La cadena CNN reconoció que China realizó un mal manejo en contener el virus COVID-19 desde que este comenzó a detectarse en humanos, un hecho que Donald Trump Jr., el hijo mayor de Donald Trump, no dejó pasar bajo la mesa.
El empresario y economista respondió al tuit de la cadena televisiva, donde publicaban un informe sobre documentos filtrados que demostraban el mal manejo del virus de parte del régimen de Xi Jinping.
“CNN finalmente se da cuenta de que China mintió 10 meses después”, escribió Trump.
CNN FINALLY REALIZES CHINA LIED 10 MONTHS LATER. https://t.co/oFRZnIkDwT
— Donald Trump Jr. (@DonaldJTrumpJr) November 30, 2020
El reportaje muestra información que ha sido difundida en otros medios y que deja en evidencia al régimen chino, que no solo desestimó la gravedad de la enfermedad, sino que minimizó el alcance del virus que terminó afectando a la población mundial.
“Impactado… La mejor pregunta para @CNN es por qué esperaron hasta después de las elecciones para su epifanía pública de que China engañó al mundo sobre el coronavirus”, completó el congresista republicano Lee Zeldin.
Shocker… The better question for @CNN is why they waited until after the election for their public epiphany that China misled the world about Coronavirus. This isn’t news. Here’s my Tweet about it from February 8:https://t.co/KLKrnhgIXe https://t.co/kNEAbxW7gI
— Lee Zeldin (@RepLeeZeldin) November 30, 2020
Las omisiones antes de las elecciones
En efecto, el reportaje se publica posterior a la elecciones presidenciales en lugar de publicarse previo a los comicios.
Esto podría apuntar un interés de parte de la cadena en desestimar las palabras de Donald Trump, quien desde marzo aseguraba que se trataba de un virus proveniente de China.
“Las autoridades sanitarias locales de la provincia de Hubei, donde se detectó el virus por primera vez, enumeran un total de 5918 casos nuevos detectados el 10 de febrero, más del doble del número público oficial de casos confirmados, desglosando el total en una variedad de subcategorías”, se lee en la investigación.
El texto añade que la cifra mayor nunca se reveló por completo en ese momento, “ya que el sistema de contabilidad de China pareció restar importancia a la gravedad del brote”.
El canal habría verificado documentos filtrados del Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de la provincia de Hubei.
“Los documentos, que cubren un período incompleto entre octubre de 2019 y abril de este año, revelan lo que parece ser un sistema de atención médica inflexible restringido por una burocracia de arriba hacia abajo y procedimientos rígidos que estaban mal equipados para hacer frente a la crisis emergente”, añade.
El virus chino
El presidente Donald Trump ha sido firme respecto al origen del virus que actualmente ya alcanza más de 63 millones de contagios y más de un millón de muertos en todo el mundo.
El virus “vino de China. Creo que esta es una fórmula muy precisa”, dijo Trump a mediados de marzo, cuando el COVID-19 cobraba más fuerza expandiéndose en todo el mundo.
Trump expresó también que China difundía informaciones erróneas respecto a que el ejército estadounidense les habría transmitido el virus, reflejó Infobae.
“Estados Unidos respaldará con fuerza a aquellas industrias, como las aerolíneas y otras, que están particularmente afectadas por el virus chino”, escribió Trump en Twitter.
De inmediato el gobierno chino mostró su supuesta indignación. Medios de ese país incluso calificaron de “xenófobas” las declaraciones del mandatario, aunque detrás de dichas palabras estaba un verdad marcada por la negligencia.
La pleitesía de la OMS
El ocultamiento del origen del virus habría tenido la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) según un reportaje publicado por The New York Times.
El reportaje detalla que la propia directiva de la OMS negoció con el régimen comunista chino para limitar la investigación del virus. Ellos no cuestionarían su respuesta inicial y tampoco visitarían el mercado de Wuhan.
Un equipo de la organización llegó a Beijing a mediados de febrero, pero se les prohibió el acceso al mercado de animales, porque desde la cúpula negociaron discretamente términos que dejaron al margen a sus propios expertos.
Luego de meses, el grupo pudo retomar las investigaciones solo bajo la supervisión del gobierno chino y luego de haber perdido pruebas ya que el mercado de Wuhan fue rociado con desinfectante por orden del gobierno.
El ocultamiento del virus por parte de la propia OMS y de canales televisivos dejarían en evidencia el uso de la pandemia como un instrumento político que busca inclinar la balanza dependiendo de las conveniencias de cada uno.