Los negocios ilegales de Venezuela con Irán tendrán un destino diferente al que planeaba la dictadura de Nicolás Maduro, que intercambia gasolina por oro ante la escasez de combustible en el país.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos informó que usará 40 millones de dólares obtenidos por la venta de combustible confiscado para ayudar a víctimas del terrorismo, indicó Efe.
El monto corresponde a 1,1 millones de barriles de gasolina, gasoil y productos refinados confiscados en agosto a los cargueros de bandera liberiana y armador griego Bella, Bering, Luna y Pandi.
Esto se logró gracias a que la División de Seguridad Nacional y la fiscalía de EE.UU presentaron una demanda ante un tribunal, que impulsó el decomiso de un turbio negocio entre dos naciones que están en la mira de Washington por sus regímenes totalitarios ligados al terrorismo.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos hizo el anuncio a través de un comunicado en el que detalla que la venta del petróleo que Irán hace a Venezuela a cambio de oro, financia directamente a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRCG por sus siglas en inglés), una organización terrorista que ha buscado expandirse en el continente.
“Al recibir la orden de incautación del tribunal, el propietario del barco transfirió el petróleo al gobierno y ahora podemos anunciar que Estados Unidos ha vendido y entregado ese petróleo”, indicó el texto del Departamento de Justicia.
Los negocios del terrorismo iraní
Estados Unidos también anunció que interceptaron dos buques sin bandera con 171 misiles antitanques guiados, ocho misiles tierra-aire y varios otros componentes de misiles que iban rumbo a Yemen.
“Un análisis adicional reveló que las armas eran de la Fuerza IRCG-Quds y estaban destinadas a grupos militantes en Yemen”, se lee en el comunicado.
John Demers, el encargado de seguridad nacional del Departamento de Justicia indicó que “estas acciones representan la mayor confiscación jamás hecha de envíos de combustible y de armas procedentes de Irán”.
Estados Unidos resaltó el papel de Irán como patrocinador del terrorismo y desestabilizador mundial, por eso, esta vez sus negocios servirán para beneficiar a las víctimas.
“Nuestra intención es que estos fondos de la venta de combustible se dirijan al fondo para las víctimas de terrorismo patrocinado por estados, una vez el caso (que sigue pendiente de resolución final en un tribunal de Distrito de Columbia) concluya”, indicó Demers.
El peligro de la dictadura
Washington ha acusado con anterioridad a Irán de utilizar buques con bandera y dueños extranjeros para violar las sanciones que vetan su derecho a vender combustible, indica BBC.
“Durante los últimos años, los casos que involucran los esfuerzos de Irán por evadir las restricciones representan más de 40 % de los juicios que lleva el Departamento”, indica el organismo.
En este sentido, es interminable la lista de negocios que Venezuela tiene con Irán, un país que se ha convertido en cómplice de Maduro a cambio de oro y de extender su influencia en el hemisferio.
Si hacemos un recuento, dichos lazos pasan incluso por negocios a través de PDVSA, entrega de pasaportes venezolanos a terroristas, testaferros de nacionalidad iraní e incluso la confianza de altos cargos a personas ligadas con el régimen de Hasán Rohaní.
A la par, Estados Unidos ya ha sancionado a bancos e instituciones iraníes y a la propia dictadura de Maduro, una política que se viene afianzando en la administración de Donald Trump, buscando coaccionar a los regímenes que van en contra de la democracia.