El presidente de Estados Unidos, Donald Trump designó como nuevo secretario de Defensa a Christopher C. Miller, hasta ahora director del Centro Nacional de Contraterrorismo, ficha clave en el área.
Este nueva designación reitera la posición de Trump frente a un tema que ha puesto en vilo a la población mundial, atentando contra la soberanía y que ha llegado incluso al terreno económico, ejerciendo importantes influencias en otros gobiernos del hemisferio.
“Me complace anunciar que Christopher C. Miller, el muy respetado Director del Centro Nacional de Contraterrorismo (confirmado por unanimidad por el Senado), será Secretario de Defensa interino, con efecto inmediato”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.
I am pleased to announce that Christopher C. Miller, the highly respected Director of the National Counterterrorism Center (unanimously confirmed by the Senate), will be Acting Secretary of Defense, effective immediately..
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 9, 2020
El currículum de Miller lo conforman cargos que fueron fortaleciendo la posición del Gobierno de Trump frente al terrorismo y dando importantes victorias a EEUU, una de ellas le permitió acabar con el líder del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi, quien impuso un régimen del terror desde el oeste de Siria hasta el este de Irak, y generó millones de dólares en ingresos por petróleo, extorsiones y secuestros, reseña BBC.
Christopher C. Miller se desempeñaba como el principal funcionario antiterrorista en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca cuando lideró la captura y muerte a uno de los mayores terroristas de la historia.
Estratega y veterano de guerra
Miller sirvió al ejército entre 1983 y 2014 como soldado de infantería en las reservas del Ejército y después como oficial de las fuerzas especiales.
Una nota de Bloomberg señala que luego de la captura de Abu Bakr al-Baghdadi, Miller fue nombrado subsecretario adjunto de Defensa para Operaciones Especiales y Lucha contra el Terrorismo, y después se le ofreció la oportunidad de dirigir el Centro Nacional de Contraterrorismo. Prestó juramento el 10 de agosto de este año después de ganar la confirmación del Senado en una votación.
Para el año 2018 ayudó a redactar la estrategia antiterrorista de la Casa Blanca, un documento que clasificaba como amenaza potencial a Irán y Hezbolá.
Dicha estrategia hace énfasis en combatir la “ideología” del “islamismo radical” y las acciones de Irán, por considerarlas las dos principales amenazas.
Además, la estrategia empleó el término “terrorismo islamista radical” algo que Barack Obama se negó a usar por considerar que podía entenderse como una condena al Islam en su conjunto, y que Trump ha abrazado sin tapujos, reseñaba EFE.
El plan también apuntaba a “desmantelar” redes militantes y “acabarlas” desde sus fuentes de poder a la vez que mantiene presión sobre las organizaciones para prevenir su reemergencia, de acuerdo a una nota de la agencia turca Anadoly Agency.
Diferencias entre Esper y Trump
Mark Esper, fue removido del cargo de secretario de Defensa tras 16 meses en funciones y luego de distanciarse de los objetivos de la Casa Blanca.
De hecho, distintos medios locales reportaron el jueves que el entonces funcionario ya había preparado una carta de renuncia, apunta Infobae.
Las diferencias entre Esper y el presidente de Estados Unidos arreciaron durante las protestas raciales por la muerte de George Floyd, cuando Trump defendió el uso de tropas del Ejército para dispersar los disturbios promovidos por el grupo Black Lives Matter que causaron destrozos en todo el país.
A pesar de ello, el entonces secretario de Defensa estuvo en desacuerdo y dijo que usar el Ejército era el “último recurso”.
Por otro lado, Esper trabajaba en un proyecto de Ley para cambiar el nombre de las bases militares que honra a jefes del ejército Confederado —el bando sureño pro-esclavista durante la guerra civil–, una iniciativa rechazada por Trump, añade la nota de Infobae.