Los últimos dos años El Salvador ha experimentado un sistema de gobierno que dejó atrás la democracia para volverse autoritario. Las medidas ejecutadas por Nayib Bukele preocupan a la comunidad internacional por ser arbitrarias y alejarse del orden Constitucional. Una prueba de ello fue la destitución del fiscal y de los jueces de la Corte Constitucional el primer día que Asamblea Legislativa —de mayoría oficialista— tomó posesión de los curules.
Hay muchas otras señales del autoritarismo de Bukele. Ha quedado claro que no le gusta dialogar y mucho menos que le lleven la contraria. Las repercusiones han llevado a que El Salvador quede catalogado como una “democracia defectuosa” por el Índice de Democracia de la Unidad de Inteligencia de The Economist. Fue el único país de la región que quedó degradado de un régimen a otro.
Señala el informe que Bukele, ha parecido ignorar los controles y equilibrios de su gobierno, cuando en abril de 2020 desobedeció sentencias de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, que pidió respetar los derechos fundamentales en las medidas de cuarentena, ante las detenciones por circular en las calles. La acotación no es menor, con solo un tuit el mandatario ordenó al ministro de Defensa activar al ejército para de manera impositiva mantuviera a los ciudadanos en sus casas.
Con el pasar de los días se van sumando más decisiones que dejan al país en una posición frágil. Un breve repaso dará cuenta de ello.
Está bien Señor Presidente estableceremos un cerco sanitario en el Puerto La Libertad, tal y como usted lo ordena.
— René Francis Merino Monroy🇸🇻 (@merino_monroy) April 18, 2020
Ruptura con acuerdo de la OEA
El mandatario anunció la decisión de romper el acuerdo con la Organización de los Estados Americanos (OEA) que da vida a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES). Según Bukele, la organización “promueve la impunidad” a través del secretario general Luis Almagro.
La acusación se excusa en el nombramiento de Ernesto Muyshondt como asesor a la Secretaría General. Sobre el ex alcalde de San Salvador pesan dos procesos penales desde febrero de 2020 en los que Bukele ha puesto especial atención. Para Bukele detrás de “estas instituciones” hay ” basura y toda podredumbre” por eso creará una comisión aparte.
Muyshondt ha negado los cargos y ahora se encuentra detenido por orden del juzgado de San Salvador, instancia que está bajo las órdenes de la presidencia.
En estos momentos estamos trasladando al exalcalde de San Salvador Ernesto Muyshondt a las bartolinas, donde permanecerá en detención. pic.twitter.com/Yc0hvbjtxp
— PNC El Salvador (@PNCSV) June 5, 2021
Atentados contra medios y periodistas
Dos compañías de televisión de suscripción por cable e internet serán multadas con montos de hasta 500.000 dólares por no transmitir el discurso de Bukele desde la Asamblea por su segundo año en la presidencia. “Es una muestra clara del aparato ideológico tratando de controlar el Estado”, fue su acusación para exigir el castigo a las empresas Claro y Tigo.
La superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones dijo que los procesos se abrirán a ambos cable operadores porque el mensaje de Bukele era «interés nacional». Desde Claro y Tigo se pronunciaron para disculparse ante un mandatario que no ha dudado en atentar contra medios e incluso periodistas que no se someten a su línea política.
Muestra de ello son los famosos «sábados de bullying» donde a través de un tuit el presidente salvadoreño busca caldear los ánimos de sus seguidores para ir contra artículos e investigaciones que dañen su imagen. “Bukele confunde a los periodistas con su adversario, ya derrotó en las urnas a todos sus opositores, los medios es lo que le queda”, aseguró recientemente el periodista Sergio Arauz.
Golpe al sistema de gobierno
Así sin más, la Asamblea destituyó al fiscal y a jueces de la Corte Constitucional gracias al voto de 64 legisladores de los 84 que componen órgano legislativo. La Sala de lo Constitucional emitió un fallo en el que declaró inconstitucional decisión afirmando que esto incidirá negativamente en la aplicación de controles efectivos hacia el Órgano Ejecutivo y Legislativo.
La situación reflejo del autoritarismo de Bukele, es «la ambición de control total concretada» según Celia Medrano, candidata a la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). «Condenamos el atentado contra la democracia», señaló por su parte a Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).
La aprobación de Bukele llegó a 86,5 % de acuerdo a una encuesta de LPG Datos, la unidad de investigación del diario local ‘La Prensa Gráfica’. Sin embargo, esto no significa que el mandatario tenga luz verde para lo que resta de su estancia en la Casa Presidencial. Tal como indica un artículo de The New York Times, Bukele ha demostrado que estirará la tolerancia de los salvadoreños “hasta donde su popularidad se lo permita”.
Entrar con fusiles a la Asamblea
Ocurrió en febrero de 2020. Militarizó la Asamblea y presionó a los diputados para que le aprobaran un préstamo de 109 millones de dólares para financiar un supuesto plan contra pandillas. Afuera del edificio Bukele convocó a unos 5000 personas.
En un acto que pareció más guiado por el sensacionalismo y la publicidad, miró hacia los legisladores desde la silla reservada para el presidente de la Asamblea y dijo: “Ahora creo que está muy claro quién tiene el control de la situación”. Luego comenzó a “rezar” y afirmó que Dios acababa de hablarle y “pedirle paciencia”. Acto seguido, se retiró para pronunciar otro discurso ante sus seguidores que lo esperaban afuera.
Este episodio daba por sentado lo que se venía para El Salvador, la democracia parece que comenzaba a diluirse.
Cuarentena arbitraria
Por último pero no menos importante fue la medida impositiva de apresar a todo aquel que salía de su casa debido a la cuarentena. Quien no pudiera justificar su visita a la farmacia, supermercado o trabajo se arriesgaba a pasar varios días en centros de contención.
El pronunciamiento de la Sala de lo Constitucional contra el autoritarismo de Bukele no buscaba rechazar medidas de prevención, que de hecho se han aplicado en muchos países del mundo debido al coronavirus, sino hacerlo por las medidas legales enviando el proyecto a la Asamblea para convertirlo en ley.
Pero siendo Bukele, prefirió publicar un tuit exhortando al ministro de Defensa a establecer un cerco en Puerto de La Libertad. Un mandato que parece estar canalizado desde redes sociales. El titular de la cartera de defensa respondió con la frase “está bien, señor presidente”.
Este breve repaso da cuenta de lo que está atravesando el país mientras Bukele trata de mostrarse simpático y joven, con ideas supuestamente modernas que no son más que autoritarismo puro y duro.