El boicot de China que inició hace unos días contra marcas de ropa y calzado extranjeras parece no tener fin. H&M, Nike y Adidas continúan siendo vetadas de cuanta plataforma tecnológica exista en el gigante asiático.
Todo comenzó porque la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Canadá y Reino Unido impusieron sanciones contra funcionarios chinos por el abuso a los derecho humanos en la región de Xinjiang. La respuesta de China fue ir contra marcas que en algún momento se pronunciaron contra el uso del algodón proveniente de esa región, donde la minoría musulmana uigur padece torturas y es sometida a trabajos forzados, según investigaciones previas.
H&M desapareció los primeros días de las plataformas de comercio electrónico, sumado a los ataques que comenzó a recibir en la red social Weibo. Oficialmente el régimen de Xi Jinping no se ha pronunciado, pero las represalias han ido en aumento por distintos canales.
Didi Chuxing, la principal aplicación de transporte privado en China, eliminó a la marca de ropa sueca de su lista de búsquedas. De acuerdo con un reporte de Reuters, la cadena no aparece en la aplicación para las principales ciudades de China. A pesar de tener más 400 tiendas, tampoco aparece en Apple Maps, un servicio de mapas proporcionado por Apple Inc.
Dentro del boicot de China, el gigante tecnológico Huawei eliminó a Nike y Adidas de su tienda de aplicaciones. La empresa es propiedad del régimen chino. Burberry, la marca de ropa de lujo, perdió a su principal embajador en ese país como parte de las mismas medidas.
La reacción de las marcas respecto al trabajo forzado en Xinjiang ha sido diversa. A pesar de que organizaciones internacionales han rechazado lo que ahí ocurre, algunas marcas como Hugo Boss y Asics han dicho que seguirán usando el algodón de esa región amparándose en “la soberanía e integridad territorial de China”.
¿Apoyo o presión?
“El algodón de Xinjiang es uno de los mejores del mundo (…). Seguiremos comprando y apoyando el algodón de Xinjiang”, este fue parte del comunicado de Hugo Boss, publicado en Weibo. Sin embargo, la posición de la marca parecía ser otra.
Representantes de la compañía aseguraron a NBC en septiembre de 2020 que habían pedido a todos los proveedores del mundo que demostraran que sus productos no provenían de Xinjiang. El portal detalla que la empresa dijo en un comunicado que Luthai Group —fabricante global de telas— le había “asegurado” que ningún algodón de Xinjiang se había introducido en la ropa de la marca.
El cambio de postura de la marca va de la mano con la posición de Asics. La marca japonesa indicó que sus cadenas de suministro locales incluyen algodón procedente de Xinjiang y, al igual que Hugo Boss, aseguró que seguirán “comprando y apoyando” el algodón de esa región.
En términos económicos, 10 % de las ventas de Hugo Boss a nivel mundial proceden de China, país que considera una “prioridad clave”, mientras que en el caso de Asics la cifra asciende al 12 %, indica EFE.
A las dos marcas anteriores se suma Zara. La cadena de tiendas española había emitido un comunicado a través de su casa matriz, Inditex, defendiendo que no tenía relaciones con ninguna fábrica en Xinjiang. Su comunicado desapareció del sitio web ante el boicot de China. Como en internet todo permanece, el texto aún puede leerse en Wayback Machine, una especie de archivo de páginas web.
Por su parte, la marca Fila emite declaraciones diferentes. La división italiana dijo que está revisando su cadena de suministro después de ver informes de trabajo forzoso en Xinjiang en 2020, reseñó Fortune. Pero la división china se retiró de una asociación que en 2020 dejó de aprobar el algodón de esa región.
Un informe contundente
El sometimiento que mantiene China sobre los uigures cuenta con registros, datos y pronunciamientos de distintos países. Estados Unidos es quizás uno de los que ha sido más firme en su posición. Antes de salir del cargo, el entonces secretario de Estado, Mike Pompeo, calificó como “genocidio” lo que Xi Jinping hace en Xinjiang. Eso le valió sanciones a él y otros 27 funcionarios.
A finales del año pasado salió publicado otro informe que de cierta manera, movió el piso a las marcas. El Instituto de Política Estratégica Australiana (ASPI) publicó que el régimen chino estaría enviando a los uigures detenidos a fábricas que abastecen a algunas de las marcas más grandes del mundo.
El instituto identificó en su informe 27 fábricas en nueve provincias chinas que utilizan mano de obra uigur transferida desde Xinjiang desde 2017. Esas fábricas afirman ser parte de la cadena de suministro de 82 marcas mundiales reconocidas. Algunas marcas citadas son Nike, Victoria’s Secret, Adidas, Fila, Nike, Zara y Volkswagen.
Las condiciones no son menos que abusivas, según la investigación. Adoctrinamiento político, puestos de guardia de la policía en las fábricas y prohibición de las prácticas religiosas son algunas de las represalias hacia los “trabajadores”.
Empresas como Uniqlo, Gap Inc. son otras marcas que dicen estar a favor de la política de “tolerancia cero” hacia el trabajo forzado. Sin embargo, el boicot de China parece no detenerse.