Tres países de América Latina se han convertido en el principal proveedor de carne a China, cuyo régimen está buscando solventar la alta demanda interna de alimentos básicos para su población. A esto se suma el rubro de los productos lácteos. Tanta es la demanda en el país asiático que ha provocado el aumento de precios en el mercado global.
Los últimos días ha sido noticia cómo el Dragón Rojo se está abasteciendo en gran medida de las importaciones. Ahora, se ha convertido en el principal comprador de maíz a Estados Unidos y ha aumentado en más de 110 % la compra de café, té y especias a Colombia.
Para entender el tema de la importación de carne hay que remitirse a los números. El 70 % de la carne que importa China viene de Brasil, Argentina y Uruguay. En enero, China importó 94200 toneladas de carne bovina desde Brasil (77 % más que en enero 2020); seguido por Argentina con 55611 toneladas (58 %) y Uruguay con 33514 toneladas (84 % más).
Otra cifra no menos importante, es que las importaciones desde Estados Unidos, subieron 535 % en comparación a enero de 2020. Estos indicadores fueron publicados por Lautaro Pérez Rocha, gerente de mercadeo del Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC).
CHINA: importaciones de carne bovina alcanzaron récord histórico mensual en enero 2021, totalizando 235.677 toneladas, +36% vs enero 2020. Crece Mercosur y USA, baja NZ/Aus. En valor, sumaron USD 1.105 millones, +12%. En carne ovina, el vol cae 50% por menor oferta Oceanía. pic.twitter.com/KO7G1fQlsO
— Lautaro Perez Rocha (@AxisAgri) March 22, 2021
En total la importación de carne bovina llegó a un récord de 235.677 toneladas. Es decir, 36 % más en comparación al año pasado. Para mostrarlo desde otra perspectiva: las compras chinas significaron el 52 % de las divisas que entraron a Uruguay gracias a la exportación de carnes. Es decir, 160 millones de dólares de 308 millones de dólares totales.
Gran demanda de productos lácteos
Alrededor del 96 % de la población china cree que el consumo de lácteos puede ayudar a mejorar la inmunidad, algo muy oportuno en el último año por la pandemia de COVID-19. Para mediados de junio del 2020, hubo una fuerte demanda de leche entera en polvo que provocó un aumento del 14 % en el precio, alcanzando los 3208 dólares por tonelada.
Pero la cifra mundial subió hasta los 4085 dólares por tonelada en una subasta quincenal de Fonterra, el mayor exportador de lácteos del mundo. Las importaciones chinas de leche fluida, principalmente leche UHT preenvasada, se pronostican en 980.000 toneladas métricas en 2021, un aumento del 5 %. La Unión Europea (UE) sigue siendo el mayor proveedor, seguida de Nueva Zelanda, reseñó el portal argentino Todo Lechería.
Esta carrera de China por los productos lácteos también fue registrada por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en 2019, es decir, China ha mantenido el alza de su demanda durante los últimos años. En aquel momento las cantidades importadas arrojaron en enero de 2019 un 17,3 % mayor que en el mismo mes de 2018.
Aumentan los precios globales
La gran demanda de China es uno de los factores que contribuye al alza de los precios de alimentos en todo el mundo. Esto ha llevado a distintos medios a referirse nuevamente a un nuevo “superciclo de commodities”. La frase surgió a inicios de siglo cuando el precio de muchas materias primas aumentó de una manera sin precedentes.
Justamente el índice de precios de los alimentos de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación) aumentó 10 % anual en enero de este año, el mayor nivel desde julio de 2014, indicó El Clarín.
¿Qué lo provoca? En parte, la demanda china de alimentos tras recuperarse económicamente de la pandemia. En el último trimestre del año, entre octubre y diciembre de 2020, la economía china creció un 6,5 %. Eso le ha permitido acceder a productos de otras naciones.
Sin embargo, el país también posee sus propios problemas internos que le impiden recurrir completamente a la producción nacional, como los suelos inutilizados por inundaciones y por el gran uso de productos químicos. Estos problemas aún no tienen solución, por eso China mira hacia el mercado internacional, presionando cada vez la demanda e incidiendo en los precios globales.