Desde su fundación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha desempaño un papel casi indispensable en el cual la población mundial pone sus esperanzas ante epidemias y desastres sanitarios.
No obstante, ese papel se ha ido desdibujando, al punto de rendirse ante otros países por conveniencias políticas y económicas. Esta acción ha cercenado el derecho básico a la salud de la población y como consecuencia ha olvidado su principal papel: gestionar políticas de prevención e investigación.
La imagen de la OMS se desvanece por completo frente una investigación hecha por The New York Times, donde revela como el organismo cedió ante China, el país donde se originó el virus que desencadenó la pandemia por COVID-19.
El extenso trabajo detalla que la propia directiva de la OMS negoció con el régimen comunista chino para limitar la investigación del virus. No cuestionarían la respuesta inicial de China y tampoco visitarían el mercado de animales vivos en la ciudad de Wuhan, donde parecía haberse originado el brote.
“Si no conocemos la fuente, entonces seremos igualmente vulnerables en el futuro a un brote similar”, dijo en febrero el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud, Michael Ryan. “Comprender esa fuente es un próximo paso muy importante”.
Lo que Ryan desconocía, es que días después el equipo de la OMS iba a quedar por fuera durante mucho tiempo gracias a su propia directiva.
El hermetismo de China
Han pasado nueves meses desde que inició el caos pandémico. Hasta el momento se contabilizan más de 46 millones de contagios en todo el mundo y más de 1,2 millones de personas fallecidas.
A pesar de tantos meses y pérdidas humanas, aún no existe una investigación clara al respecto luego que los científicos de la OMS vieron limitada su investigación y resultados que podían haber obtenido a inicios de año.
La investigación de The New York Times detalla que dichos estudios están comenzando a avanzar luego de tanto tiempo. Sin embargo, hay una gran “pero” en el nuevo procedimiento.
El grupo de la OMS podrá acceder a los primeros contagiados y podrá entrar al mercado de Wuhan, pero los estudios serán dirigidos por científicos chinos, según documentos obtenidos por el medio.
El reportaje también indica que la OMS se ha negado a revelar detalles de sus negociaciones con Pekín y no ha compartido documentos con los Estados miembros que describan los términos de sus investigaciones.
“Los documentos internos y las entrevistas con más de 50 funcionarios de salud pública, científicos y diplomáticos brindan una visión interna de cómo una Organización Mundial de la Salud sin poder, ansiosa por obtener el acceso y la cooperación de China, ha luchado para lograr cualquiera de los dos”, se lee en el texto.
China ha obtenido concesiones de la organización de salud que han ayudado al país a retrasar importantes investigaciones y le han ahorrado a su Gobierno una revisión potencialmente embarazosa de su respuesta temprana al brote, agrega The New York Times.
Los lazos entre Tedros Adhanom y Xi Jinping
Desde el inicio fue evidente el papel complaciente de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS hacia Xi Jinping, el presidente de China.
“Celebraré a China una u otra vez por sus acciones que ayudaron a reducir la expansión del coronavirus”, dijo Tedros en enero.
Pero tanta pleitesía tiene varios orígenes. Inicialmente porque la OMS depende en 80 % de las donaciones de los países para mantenerse. Según cifras del organismo, para el periodo de 2018 – 2019, China donaba 7,9 % del presupuesto. Un número considerable.
La otra razón es que a lo largo de las décadas China se ha posicionado como productor y ha tejido sus lazos comerciales en todo el mundo. Esto garantiza la dependencia de muchos otros países.
Un reportaje de Infobae describe como el mejor ejemplo lo personifica el el biólogo y político etíope, Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien pareciera ser más un vocero de Xi Jinping, cuidando dejar bien parado al país que tiene gran responsabilidad en todo esto y creando más confusión que certezas a un ritmo lento.
“Xi sabía que dado que la directora que precedió a Tedros era ciudadana china, Margaret Chan, de Hong Kong, el organismo no volvería a aceptar un candidato chino. Lo mejor era avalar al candidato etíope, cuyo país debe tantos favores a China por ser su mayor prestamista”, reseña el texto.
Etiopía, ubicado en el África Oriental, forma parte de los países que han recibido inversión china para devorar las riquezas del continente. Datos recolectados por La Vanguardia muestran que África contiene un tercio de las reservas minerales del mundo.
En Etiopía, China construyó la Gran Presa del Renacimiento para aprovechar los recursos del hídricos del Nilo Azul, tan necesarios para el régimen comunista chino.
Mala praxis
Sumadas a todas la irregularidades dentro de la OMS, también hay que destacar el mal manejo que las autoridades sanitarias de China dieron al virus.
El 30 de diciembre de 2019, por decisión del Gobierno local, un equipo de trabajadores llenó el mercado de Wuhan con desinfectantes, en un intento de frenar la pandemia.
La consecuencia: los científicos tomaron muestras luego de esta impensada decisión. Esas evidencias ya no eran confiables.
Según la investigación, algunos expertos señalan que efectivamente hubo expertos chinos que tomaron muestras antes de la limpieza, y que esa información está siendo ocultada del mundo.
“Desafortunadamente, esto se ha convertido en una investigación política”, dijo Wang Linfa, un virólogo australiano en Singapur que ayudó a identificar a los murciélagos como anfitriones del primer coronavirus del SARS. “Todo lo que hacen es simbólico”.
Por otro lado, algunos científicos creen que Wuhan podría no haber sido el lugar de origen de ese “salto” del virus de animales a humanos
De acuerdo con un estudio epidemiológico publicado por China en enero, citado por The New York Times, la vinculación con Wuhan solo pudo establecerse en uno de los cincos primeros casos conocidos de contagio. El resto contrajo la enfermedad en otro lugar.
La advertencia de EE.UU.
En julio de este año, Estados Unidos salió de la OMS por decisión del presidente Donald Trump.
“China tiene control total sobre la OMS”, aseguró meses antes de la desvinculación. Estados Unidos aportaba el 22% del presupuesto del organismo.
El presidente de EE.UU. aseveró que esos fondos serían destinados a otras organizaciones benéficas mundiales de salud pública.
“El mundo ahora está sufriendo como resultado de la mala conducta del Gobierno chino”, señaló al tiempo que agregó que China había “instigado una pandemia global”, reseñó BBC.
En este sentido, el secretario de salud estadounidense, Alex M. Azar II, reunió a asesores dentro de una sala de conferencias del Departamento de Salud y Servicios Humanos para escuchar a dos científicos del Gobierno que habían participado en la misión de la OMS a China.
Los científicos, aún en cuarentena, describieron por videoconferencia el bloqueo aparentemente inimaginable que China había impuesto, indica la investigación de The New York Times.