Donald Trump no ha terminado su mandato, pero el régimen iraní aprovecha los días previos a la juramentación para arremeter aún más contra su administración y amenazar a la siguiente.
Durante los últimos cuatro años, Irán ha sido firme opositor al gobierno de Trump, quien restableció sanciones políticas y económicas en 2018 por las iniciativas nucleares de Hasán Rohaní, que violan límites internacionales establecidos para el almacenamiento y la manipulación de uranio.
Rohaní no ocultó su alegría luego de las elecciones de EE.UU. el pasado 3 de noviembre. Fue de los primeros mandatarios en pronunciarse y dijo estar “contento” porque Trump dejara su cargo y también lo llamó “terrorista” y “desprovisto de principios humanos”.
El régimen de ese país —que reprime, encarcela y asesina a sus disidentes— además rechazó la muerte del general Qassem Soleimani, líder del área de operaciones exteriores de la Guardia Revolucionaria Islámica, luego de un operativo del ejército estadounidense en enero de 2020.
Cada una de estos sucesos se ha convertido en un caldo de cultivo que incluso habría llevado a Irán a intervenir en los comicios de EE.UU. para perjudicar a Trump y favorecer a Joe Biden, según una alerta del FBI emitida a mediados de octubre.
En la más reciente ocurrencia del régimen iraní, está solicitar a la Interpol que emita una alerta roja exigiendo el arresto de Trump y de otros 47 funcionarios estadounidenses por la muerte del general Soleimani. La solicitud fue rechazada por la Secretaría General de Interpol de acuerdo a declaraciones ofrecidas a The Hill.
Injerencia en las elecciones
El conflicto entre ambas naciones data desde hace décadas y en algunos momentos hubo intentos de reconciliación, como en el año 1977 cuando Jimmy Carter profesó su “amistad” con el monarca iraní, Mohamed Reza Pahlevi.
Pero este y algunos más, solo fueron gestos fugaces que se disolvieron con el tiempo, debido a muchas diferencias diplomáticas y bélicas.
Ya en pleno año 2020, desde Irán, Rusia y China habrían estado incurriendo en robo de información clave “para comunicar información falsa a los votantes registrados”. Esto con el fin de crear “confusión”, sembrar “el caos” y minar “la confianza en la democracia estadounidense” rumbo a las elecciones.
Presuntamente Irán envió correos falsos para intimidar votantes y perjudicar al presidente Donald Trump. con asuntos como «Votarás por Trump el día de las elecciones o iremos a por ti».
Otra artimaña fue la difusión de un video «que sugiere que individuos pueden votar de forma fraudulenta», incluso desde fuera de Estados Unidos.
China e Irán apuntaban a que el presidente Donald Trump perdiera las elecciones. Por el contrario, Rusia buscaba perjudicar al candidato demócrata Joe Biden.
Cuando se dieron a conocer los resultados preliminares, Rohaní lanzó una frase certera sobre lo que podrá esperar la Casa Blanca. “Si quieren (los EEUU de Biden) el camino correcto, está abierto; y si quieren el camino equivocado, también está abierto”.
Años tensos entre Irán y Estados Unidos
La tensión ha ido escalando con el pasar del tiempo al punto que algunos vieron venir la tercera guerra mundial a inicios del año pasado.
“Enfrentarán las consecuencias de este acto criminal no solo hoy, sino también en los próximos años”, dijo Rohaní tras la muerte del general Soleimani, una clara promesa de los planes iraníes. Ese mismo día, simpatizantes del régimen cantaban “Muerte a América” durante la procesión fúnebre.
Pero en 2019, ese país ya amenazaba a EE.UU. con una “guerra sin cuartel” luego que Trump señalara a Irán por atacar instalaciones petroleras en Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos. Teherán confirmo el ataque pero aún así lanzó la amenaza.
Trump bajo la línea de “América primero” aseguró que su objetivo no era la guerra, pero advirtió que su país no se quedaría de brazos cruzados.
Una amenaza latente
El 2021 comenzó con todo para Irán, ya que empezaron a enriquecer uranio a 20 %, muy por encima del límite de 3,67 % fijado en el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), firmado por seis países, la Unión Europea e Irán, como presión ante las sanciones que ahogan al régimen.
Los funcionarios iraníes no tuvieron ningún problema en informarlo y ponerlo en práctica, de hecho el Parlamento aprobó la ley que ampara esta iniciativa, sumando el permiso para almacenar 120 kilogramos anuales de uranio ilegal.
Par de días después, iniciaron el ensayo con drones “suicidas” armados con bombas y misiles para el ataque en territorios enemigos. Los drones forman parte del arsenal de la infantería, la fuerza aérea y la marina en la provincia de Semnan y de diferentes regiones.
La “venganza severa” que prometió Irán a inicios del año pasado pudiera hacerse realidad si Joe Biden no adopta una posición firme, tanto como la que impuso Trump.
Hace un mes, Saíd Jatibzadeh, portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, amenazó con las decisiones que pueda tomar EE.UU. en los próximos días llamándolos de abstenerse “de crear tensiones” y aseguró que “cualquier paso erróneo” por parte de ellos “dejará un legado peor para la región”.