Al régimen de Hasán Rohaní poco le importan los límites de manipulación de uranio. La rebeldía y la ambición lo han llevado a romper el pacto firmado en 2015, en el que se acordaba limitar sus actividades nucleares y evitar la construcción de armas.
Ahora, el portavoz de la dictadura iraní, Alí Rabi, informó que comenzaron a enriquecer uranio a 20 %, una actividad que lo acerca a la creación de un arma nuclear. Si bien el riesgo que no es inmediato —para construirla se necesita un enriquecimiento a 90%— sí deja al país más cerca de este objetivo.
Para ilustrar de qué viene el tema, el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) —firmado por seis países, la Unión Europea e Irán— establece que el país sometido por Hasán Rohaní solo puede manipular uranio enriquecido a 3,67 %. Sin embargo, en noviembre ya manipulaba a 4,5 %, de acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según Irán, su programa nuclear es “pacífico”, pero resulta difícil de creer, cuando a finales del año pasado la OIEA informó que el país almacenaba 2400 kilogramos de uranio enriquecido, 12 veces más de lo acordado en el PAIC (300 kilogramos).
El objetivo de Irán
La desobediencia de Irán a los tratados internacionales viene tanto del gobierno, como de sus instituciones. Hace pocos días el Parlamento de ese país aprobó el reglamento que da luz verde al almacenamiento de 120 kilogramos anuales enriquecidos a 20 %. Adicionalmente, buscará limitar las inspecciones del OIEA, agencia nuclear de la ONU.
El Gobierno de Rohani “rechazó” la nueva ley, que luego fue ratificada por un organismo de control constitucional, indicó France 24. A finales de año de 2020 Teherán ya había informado al organismo de la ONU sus intenciones, sin ningún complejo.
Pero los objetivos iraníes van más allá de demostrar su poderío: el verdadero propósito es el alivio de sanciones impuestas por Estados Unidos y por la Unión Europea.
Las sanciones de EE. UU. se restablecieron cuando Donald Trump anunció en 2018 la salida del acuerdo por estar mal negociado y no ser una verdadera garantía para que Irán limitara sus actividades.
“No podemos evitar una bomba nuclear iraní bajo este decadente y deteriorado acuerdo”, dijo Trump en ese momento. El presidente de EE. UU. parece haber vaticinado una situación cercana a volverse realidad.
La nueva acción iraní también sería un mensaje para Joe Biden, que adelantó sus intenciones de volver al PAIC con algunos cambios como las fechas del fin de las restricciones y la inclusión de otros asuntos, como el programa de misiles balísticos de Irán.
Una nota de la agencia Efe señala que Said Jatibzadeh, portavoz del Ministerio iraní de Exteriores, dijo que Irán no volverá a negociar ningún punto del tratado ni su capacidad defensiva.
La posición de la UE y la rivalidad con Israel
La Unión Europea se muestra un poco más escéptica hasta tanto la OIEA no compruebe y verifique la puesta en práctica del enriquecimiento de uranio a 20 %.
La alianza dijo que esperará el informe de la agencia nuclear para determinar los pasos a seguir, a la vez que evitó pronunciarse sobre si esta actuación supone el fin del pacto nuclear, agrega Efe.
El proceso se estaría llevando a cabo en las centrifugadoras en Fordo, según France 24. Se trata de un pueblo que alberga instalaciones nucleares subterráneas en un terreno del tamaño de un campo de futbol, lo suficientemente grande para albergar unas 3000 centrifugadoras.
La rivalidad histórica que mantienen Irán e Israel es otro punto álgido para mirar con atención. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, advirtió que su país “no permitirá que se desarrollen armas nucleares”.
“La decisión de Irán de seguir violando sus obligaciones y aumentar el enriquecimiento de uranio (…) no tiene otra explicación que su deseo de avanzar hacia su objetivo de desarrollar un programa nuclear militar”, escribió en Twitter.
La tensión se mantiene ante las últimas acciones de Irán, que parece no poner frenos para lograr menos sanciones y más poderío nuclear.