“Calumnias”, ese fue el término que el régimen chino usó para definir las conclusiones de la OTAN respecto a “políticas coercitivas” y el autoritarismo en China. Los 29 países miembros se unieron en esta declaración al final de la cumbre que presiona al Partido Comunista (PCCh), artífice de las políticas en el país asiático.
Si bien otras organizaciones diplomáticas se han pronunciado respecto a China, esta vez la OTAN buscó endurecer su tono. Calificó al denominado Dragón Rojo como un “desafío sistémico”, causando de inmediato las molestias de Pekín. La advertencia de China también incluyó una amenaza.
“China no supone un desafío sistémico para nadie, pero si alguien nos quiere imponer uno no permaneceremos indiferentes”, dijo un portavoz de la Misión de China ante la Unión Europea (UE). Además de eso, exigió a la Alianza Atlántica dejar de “exagerar la teoría de la amenaza china”.
Pero la defensa de Xi Jinping parece no ser demasiado válida, considerando la avanzada que ha tenido en diversos campos como el tecnológico, el militar, el bélico y el propagandístico. El expansionismo chino está pasando actualmente por el análisis y el escrutinio público.
Informes y testimonios han demostrado los planes de China que muchas veces se cuelan en las sociedades y avances de Occidente. Dos ejemplos: el programa de espionaje que contrata profesionales de tecnologías extranjeras para llevar sus conocimientos al territorio asiático, o la supremacía bélica que intenta imponer ante EE. UU. para limitar su capacidad de respuesta militar.
Las pruebas de estas iniciativas son de conocimiento público. El Departamento de Justicia de EE. UU. logró la confesión de un empleado de la NASA. Mientras que numeroso estudios señalan a Pekín como uno de los países con mayor potencia militar, solo por debajo de EE. UU. y Rusia. Entre el catálogo de armas chino hay misiles intercontinentales capaces cubrir distancias de 13000 kilómetros, pudiendo cruzar de China a EE.UU. (11640 km).
China también apunta a Biden
El secretario general de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, reconoció lo que viene siendo una opinión popular: “Todo el mundo ha reconocido que China está aumentando sus capacidades militares y que ha continuado con su comportamiento coercitivo”.
El funcionario mencionó que Pekín también está “expandiendo rápidamente su arsenal nuclear” y que es “opaco” a la hora de rendir cuentas sobre su modernización.
Esto también fue respondido por China, asegurando que la cifra de sus armas nucleares “no alcanza la magnitud de la que disponen los países de la OTAN” y que el régimen “siempre se ha adherido a no disparar este tipo de armamento primero bajo ninguna circunstancia”.
Por su puesto que los medios estatales chinos salieron a arremeter contra la organización, y para tensar aún más las relaciones diplomáticas, se refirieron al actual presidente estadounidense. “Biden viajó a Europa con la idea de contener a China en su cabeza. Pero los líderes europeos ven también oportunidades en China y no quieren una nueva Guerra Fría. Washington está moviendo los hilos para intensificar la confrontación y aislar a Pekín”, publicó Global Times.
El pronunciamiento llega para abultar el listado de relaciones diplomáticas pendientes de la Casa Blanca. Falta poco para que Biden se reúna con Vladimir Putin, al que anteriormente tildó de “asesino”. Pero con Xi Jinping aún no está a la vista ningún tipo de reunión.
Mercado asiático cae tras las advertencias de la OTAN
La retórica del comunismo chino no dejó de sugerir un posible conflicto en caso de que continúen los pronunciamientos de otros países. El mismo portavoz que habló ante la UE, instó a la OTAN a dar pasos que conduzcan “a la estabilidad internacional”. Entonces, cabe preguntarse si para China no pronunciarse es garantizar la estabilidad mundial ¿Qué podría significar si instancias internacionales siguen fijando posición?
Todo lo que viene ocurriendo afectó al índice de referencia de la Bolsa de Hong Kong, el Hang Seng, que tras el cierre de la cumbre registró pérdidas del 0,71 %. Además, todos los subíndices cerraron en negativo: Comercio e Industria (-0,3 %), Servicios (-0,6 %), Finanzas (-1,18 %) e Inmobiliaria (-1,21 %), registró EFE.
China, junto a Rusia, fueron los dos países que recibieron más atención en dicha cumbre. Ambos fueron catalogados como «regímenes autoritarios». Los objetivos de China incluso están trazados en una ruta bautizada como 14 ° Plan Quinquenal con metas a cumplir para el año 2035. El fin es llevar a ese país “hacia la construcción completa de un país socialista moderno”.