La candidata a vicepresidente de Estados Unidos se quitó la careta a pocas horas de las elecciones, donde el país elegirá si queda en manos del demócrata Joe Biden —defensor de políticas de izquierda— o reelige al actual presidente, Donald Trump.
Kamala Harris decidió que sería buena idea promover el socialismo en víspera de las elecciones, sin reparar en el daño que esta ideología está causando en otros países a través de una falsa igualdad que empobrece a la población y enriquece a las dictaduras.
Para ilustrarse, la candidata publicó un video en su cuenta de Twitter que básicamente habla de “igualdad” y de “trato equitativo”.
“La igualdad sugiere ‘Oh, todos deberían recibir la misma cantidad’. El problema con eso es que no todo el mundo empieza desde el mismo lugar. Entonces, si todos obtenemos la misma cantidad, pero tú empezaste allá atrás y yo empecé por aquí, podríamos obtener la misma cantidad, pero tú estarás tan atrás de mí” se escucha en la narración.
There’s a big difference between equality and equity. pic.twitter.com/n3XfQyjLNe
— Kamala Harris (@KamalaHarris) November 1, 2020
“Se trata de brindar a las personas los recursos y el apoyo que necesitan para que todos puedan estar en pie de igualdad y luego competir en pie de igualdad”, dijo para continuar con su teoría, poco funcional en la práctica.
La candidata cerró su exposición diciendo que “el trato equitativo significa que todos terminamos en el mismo lugar”.
Las reacciones no se hicieron esperar ante una candidata que revela su lado comunista al igual que lo viene haciendo su compañero de fórmula y candidato a la presidencia, Joe Biden.
“Kamala acaba de salir del armario como comunista. La igualdad de resultados es una fantasía utópica comunista”, se lee en una de las respuestas.
Más que guiños al socialismo
En muchas ocasiones la bancada demócrata ha mostrado su simpatía incondicional hacia la izquierda, a pesar de los esfuerzos para ocultarlo que hicieron durante la campaña.
Harris ya es conocida como una senadora radical de izquierda, que defiende políticas como el envío de cheques de $2 000 para todos sin importar las necesidades o circunstancias relacionadas con el COVID-19.
También apoya el “Medicare para todos”, una asistencia sanitaria socializada que haría frente a los seguros privados, los cuales quiere abolir. Según Harris, el Gobierno federal debe tomar el control de la atención médica de los estadounidenses.
La senadora es gran aliada de Alexandria Ocasio-Cortez, representante a la Cámara por el ala más izquierdista del Partido, quien ha sugerido incluso transgredir el Tribunal Supremo de EE.UU. —ahora de mayoría conservadora— para sumar más jueces que inclinen la balanza a favor de los demócratas.
Si vamos un poco más arriba, el candidato presidencial, Joe Biden, se ha negado a pronunciarse contra grupos como Antifa, una organización de izquierda que proclama el antifascismo y remueve estatuas para rechazar el racismo.
Durante el segundo debate presidencial, Biden dijo que si gana, ordenaría subir el salario mínimo a 15 dólares la hora, olvidando que la regla básica de la economía es garantizar una entorno económico seguro para el desarrollo de las empresas, que luego puedan costear aumentos de salarios.
En todo este cóctel de izquierda, no está de más mencionar que su hijo, Hunter Biden, estaría ligado a negocios con regímenes comunistas como China a través de negocios ilícitos para favorecerse gracias a la influencia de su padre, Joe Biden.
Incluso se dio a conocer que el hijo del candidato demócrata a la presidencia buscaba un negocio que incluía a Venezuela y que pasaba por la aprobación del dictador Nicolás Maduro.
Regímenes al acecho
La fórmula de los demócratas también es evidente para otros gobiernos, pues los principales aliados del dictador Maduro son otros que apuestan por la victoria de Biden.
Rusia, Irán y Cuba son naciones que persiguen a Estados Unidos como la joya de la corona, ya que un gobierno aliado abriría las puertas para cualquier tipo de alianza que los favorezca a ellos y que perjudique el hemisferio.
Por el lado a Venezuela, se dio a conocer que Maduro también ha estado negociando con acreedores de la deuda externa venezolana, apostando a una flexibilización de las sanciones en caso de que la fórmula Biden-Harris logre llegar a la presidencia.
En contraste, el Gobierno de Trump ha velado por el cumplimento de las sanciones al régimen venezolano, ha sancionado bancos iraníes y promueve las alianzas internacionales en la lucha contra el terrorismo.
El presidente de EE. UU. ya ha advertido en varias ocasiones de la cercanía de Biden hacia las dictaduras, incluyendo a Bernie Sanders, Alexandria Ocasio-Cortez y Karen Bass.
«Joe Biden es un títere del castro-chavismo como el loco Bernie, AOC (Alexandria Ocasio-Cortez) y la seguidora de Castro, Karen Bass. Biden cuenta con el apoyo del socialista Gustavo Petro, un gran PERDEDOR y exlíder guerrillero del M-19. Biden tiene debilidad por el socialismo y traicionará a Colombia. ¡Estoy con ustedes!», escribió en su cuenta en Twitter a mediados de octubre.
En efecto, Gustavo Petro, ha mostrado su respaldo a Joe Biden, diciendo que si él fuese ciudadano estadounidense, “sin dudas, votaría por él”.