Leyenda: Nueva York perdió un asiento en el Congreso porque le faltaron 89 habitantes. Archivo.
El último censo de Estados Unidos no solo determinó el porcentaje de crecimiento en cantidad de habitantes, también demostró que el mapa electoral cambiará para las próximas elecciones. Tanto las de medio término en 2022, como las presidenciales para 2024.
Esto supone que ambos partidos políticos deberán basar su estrategia en la nueva distribución. Texas y Florida tendrán más votos del Colegio Electoral, encargado de elegir al presidente y vicepresidente. Es decir, la delegación de la Cámara de Representantes de Texas crecerá a 38 miembros, lo que significa que tendrá 40 votos electorales. Y Florida tendrá 30 votos electorales, uno más que en 2020, explica Washintong Examiner.
Los republicanos podrían verse beneficiados con el cambio dentro de estos dos estados. Aunque los demócratas están buscando alternativas para no quedarse atrás. El senador Ted Cruz advirtió recientemente sobre la jugada que abarca desde sumar un nuevo estado hasta federalizar las elecciones. «Cambiar las reglas para permanecer en el poder», fue la frase usada por el senador en rueda de prensa desde las afueras de la Corte Suprema.
Texas y Florida son abiertamente republicanos. Ambos eligieron a Donald Trump como presidente para el período 2020-2024, por eso, los expertos indican que la tendencia se mantendrá. La influencia latina en Florida se ha inclinado por el pensamiento conservador debido a que muchos son sobrevivientes de dictaduras socialistas como la cubana y venezolana.
A la par ocurre algo interesante: Michigan y Pensilvania (ambos inclinados a favor de Joe Biden) están perdiendo un voto electoral, podrían tener menos relevancia en 2024.
Lo que pasará en el Congreso
La explicación es sencilla: Los 538 votos del Colegio Electoral se dividen entre los 50 estados según la población. Lo mismo pasa con la Cámara de representantes y sus 435 escaños.
Los escaños se reasignan cada 10 años después del conteo del censo decenal. Esta vez, el resultado fue que EEUU cuenta con 331,449,281 millones de personas, el aumento fue de 7,4 % respecto al año 2010, reveló la Oficina del Censo. Medios reseñan que se trata del segundo crecimiento más lento de cualquier década en la historia del país.
Así quedaron los cambios del mapa electoral respecto a los escaños en el Congreso, de acuerdo al reporte de Reuters:
- Texas recibirá dos escaños más el próximo año.
- Cinco estados (Florida, Carolina del Norte, Colorado, Montana y Oregón) obtendrán un escaño cada uno. En este caso Oregón ganó un nuevo voto electoral.
- Nueva York, California, Illinois, Michigan, Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental perderán un asiento cada uno.
- California, el estado más poblado de Estados Unidos, perdió un escaño en el Congreso por primera vez en sus 170 años de historia.
- Si Nueva York tuviera 89 personas más en el censo, por ejemplo, habría mantenido un asiento. Ahora fue reasignado a Minnesota.
El camino para EEUU
Lo más determinante por ahora son las elecciones de medio término de 2022. Allí se renovarán todos los asientos de la Cámara de Representantes, 33 o 34 del Senado y 34 gobernaciones de los 50 totales.
Aunque Estados Unidos pasó recientemente por unas elecciones presidenciales, nuevamente las artillerías se preparan para el próximo año. A poco de cumplir sus primeros 100 días como presidente, las decisiones de Joe Biden muestran a la población estadounidense el rumbo que podría tomar el país de verse reforzado el bando demócrata.
Hace pocos días la actual presidente de la Cámara baja, Nancy Pelosi, ofreció una rueda de prensa luego de que la instancia aprobara un proyecto de Ley para convertir al Distrito de Columbia en el estado 51. Lo calificó como «un paso significativo» a pesar que el proyecto aún no está aprobado por el Senado.
Paralelamente, la Corte Suprema está siendo “examinada” por una comisión que determinará si es necesario sumar más jueces, el resultado será revisado por Joe Biden. La nueva distribución del mapa electoral será decisiva para el país, ya que determinará las acciones que puedan tomar o no desde la Casa Blanca y el Capitolio.