas cosas que hemos estado viendo en el pasado, con detalles y primeros planos de partes del cuerpo”. El frase adoptada por el organismo es “atractivo deportivo, no atractivo sexual”.
Pero la brecha de género en Japón sigue siendo enorme. Un ranking publicado en marzo pasado por el Foro Económico Mundial ubicó al país en la posición 120 de 156 países con mayores desigualdades dependiendo del sexo. Es decir, las grietas son profundas. Lo que no se descarta es que el COI está adoptando una actitud más blanda respecto a eventos deportivos conforme la agenda social de varios países se inclina a políticas progresistas. ¿Es entonces una actitud genuina practicar la igualdad de género?
Grandes equivocaciones
Una ex nadadora de los juegos del año 1996 llamada Naoko Imoto, mencionó recientemente que los medios japoneses siguen siendo sexistas. “Muchos de los canales ven a las atletas femeninas como ‘mujeres’ o ‘niñas’ o ‘esposas’ o ‘madres’ y no realmente como atletas puras”, indicó. Imoto forma parte de COI como “guardián de la igualdad de género”. Es decir, reconoce que siguen habiendo errores.
Por otro lado, están las decisiones del propio Comité Olímpico, que ha tenido que recular por ir en contra de la igualdad de género que dicen defender. Un directivo de esa instancia deportiva obligó a una funcionaria a asistir a un evento al que ella no deseaba ir. El incómodo momento quedó grabado por las cámaras. A continuación, este y otros errores:
- Mandy Bujold, de 33 años, boxeadora canadiense de peso mosca se tomó un descanso luego de obtener el octavo lugar del mundo en 2018. Con la pandemia, los eventos de clasificación se cancelaron. El COI se centró en tres torneos en 2018 y 2019, cuando la Bujold estaba embarazada o posparto y no competía, indicó BBC. La boxeadora acudió al Tribunal de Arbitraje del Deporte de carácter internacional que falló a su favor. El acomodo “debe hacerse para las mujeres que están embarazadas o en el posparto durante el período de clasificación”.
- Kim Gaucher, una jugadora de baloncesto canadiense, quedó entre amamantar a su hija o asistir a Tokio, ya que el COI no permitía viajar a familiares de los atletas. El Comité se negaba a su petición de llevar consigo a su hija porque era poco probable que se permitiera asistir a “personas no acreditadas del extranjero”. Pero el COI tuvo que echar para atrás su decisión y aceptar el reclamo de la madre lactante.
- Hiroshi Sasaki, director artístico del evento deportivo llamó «cerdo» a la actriz y humorista japonesa Naomi Watanabe cuando asomó la idea de que ella apareciera en el acto inaugural vestida como animal. La llamó «Olympig», un juego de palabras con «olímpico» y «cerdo», en inglés. Sasaki renunció.
- La composición del Comité Olímpica también ha sido criticada. Apenas 37,5% de sus miembros en general son mujeres. La Junta Ejecutiva del COI es del 33,3%. Aunque dichos números han aumentando respecto al año anterior, la disparidad sigue existiendo.
- De último pero no menos importante, está el episodio de John Coates, vicepresidente del COI: Durante una rueda de prensa obligó a Annastacia Palaszczuk , la primera ministra de Queensland, Australia, a asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos. “Vas a la ceremonia de apertura”, aseveró mientras cruzaba los brazos.
‘You are going to the opening ceremony.’ Here is that awkward exchange between AOC President John Coates and Queensland Premier @AnnastaciaMP at a media conference in Tokyo last night. #Brisbane2032 @BreakfastNews pic.twitter.com/bQqvFYyQla
— Michael Rowland (@mjrowland68) July 21, 2021
¿Cambios reales o simple beneficio?
Y para demostrar de los deportes olímpicos siguen marcando desigualdades a pesar su premisa de “igualdad de género”, está el hecho que gimnastas de Alemania cambiaron su uniforme. El leotardo con corte de bikini cambió para ser un enterizo hasta los tobillos.
Los demás deportes siguen con uniformes con dicho tipo de deporte: voleibol de playa, gimnasia, natación y atletismo. Esto podría ser una dificultad para lo que busca hacer el COI al regular las imágenes para que no parezcan “sexistas”.
“Nosotros, en los medios de comunicación, aún no hemos hecho todo lo que podemos hacer”, reconoció Yiannis Exarchos, director de OBS. Por lo tanto, hacen falta cambios mucho más profundos para que la equidad de género sea tan real como la quieren hacer ver. Han habido mejoras, pero el hecho de que una madre haya tenido que pelear para amantar a su hija, podría ser un indicador que de las instituciones internacionales podrían estarse guiando más por la moda que por cambios sociales reales.
Amazing. GOOD FOR THEM!
“Germany Gymnastics Team, Tired of ‘Sexualization,’ Wears Unitards” – Sports Illustrated https://t.co/QqWNnpOhbW— Lisa Guerrero 💃🏽 (@4lisaguerrero) July 25, 2021