Militares y funcionarios policiales de México, Honduras y Guatemala se movilizarán hasta sus respectivas fronteras en Centroamérica luego de un acuerdo con Estados Unidos para frenar la migración irregular. La medida anunciada por el Gobierno de Joe Biden demuestra que la cantidad de migrantes no es tan normal como la quiso hacer ver el mandatario en su última rueda de prensa.
“El objetivo es hacer más difícil el viaje y hacer que cruzar las fronteras sea más difícil”, fueron las declaraciones de la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Los retos son grandes para la administración estadounidense. La cantidad de personas que cruzaron la frontera pasó de 78444 en enero a 172331 en marzo, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés). Sin embargo, los números corresponden a aquellas personas detectadas por las autoridades. Se desconoce cuántas lograron pasar sin ser registradas.
Los tres países avanzarán de esta manera con efectivos en sus fronteras, según el anuncio:
- México mantendrá 10000 efectivos en su frontera sur para así duplicar la presencia y disuadir a los migrantes.
- Guatemala aumentó en 1500 el personal policial y militar en su frontera sur con Honduras y accedió a establecer 12 puntos de control a lo largo de la ruta migratoria.
- Honduras destinó 7000 policías y militares para dispersar a los migrantes.
Reformas erróneas
En medio de la crisis y de los gastos millonarios para contenerla, se dio a conocer que Roberta Jacobson dejará el cargo como coordinadora para la frontera con México. La funcionaria reiteró que su compromiso con Biden era temporal.
Aunque negó que su renuncia se deba a los altos números de migrantes, su salida ocurre cuando el Gobierno estadounidense enfrenta fuertes críticas por su agenda y las reformas implementadas. Aquellos que deseaban migrar a EE. UU. vieron un incentivo, esperanzados en llegar al país y de alguna manera lograr posteriormente la ciudadanía.
Entre los planes de Biden está la aprobación de la Ley de Ciudadanía Estadounidense 2021 (U.S. Citizenship Act of 2021, en inglés) para regularizar a 11 millones de inmigrantes. Esta deberá pasar por la aprobación del Congreso para ser ejecutada.
Pero previamente se han producido otros cambios, y ahí es donde los migrantes irregulares ven la oportunidad de ser acogidos. Todas estas nuevas políticas fueron enumeradas por el Comité de Estudio Republicano en un detallado informe.
Justamente ese informe detalla que Biden revocó una orden ejecutiva del expresidente Donald Trump que permitía a los agentes federales delegar a las fuerzas del orden público estatales y locales para ayudar con la aplicación de la ley de inmigración cuando se vean forzados. La consecuencia, de acuerdo al informe, es que los estados se quedarán con menos recursos para combatir la trata de personas.
Tras la puesta en práctica de estas reformas, Biden tuvo que cambiar su discurso para desalentar a los migrantes. “No vengan”, fue la frase del presidente de EE. UU. que ahora recuerdan una y otra vez los medios.
¿Proteger a niños migrantes?
Una asesora de Biden en temas de inmigración, llamada Tyler Moran, argumentó en declaraciones a la cadena MSNBC que los nuevos pactos con México, Honduras y Guatemala “no solo evitarán que los traficantes de personas y los cárteles puedan aprovecharse de los menores que se dirigen aquí, sino que también protegerán a esos niños”.
Pero no se trataría solo de poner más policías y militares en las fronteras para “proteger a los niños”, porque hay otro tema de fondo. El Gobierno de Biden dejó claro hace meses que todos los menores de edad no acompañados por adultos serán admitidos en EE. UU. mientras esperan una audiencia ante el juez
“Ellos son niños vulnerables y hemos terminado con la práctica de la Administración pasada de expulsarlos”, afirmó el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, en declaraciones replicadas por France 24. Los menores no acompañados que cruzaron la frontera pasaron de 9431 en febrero a 18890 en marzo, según la CBP.
Usar a menores de edad es una técnica que estarían empleando los cárteles criminales para entrar a EE. UU. sin problemas. Si un adulto pasa con dos niños, los cárteles de la droga irrumpen exigiendo que preste a alguno de ellos, según una denuncia del alguacil del condado de Hidalgo, Texas, J.E. «Eddie» Guerra.
La asesora Tyler Moran detalló un plan de dos partes ante toda la situación migratoria: abordar las causas fundamentales de la migración y acelerar el procesamiento de menores detenidos. En las manos de Kamala Harris y de Joe Biden quedará solventar un problema que ya ocupa gran parte de la agenda oficial.