Juan Guaidó comenzó su interinato en enero de 2019 con promesas y expectativas. El objetivo final era poner fin al régimen de Maduro e iniciar un proceso de transición que llevara a elecciones libres, así lo plasmaba el Estatuto de Transición.
Los venezolanos —sobrevivientes de una crisis sin precedentes— celebraron cuando Guaidó prestó juramento desde una plaza ubicada en Caracas. Por fin veían una luz al final del túnel. Sin embargo, esta se fue apagando. El norte de la oposición venezolana comenzó a girar hacia otro rumbo, inclusive haciendo cambios al Estatuto que dejó de lado el cese de la usurpación y fue criticado por parte de la oposición.
Dentro de la ruta original, el líder opositor había planteado algunas técnicas, como invocar el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para solicitar asistencia militar a otros países de la región, sacar a Maduro de la presidencia y volver a la democracia.
El gobierno interino de Guaidó aseguraba en febrero de 2020 que iba a presentar ante el TIAR pruebas de los vínculos del régimen de Maduro con grupos terroristas. Sin embargo, la promesa de lograr avances a través del acuerdo que hoy integran 17 países no ocurrió. Al menos no de momento.
Mañana vamos a la Asamblea Nacional a seguir trabajando por Venezuela.
Nuestra ruta comenzó desde el parlamento gracias a la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano. Vamos a continuar ejerciendo nuestro compromiso por la Libertad desde los espacios que nos pertenecen. pic.twitter.com/XFrnFLfgeo
— Juan Guaidó (@jguaido) May 7, 2019
Otra promesa fue la activación del llamado Principio de Responsabilidad para Proteger (R2P). Guaidó lo solicitó ante las delegaciones de 36 países, en el marco de la 75° Asamblea General de la ONU, pero ahí quedó. No hubo avances. Además, el dirigente Leopoldo López, uno de los voceros del Gobierno interino, lo descartó.
Intervención no ejecutada
Originalmente 21 países eran parte del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca creado en 1947, pero algunos salieron con el tiempo, entre esos estuvo Venezuela que se retiró en 2012 hasta 2019 cuando la Asamblea Nacional, entonces de mayoría opositora, aprobó el reingreso.
Para ese año Guiadó era reconocido por unos 50 países y el TIAR figuraba como un acuerdo que fortalecería su posición y sus acciones en beneficio del país.
Entonces, la asistencia pedida por el entonces presidente interino podía abarcar desde la ruptura de las relaciones diplomáticas y las sanciones económicas, hasta una posible intervención militar en defensa del gobierno de Guaidó, indicaba Infobae.
Unos 12 países respondieron a la solicitud de Guaidó y decidieron convocar una reunión de los ministros de Exteriores de las naciones firmantes del TIAR. Según una nota de EFE, estos supuestamente iban a decidir cómo presionar a Maduro y determinar si rompían las relaciones diplomáticas y económicas, o si iban más lejos y decretaban un bloqueo al transporte naval y aéreo.
Según Juan Guaidó, esto iba a presionar a la dictadura, al trabajar con la justicia internacional y “enjuiciar” a los funcionarios vinculados al terrorismo y al narcotráfico.
La última novedad tan solo se supo en febrero del año pasado, cuando el opositor dijo que presentaría ante el TIAR pruebas de la relación del régimen de Maduro con grupos terroristas. El nexo ha sido expuesto en otros informes y pronunciamientos de organizaciones independientes, pero esta denuncia de parte de Guaidó no ha registrado nuevos avances.
Cero responsabilidad de protección
A la par del TIAR también estuvo el pedido de la Responsabilidad para Proteger (R2P) que ya ha sido calificado como “una mentira” según expertos. La OEA y la ONU estarían “plagadas de socialistas” bajo la nómina del foro de San Pablo y este mismo régimen. Así lo afirmó el abogado Juan Carlos Sosa Azpúrua a PanAm Post en una entrevista reciente.
“Hoy les pido a todos los representantes de Estados miembros que asuman la responsabilidad de asistir al Gobierno legítimo de Venezuela en su misión de proteger al pueblo venezolano, y considerar una estrategia que contemple escenarios luego de agotada la vía diplomática. Ha llegado el momento de acciones oportunas y decisivas”, las palabra pertenecen Guaidó en Asamblea General de la ONU.
Pero las acciones oportunidad y decisivas habrían quedado solo en aquel discurso, mientras que el régimen sigue atornillado en el poder. Por el contrario, el presidente interino ve cómo algunos países marcan distancia tras las elecciones donde el chavismo se apoderó de la Asamblea Nacional venezolana.
Panamá, República Dominicana y la Unión Europea tomaron decisiones similares al quitar las credenciales de uno de sus embajadores, evitar llamarlo presidente interino o directamente quitarle el reconocimiento como autoridad.
La solicitud de la doctrina R2P tampoco ha arrojado resultados si recordamos que el presidente interino lo solicitó para proteger los derechos humanos de los venezolanos, quienes siguen sobreviviendo en medio de un escenario hostil con poco acceso a recursos básicos, una economía devaluada y una disputa política que parece no tener fin.