Joe Biden cedió ante las críticas de su partido. Aunque el presidente de EE. UU. había dicho que el límite de refugiados que iba a recibir el país se mantendría en 15000, tan solo dos semanas después lo subió a 62500 para lo que resta del año fiscal 2021, con la promesa de aumentarlo a 125.000 para el año fiscal 2022.
El límite inicial se estableció durante la administración de Donald Trump y hasta mediados de abril era una de las pocas medidas que Biden mantenía. El límite establece históricamente la cantidad de personas que puede ingresar al país desde el resto del mundo en calidad de refugiados.
Sin embargo, cuando Biden hizo aquel anuncio se convirtió en blanco de críticas por parte de congresistas y organizaciones demócratas. Como resultado, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, salió a decir que el anuncio había generado “cierta confusión”, que el límite final de refugiados para el año se establecería para el 15 de mayo.
“Inconcebible” fue el calificativo que usó la congresista demócrata Pramila Jayapal al criticar la decisión por no elevar el “límite de refugiados dañino, xenófobo y racista” de Trump. Alexandria Ocasi-Cortez dijo que era “total y absolutamente inaceptable”. Ambas forman parte del “escuadrón”, el grupo progresista de mujeres que impulsa cambios en EE. UU. apegados a la línea de izquierda. Grupos de refugiados también dijeron sentirse frustrados. El senador demócrata por Connecticut, Richard Blumenthal, dijo que Biden había sucumbido al “miedo”.
Pero Stephen Miller, asesor de la Casa Blanca durante el gobierno de Trump aportaba una visión diferente. Mantener el límite reflejaba en ese momento “la conciencia del equipo de Biden de que la inundación fronteriza causará pérdidas récord a mitad de período”.
La advertencia de Trump
El actual mandatario aún no logra resolver la crisis por los miles de migrantes que están llegando por la frontera sur de EE. UU. producto de la flexibilización de políticas y de sus promesas cuando era candidato.
Puede que por esa razón haya decidido no aumentar el límite de refugiados a pesar de ser grupos diferentes. Quienes llegan a la frontera buscan asilo, en cambio, los refugiados son examinados antes de llegar al país. Más allá de eso, el dilema se mantiene.
Ambos temas provocaron que Biden tuviera un enfoque cauteloso para no parecer “demasiado abierto” o “blando”, admitió un funcionario estadounidense que declaró a Reuters.
De hecho, cuando Biden tuvo que rectificar, admitió que la negativa a aumentar el límite se debía a que “la parte” de los refugiados estaba trabajando en la crisis que terminó en la frontera con los jóvenes. “No podíamos hacer las dos cosas a la vez”, afirmó.
Durante su campaña por la reelección, Trump advirtió sobre la apertura de fronteras estadounidenses a refugiados y solicitantes de asilo. Su decisión de establecer el límite en 15000 estuvo amparado en la pandemia por COVID-19 y en el resguardo de la ciudadanía estadounidense, de acuerdo al Departamento de Estado.
Meses después de la advertencia del ahora expresidente, Biden asegura que para el año fiscal 2022 espera recibir 125.000 admisiones de refugiados. La cifra casi equipara los 172.331 migrantes que cruzaron la frontera sur solo en marzo.
La reputación de Biden
Las críticas no acabaron en abril. El grupo de defensa de los refugiados del Comité Internacional de Rescate calificó la acción de Biden como “una retirada inquietante e injustificada”.
Aseguraron que “está en camino de reasentar al menor número de refugiados de cualquier presidente en la historia de Estados Unidos”. Esto contrasta con su promesa de campaña, recibida con aplausos por sus electores demócratas. En pocas palabras, Biden perdería aceptación.
Con su nueva decisión se excusó diciendo que será difícil alcanzar el límite anual, y culpó al “daño hecho por el Gobierno de Trump”.
EE. UU. aceptará hasta 22000 refugiados de África, 13000 del Cercano Oriente y Asia Meridional, 6000 del Este de Asia, 5000 de América Latina y 4000 de Europa y Asia Central, de acuerdo al conteo de Fox News.