El encuentro entre el dirigente opositor venezolano, Leopoldo López, y el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, generó más dudas que esperanza. Para empezar, Sánchez no recibió a López como presidente del gobierno en La Moncloa sino en calidad de secretario general del PSOE en la sede del partido.
La posición complaciente del gobierno socialista de España con el régimen de Nicolás Maduro ha sido notoria. Sánchez se reunió en varias oportunidades con el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, para acordar el envió de una delegación a Caracas para avalar con observación electoral internacional el fraude pautado para el 6 de diciembre por el régimen. La negociación no se concretó debido a la negativa de Maduro de aplazar los comicios, como exigía la UE.
El hecho de celebrar el encuentro en la residencia del partido y no en el Palacio de Gobierno supone un intento de Sánchez por restarle importancia a la reunión con el líder opositor al régimen de Maduro.
El Secretario General del #PSOE, @sanchezcastejon, se reúne en estos momentos con @leopoldolopez en la sede de #Ferraz.
El PSOE desea una vía pacífica, porque el pueblo venezolano debe sufrir lo mínimo.
? Apostamos por una solución política. ? pic.twitter.com/zrB8ODAFGf
— PSOE (@PSOE) October 27, 2020
Leopoldo López: “Nicolás Maduro es un asesino”
Después del encuentro, el dirigente venezolano dio una rueda de prensa en la que agradeció al gobierno de ese país la receptividad y pidió a Europa no dar la espalda a la crisis que atraviesa Venezuela.
López destacó el carácter criminal de Maduro. “A nadie le queda duda de que Maduro es un criminal, un asesino, que lidera una estructura que ha saqueado y sigue saqueando las riquezas de los venezolanos”. También insistió en la necesidad de realizar elecciones transparentes que cumplan con los estándares internacionales. “Exigimos unas elecciones presidenciales libres, justas y verificables”.
El líder de Voluntad Popular reiteró que “Venezuela será libre”, aseguró que no quería salir de Venezuela y lanzó una promesa desde el exilio. “We will come back. Los venezolanos en el exilio vamos a regresar”.
Agregó que una salida negociada con Maduro en el poder no parece posible. “Me queda claro que con Nicolás Maduro es muy difícil poder plantear una negociación (…) Estamos convencidos de que una transición va a tener que incluir a personas que han estado en la estructura de poder de la dictadura”.
Cuando Sánchez evitó reunirse con Guaidó
Este hecho contrasta en demasía con lo que ocurrió en enero, cuando Pedro Sánchez se negó a reunirse con Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela y adversario de Maduro.
“Ya coincidiremos en algún otro momento con el presidente Pedro Sánchez. Si no coincidimos, ya le recibiremos a él en Miraflores muy pronto”, declaró Guaidó desde Madrid. Agregó que se trató de un problema de agenda y que iban a insistir en acordar el encuentro, finalmente quien lo recibió fue la ministra de Exteriores, Arancha González.
El ministro español de Transportes, José Luis Ábalos, se pronunció respecto a lo ocurrido. A su juicio, dada la posición especial de España con América Latina, su país debe equilibrar más que otros. Señaló que con el caso de Venezuela deben ser más “exquisitos” si quieren una solución pacífica, reseñó El Economista.
La posición de Sánchez ante el reconocimiento de Guaidó y la intermediación de España para la salida de López de Venezuela levanta aún más sospechas sobre la complicidad del país europeo con la dictadura venezolana.
La política socialista
El gobierno socialista de Sánchez e Iglesias ha mostrado tener una estrecha relación con el régimen de Maduro si recordamos los numerosos casos de complicidad que han salido a la luz, como el financiamiento al vicepresidente Pablo Iglesias, las gestiones en Caracas de Zapatero, los negocios de Raúl Morodo con Pdvsa, el ‘Delcygate’ y la sospechosa fuga de “El Pollo” Carvajal.
Solo en 2016, Rafael Isea, exministro de Finanzas de Venezuela, declaró a la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de España que Chávez pagó 7 millones de euros (7,6 millones de dólares) a la Fundación Podemos.
El caso ‘Delcygate‘, ocurrido el 20 de enero de este año, ha levantado todo tipo de críticas porque España permitió que Delcy Rodríguez pisara el aeropuerto de Barajas olvidando las sanciones de la Unión Europea.
En esa oportunidad se reunió justamente con el ministro de Transporte, José Luis Ábalos, y se produjo la sospechosa descarga de unas 40 maletas que se montaron en un vehículo de la Embajada de Venezuela en Madrid y salieron del la aeropuerto sin pasar ningún control de seguridad.
Incluso, Pedro Sánchez premió a uno de los principales testigos del caso con un nuevo cargo: inspector jefe de Fronteras con un salario de 10 000 euros y condiciones de alojamiento que disparan la cifra a 21 000 euros.
Ahora, Leopoldo López encabezará acciones políticas desde España como comisionado presidencial de Venezuela para el Centro del Gobierno interino de Juan Guaidó.