En Dakota del Sur las órdenes ejecutivas de Joe Biden podrían quedar anuladas. En ese estado presentaron un proyecto de ley ante en la Cámara de Representantes de Dakota del Sur para revisar o dejar sin efecto órdenes que atenten contra los derechos de las personas o rayen en la inconstitucionalidad.
De esta manera, Dakota del Sur se planta ante el nuevo presidente de EE. UU., siguiendo una línea firme que ha sido trazada desde la gobernación con Kristi Noem. La funcionaria, de políticas conversadoras, se ha pronunciado contra medidas como el cierre obligatorio de negocios por el COVID-19, por atentar contra la economía de sus ciudadanos.
El proceso para anular una orden ejecutiva pasaría por varias etapas. Comienza con una revisión por parte del Consejo Ejecutivo de la Junta de Investigación Legislativa, luego este Consejo lo remite al fiscal general y al gobernador. Posteriormente el fiscal general, Jason Ravnsborg, puede examinar la orden para determinar si el estado puede solicitar una exención o declararla inconstitucional, explica Daily Wire.
Dakota del Sur podría quedar eximida de leyes u órdenes de Biden relacionadas a temas como la pandemia u otra emergencia de salud pública, regulación de los recursos naturales, regulación de la industria agrícola y otras indicadas en el proyecto de ley.
Aaron Aylward, miembro de la Cámara de Representantes de Dakota del Sur, asegura que el Congreso ha “abdicado” su poder en los últimos años. “Este proyecto de ley simplemente establece un proceso para anular actos que serían inconstitucionales. Al observar la Constitución de los Estados Unidos, el presidente solo tiene los poderes que se establecen en el artículo II”, dijo. Si el proyecto se aprobara, “devolvería a Dakota del Sur gran parte de su poder”, afirmó Aylward.
Una férrea opositora
La gobernadora Kristi Noem se ha caracterizado por oponerse al ‘status quo‘ sobre medidas de bloqueo por la pandemia. En contraste, ofrece información a los ciudadanos para que asuman la responsabilidad personal de su salud. Así lo plasmó en diciembre del año pasado en un artículo publicado por The Wall Street Journal.
“Algunos propondrán aumentos de impuestos. Otros se endeudarán más y algunos se verán obligados a realizar recortes presupuestarios significativos”, escribió haciendo alusión a otros gobernadores.
El texto continúa con argumentos de que en lugar de seguir el paquete y exigir reglas estrictas, Dakota del Sur brinda a los residentes información sobre lo que está sucediendo en el terreno en nuestro estado: la ciencia, los hechos y los datos. “Luego, pedimos a todos los habitantes de Dakota del Sur que asuman la responsabilidad personal de su salud, la salud de sus seres queridos y, a su vez, la salud de nuestras comunidades”.
Noem también se opone al uso obligatorio de mascarillas. De hecho, el legislador Aaron Aylward explica que una orden de uso en todo el país también podría ser anulada amparándose en los derechos constitucionales.
“Esto se refiere a nuestros derechos que están protegidos por la Constitución de los Estados Unidos. Si el presidente ordenara un mandato de máscara a nivel nacional, iría en contra del poder establecido en el artículo II, y también iría en contra de la protección de los derechos que pueden estar bajo las enmiendas novena y décima”.
El presidente Biden comenzó su gobierno dictando medidas como la orden de revocar el permiso presidencial para el proyecto de extensión del oleoducto Keystone XL. El resultado fue la eliminación de 52000 empleos estadounidenses tan solo en el primer día de su gestión. También suspendió el Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) con El Salvador, Guatemala y Honduras que regulaba las solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Las decisiones en sus primeros días de gobierno trazan la ruta de Biden, marcada por decisiones que contrarían los logros alcanzados durante la administración anterior.