Las cuatro congresistas del ala más izquierdista del Congreso de Estados Unidos dieron una nueva muestra de rebeldía contra la presidente a la Cámara baja, Nancy Pelosi, a propósito del nuevo paquete de ayuda económica contra el COVID-19 para la población estadounidense.
La intenciones del “escuadrón” (Squad, en inglés) son bien conocidas dentro y fuera del órgano bicameral, Alexandría Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib, y Ayanna Pressley han unido fuerzas, demostrando estar en contra de su propia bancada, acusando a los veteranos del partido de ser parte de la “élite política”.
Esa visión extremista las acompaña en cada paso del Congreso, como ocurrió recientemente a propósito del nuevo paquete de estímulo por la pandemia por un valor de 900.000 millones de dólares. Esta ayuda también se unirá a un proyecto de ley de gastos hasta septiembre de 2021 valorado en 1,4 billones de dólares.
Ocasio-Cortez y su grupo intentaron impedir que la propuesta de ley llegara al Congreso para ser debatida, argumentando que no se les otorgó las 72 horas estándar para revisar más de 5000 páginas antes de que fuera considerada en la Cámara, indica el Washington Examiner.
Un truco peligroso contra Pelosi
Regularmente, los demócratas respaldan a su líder y votan a favor de promover la legislación, incluso cuando se ignora la regla de las 72 horas. La propuesta, también fue discutida previamente por los cuatro líderes del Senado y de la Cámara de Representantes.
Luego de la aprobación en ambas cámaras, la ley es sometida a la firma del presidente para ser promulgada. Tres de las integrantes del ‘escuadrón’ terminaron votando favor, a excepción de la representante saliente de Hawái, Tulsi Gabbard.
El boicot del grupo fue simbólico en esta ocasión, pero podría convertirse en una piedra en el zapato para Pelosi en el próximo período, debido a la reducción de los escaños demócratas, lo que da poco margen al caucus para cualquier iniciativa que quieran promover.
Los resultados preliminares de las elecciones para la Cámara de Representantes arrojaron 222 escaños para los demócratas y 211 para los republicanos. La brecha es corta en comparación con el período en curso (233 versus 198).
Ocasio-Cortez y Pelosi han protagonizado varios episodios por sus diferencias ideológicas. La congresista de izquierda aseguró en días recientes que es necesario un nuevo liderazgo en el partido.
El paquete no es suficiente
De igual manera, las intenciones de la extrema izquierda por boicotear el paquete de ayuda quedaron frustradas cuando este llegó a la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump había insistido meses antes a ambos partidos que se esforzaran por un paquete de ayuda adaptado a las verdaderas necesidades de los estadounidenses.
En las últimas horas, Trump se negó a firmar la propuesta y criticó los 600 dólares que planeaban asignar a cada ciudadano. Para el presidente de EEUU, la ayuda debería extenderse hasta los “2000 dólares o 4000 dólares por pareja”.
“El Congreso encontró mucho dinero para países extranjeros, lobbies e intereses especiales, mientras enviaba lo mínimo al pueblo americano que lo sustenta. No fue su culpa. Fue culpa de China, no de ellos”, dijo.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 23, 2020
El mandatario también pidió al Congreso que le presenten un proyecto de ley más ajustado a lo que él considera las necesidades más importantes de los estadounidenses.
El próximo Congreso
El próximo periodo del Congreso será más complejo. La escasa mayoría demócrata en la Cámara de Representantes penderá del fino hilo de la lealtad de sus integrantes. Las miradas apuntarán sin duda a Ocasio-Cortez y sus compañeras.
Ellas, promueven sistemas de salud y de educación gratuitos y públicos, aumento de salarios y equidad de derechos. Además, defienden ideas para modificar el sistema judicial de Estados Unidos y así lograr tener mayoría de jueces.
Por otro lado, en el Senado, dos escaños irán a segunda vuelta en Georgia el próximo 5 de enero. El resultado determinará quién se queda con la mayoría en la Cámara alta, donde lograr la victoria está cuesta arriba, pues necesitan ganar ambas curules, mientras a los republicanos les basta con una para mantener el control.