La aventurada ampliación de la Corte Suprema de Estados Unidos parece una posibilidad ahora que la administración de Joe Biden está aplicando un conjunto de reformas, que van desde la economía hasta las políticas migratorias.
Una comisión académicos, exjueces federales, abogados y defensores de la reforma se encargará de hacer el análisis de la situación actual de la Corte. Luego deberán emitir un informe sobre sus hallazgos en un plazo de seis meses.
El anuncio lo hizo el mismo Joe Biden, asegurando que el objetivo de este grupo tomará en cuenta “los principales argumentos en el debate público contemporáneo”. La novedad coincide con la exigencia que la congresista Alexandria Ocasio-Cortez hizo en octubre del año pasado cuando fue juramentada la nueva juez conservadora Amy Coney Barrett.
“Los republicanos hacen esto porque no creen que los demócratas tengamos las agallas para jugar duro como ellos”, dijo en retaliación por el nombramiento de Barrett, quien fue nominada por el expresidente Donald Trump y confirmada pocos días antes de las elecciones. Las intenciones eran evidentes.
Además del número de jueces, hay otros aspectos que analizará dicha comisión para la reforma de la Corte Suprema:
- Período del mandato de los jueces, que actualmente es vitalicio a menos que decidan jubilarse.
- Cantidad de magistrados.
- Temas sobre los que se pronuncia la Corte
- Posibles cambios en el proceso de nominación y confirmación.
“Falsa legitimidad”
La Corte Suprema en Estados Unidos tiene nueve jueces, pero los demócratas tienen la intención de ampliar ese número porque ahora seis de nueve jueces son conservadores, algo que no agrada al caucus.
En efecto hay objeciones desde el bando republicano. El líder de la bancada en el Senado, Mitch McConnell, explicó que se trata de un “asalto directo al poder judicial independiente”.
“Es solo un intento de disfrazar esos ataques en curso con una falsa legitimidad”
This new court-packing commission is not some serious pivot away from Democrats’ political attacks on the Court. It’s just an attempt to clothe those attacks in fake legitimacy.
My full statement: pic.twitter.com/qX639r68M3
— Leader McConnell (@LeaderMcConnell) April 9, 2021
Estados Unidos se aproxima a las elecciones de medio término, en las que se renovarán la totalidad de escaños en la Cámara de Representantes y 34 escaños del Senado. La nueva reforma de la Corte Suprema que considera Biden podría tornarse tensa porque es necesario que pase por la aprobación del Congreso. Por el momento los demócratas mantienen una ajustada ventaja en ambas cámaras.
Las contradicciones
Stephen Breyer es el juez de mayor edad designado por un presidente demócrata. Él advierte que la autoridad de la Corte Suprema de EE. UU. se basa en “la confianza de que se guía por principios legales, no políticos”.
“La alteración estructural motivada por la percepción de influencia política sólo puede alimentar esa última percepción, erosionando aún más esa confianza”, dijo el magistrado de 82 años.
Cabe recordar que en octubre del año pasado, cuando aún era candidato, Biden no consideraba ampliar el número de jueces. Durante una entrevista afirmó que “no era un fanático” de aplicar tal reforma.
“Ya he hablado: no soy un fanático de empacar en la cancha, pero no quiero salirme de ese tema. Quiero mantenerme concentrado”, dijo.
La comisión que hará el estudio está conformada por 36 personas, el listado fue publicado por la Casa Blanca. Resta ver qué pasará dentro de seis meses cuando se conozcan los resultados del análisis y si el Congreso aprobará una reforma que podría transformar el sistema judicial estadounidense.