No dejan de sorprender las revelaciones que rodean a Anthony Fauci respecto al origen del coronavirus. El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE. UU. (NIAID, en inglés) cobró fama por llevarle la contrario a Donald Trump desde que el virus comenzó a hacer estragos.
Antes afirmaba con vehemencia que su origen era natural; año y medio después dijo no estar seguro; luego admitió una financiación “modesta” al Instituto de Virología de Wuhan. Esta vez, en un nuevo capítulo, se dio a conocer un artículo con su firma donde defiende la investigación conocida como “ganancia de función”.
Fauci ha descrito la técnica, se trata de «tomar un virus que podría infectar a los humanos y hacerlo más transmisible y / o patógeno para los humanos». Durante una audiencia con el subcomité de Asignaciones de la Cámara de Representantes negó categóricamente que los 600.000 dólares asignados al laboratorio chino se hayan destinado a ese tipo de investigación.
Pero el artículo publicado por Sociedad Americana de Microbiología podría arrojar pistas de una conducta diferente por parte del médico estadounidense.
“Los beneficios superan los riesgos”
“Los científicos que trabajan en este campo podrían decir, como de hecho he dicho, que los beneficios de tales experimentos y el conocimiento resultante superan los riesgos”, escribió Fauci en la publicación referida al tipo de investigación sobre virus de la influenza H5N1. No conforme con esto, se justificó asegurando que la investigación debe realizarse antes que la naturaleza se adelante.
“Es más probable que ocurra una pandemia en la naturaleza, y la necesidad de adelantarse a tal amenaza es la razón principal para realizar un experimento que podría parecer arriesgado”.
El senador republicano de Kentucky, Rand Paul, presionó al médico durante la más reciente audiencia sobre el dinero de los contribuyentes estadounidenses que fueron a parar al laboratorio de Wuhan, China. En ese momento, Fauci rechazó que el nuevo virus haya sido el resultado de la subvención del NIAID.
BOMBSHELL! Dr Fauci in 2012 wrote that “gain of function” research to juice up bat viruses was worth risking a pandemic: “the benefits of such experiments and the resulting knowledge outweigh the risks. It is more likely that a pandemic would occur in nature” @SharriMarkson scoop https://t.co/S7ILuzgnNw pic.twitter.com/iwyPCPctId
— Miranda Devine (@mirandadevine) May 28, 2021
Casualmente hace pocos días The Wall Street Journal reveló un cable de inteligencia estadounidenses sobre tres investigadores del instituto chino que en noviembre de 2019 se enfermaron con síntomas similares al COVID-19.
Doble discurso
Desde el Congreso están exigiendo el despido del director del NIAID por las inconsistencias en su discurso. “¿Cómo sabes que no te mintieron y usaron el dinero para obtener ganancias de investigación de funciones de todos modos?”, insistió el senador republicano John Kennedy, a lo que Fauci respondió: “Nunca se sabe”, pero insistió que los científicos son “confiables”.
Tantas idas y vueltas merecieron que Joe Biden pidiera una investigación sobre los orígenes del virus, dio 90 días a las agencias de inteligencia para dar respuesta. “Estados Unidos también seguirá trabajando con socios de ideas afines en todo el mundo para presionar a China, de modo que participe en una investigación internacional completa”, dijo.
También está el argumento de Nicholas Wade, periodista y exescritor científico del New York Times. En un artículo titulado “Origen de Covid: siguiendo las pistas” mencionó que desde junio de 2014 hasta mayo de 2019, EcoHealth Alliance recibió una subvención del NIAID, parte de los Institutos Nacionales de Salud, “para realizar una investigación de ganancia de función con coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan”.
Las incongruencias del científico ocurren cuando la hipótesis de una fuga de laboratorio se está volviendo cada vez más popular. Entretanto, el régimen comunista chino —en otro intento más por zafarse de los señalamientos— se pronunció citando la posibilidad como “una mentira flagrante” de las supuestas “élites estadounidenses”.