Nuevamente un virus detectado en humanos es desestimado por el régimen de China. Esta vez se trata del primer caso diagnosticado en humanos de la gripe H10N3. El patógeno que normalmente se transmite entre aves saltó por primera vez hasta un ciudadano de 41 años en la provincia oriental de Jiangsu.
El pasado 23 de abril comenzó a padecer fiebre y cinco días después fue hospitalizado, según la Comisión Nacional de Sanidad de ese país. El comunicado agregó que se trata de una transmisión “accidental” y que el riesgo de una propagación a gran escala es “muy bajo”.
Hasta los momentos no hay certeza de cómo pudo haber pasado el virus de una especie a otra, la Comisión insistió con que “no se han detectado casos de H10N3 entre humanos en ningún lugar del mundo”. No es de extrañar que la novedad genere preocupación entre la opinión pública, China tiene historial de omitir detalles cuando se trata de virus.
No fue sino hasta el 20 de enero del año pasado cuando el régimen de Xi Jinping informó públicamente que el virus de COVID-19 era transmisible entre humanos. Eso ocurrió a pesar que expertos han denunciado señales tempranas de contagios mucho antes del anuncio oficial, como la esposa de un científico que habría muerto en diciembre de 2019, según investigaciones del Departamento de Estado reveladas por uno de sus colaboradores.
La institución de sanidad china parece haberle restado importancia al contagio por la gripe aviar H10N3, pero en paralelo recomendó a los ciudadanos no tener contacto con aves vivas o muertas, poner atención a la higiene alimentaria e ir a un médico si tienen fiebre o dificultades para respirar.
“Habrá COVID-26 y COVID-32”
El origen del COVID-19 sigue siendo un misterio, por eso la comunidad científica no para de presionar y advertir que si no hallan la respuesta, el mundo quedará expuesto a otras pandemias. Peter Hotez, codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, se pronunció al respecto.
“Habrá COVID-26 y COVID-32 a menos que comprendamos completamente los orígenes de COVID-19”.
El experto afirmó a NBC que Estados Unidos debe presionar a China para que permita una investigación con muestras de sangre de humanos y animales. Para Hotez una vía sería la imposición de más sanciones para Xi Jinping.
El período adecuado para un nuevo estudio sería de seis meses a un año, con un grupo integrado por científicos, epidemiólogos, virólogos y ecologistas de murciélagos en la provincia de Hubei, aseveró el médico estadounidense. El tiempo que recomienda resulta totalmente contrastante con las cuatro semanas que la OMS dio a su equipo para analizar el virus bajo la supervisión de China.
Tratado internacional contra pandemias
Diplomáticamente algunas fichas se están moviendo. Varios países respaldaron la idea de una tratado internacional para prevenir nuevas pandemias durante la reciente 74ª Asamblea Mundial de la Salud
Habría un sistema de financiación obligatorio para prevenir riesgos y dejaría al órgano supuestamente menos dependiente de los países que le hacen contribuciones. A partir del 29 de noviembre los 194 estados miembros de la OMS se reunirán para decidir si avanzan o no con la propuesta.
Sin embargo, no parecen haber expectativas a corto plazo. La agencia Reuters recordó que el Convenio Marco para el Control del Tabaco —el primer tratado de salud pública del mundo— se cerró en 2003 tras cuatro años de negociaciones.
Mientras eso se materializa, China sigue detectando nuevos virus sin que el resto del mundo sepa a ciencia cierta qué tan contagiosos son. De por sí en el país han surgido otras cepas como la H7N9 que dejó unos 616 muertos y contagió a 1668 personas entre 2016 y 2017, de acuerdo a datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.