Crece la amenaza nuclear de Irán. Aunque el régimen niega el uso de energía nuclear en armamentos, las pruebas que van saliendo a la luz pública podrían demostrar lo contrario.
Inspectores de la Organización de Naciones Unidas (ONU) afirman que hallaron nuevos indicios de actividades nucleares no declaradas. Las muestras, que fueron tomadas el año pasado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), contenían rastros de material radiactivo, según The Wall Street Journal. El descubrimiento apuntaría a que Irán está trabajando en armas nucleares en las cercanías del lugar donde se encontraron, según los inspectores.
Países y organismos internacionales han mostrado su preocupación por las actividades ilícitas de Irán con material nuclear y el enriquecimiento de uranio a niveles superiores de lo acordado. A inicios de este año, un portavoz de la dictadura iraní anunció que comenzaron a enriquecer uranio a 20 %. Muy superior al 3,67 % permitido en el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), firmado en 2015.
Previo al anuncio oficial, el régimen ya se negaba a recibir a la ONU. Pasaron siete meses hasta que Irán permitió a expertos de la OIEA inspeccionar dos sitios sospechosos. La agencia nuclear no detalló de qué instalaciones se trataba, pero los inspectores de la ONU llevaban meses pidiendo acceder a instalaciones en Karaj (a 20 kilómetros al noroeste de Teherán) e Isfahán (a 420 kilómetros al sur de la capital), indicó un comunicado citado por El País.
En aquella inspección, la OIEA registraba que la república islámica contaría con más de 2400 kilogramos de uranio enriquecido, es decir, 12 veces más de lo permitido.
EEUU quiere volver al acuerdo
Irán ha violado una y otra vez el Plan de Acción Integral Conjunto como retaliación a la salida de Estados Unidos del acuerdo en 2018. El régimen de Hasán Rohaní padece las sanciones económicas que le fueron restablecidas a partir de esta decisión.
El régimen iraní recurrió a La Haya con una demanda que exige la revisión de las sanciones. Recientemente, el máximo tribunal internacional se declaró “competente” para revisarlas, a pesar de las claras violaciones al acuerdo firmado por Irán con el grupo de países que conforman el P5+1 y la Unión Europea.
El argumento de Estados Unidos —durante el Gobierno de Donald Trump— adelantaba lo que ahora está siendo probado: el carácter belicista de Irán. Ante el último descubrimiento, The Wall Street Journal solicitó comentarios al actual Gobierno estadounidense de Joe Biden, pero no tuvo respuesta.
Biden ha dicho que pretende volver a ese acuerdo a pesar del actual escenario. Su argumento es que quiere evitar que Teherán se dote de armas atómicas. Sin embargo, las actividades que viene llevando adelante el régimen iraní y los informes de la OIEA indicarían que el país ya está adelantado en ese objetivo.
La decisión final del presidente estadounidense aún está siendo analizada, informó hace pocos días el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, citado por France 24. Mientras tanto, se siguen dando descubrimientos como el de la agencia nuclear de la ONU.
¿Hay posibilidad de crear una bomba nuclear?
Otro tema preocupante pero no menos importante tiene que ver con las centrifugadoras, esenciales para el enriquecimiento de uranio. El acuerdo limitaba a Hasán Rohaní a una sola instalación con centrifugadoras de primera generación. Pero, en esta línea de omisiones a las normas, Irán activó 40 centrifugadoras de cuarta y sexta generación para optimizar el proceso según un reporte de ABC.
¿Qué tan cerca quedaría Irán de producir una bomba nuclear? Las opiniones varían. Expertos explican que se necesita uranio enriquecido a 90 % para su creación, y aunque no se ha comprobado que Irán manipule este nivel, sí ha reconocido que llega a 20 %, lo que deja al país más cerca de este objetivo.
Se conoce como “punto de ruptura” al momento en el que Irán produzca una bomba nuclear. David Albright, exinspector de armas de la ONU, dijo en 2019 que ese punto podría ser “de tan solo tres meses y medio”, aunque para eso Irán necesitaría 1000 centrifugadoras decomisadas en el acuerdo de 2015.