Por estos días, los medios de difusión masivos del país, todos al servicio de los dictadores gobernantes, hablan insistentemente sobre el sistema electoral cubano, claro está y como es de suponer, mostrándolo como el sistema de elecciones más democrático y justo jamás conocido en la historia de la humanidad, y esto no tiene otro propósito que el de incentivar la voluntad muerta del pueblo para que tengan una participación “entusiasta” en las elecciones generales que se avecinan, pues ellos muy bien saben que la inmensa mayoría de los cubanos poco les importan las elecciones, y si dependiera de sus libres voluntades, sólo los dictadores, sus familiares y elegidos, acudirían a las urnas.
Por esta razón, decidí salir a las calles para recoger opiniones de la población al respecto, y de esta manera mostrarles el verdadero sentir del pueblo a través de un artículo que escribiría para ustedes, pero la realidad fue otra. Bastó entrevistar a dos ciudadanos residentes de este municipio capitalino para cambiar de idea.
A la pregunta de que si tenían alguna motivación para acudir a las elecciones, la respuesta, increíblemente fue la misma: “¿A caso no vio usted cómo están las calles?”. Fue entonces que decidí recorrer los barrios de este municipio y escribirles sobre la terrible situación en que viven los liseños.
La Venecia de Cuba, suelen llamarles muchos nativos del lugar. No exagero, más del 50 % de las calles del municipio se encuentran anegadas en agua, tanto agua potable como albañales.
Hoy les traigo el sentir del pueblo de la Lisa ante esta problemática.
“Ya hace casi 3 años que se está planteando esta situación y la respuesta de los delegados del poder popular es que, son muchas las averías reportadas, y el país no está en condiciones para resolver esta situación de manera inmediata y el caso es que seguimos viviendo bajo esta inmundicia, ya no sabemos a dónde ir a quejarnos”.
“El Gobierno habla de los logros alcanzados en la salud, pero cómo se puede hablar de logros en la salud en un país donde los ciudadanos viven entre tanta pudrición, causa de tantas enfermedades”.
“En la última Asamblea de Rendición de Cuentas del Poder Popular, el delegado de esta circunscripción, ese que nos representa y está para resolver los problemas de la comunidad, no tuvo otra opción que responder ante sus electores, que ya no podía hacer nada por resolver el problema de los salideros de agua en las calles, pues siempre encontraba obstáculos, ya te puedes imaginar, ya perdimos las esperanzas de vivir como seres humanos”.
“Ya ha habido varios casos con enfermedades por la falta de higiene que tenemos los vecinos a causa de los salideros de aguas albañales, incluso niños que han adquirido el dengue y otras enfermedades”.
“Hace más de 2 años que tenemos esta situación, el mal olor no nos deja ni comer a gusto en nuestros hogares. Me indigna ver cómo, cuando se reportan casos de dengue en la comunidad, enseguida vienen a fumigar las casas los trabajadores de la salud que trabajan en la campaña anti vectores, pero me indigno aún más cuando quieren multarte porque encuentran una simple cubeta con agua destapada y no son capaces de darse cuenta de que a los que hay que multar son a los dirigentes del Gobierno que no han sido capaces, durante años, de resolver el problema de los salideros de agua en las calles, causa principal de las enfermedades. Cuba está bien únicamente en el noticiero”.
“Pero no es sólo el hecho de los salideros de agua en las calles lo que nos afecta, sino que cuando llueve un poco intenso, las inundaciones que se producen por un deficiente sistema de alcantarillados, son inmensas, hasta el punto de llegar a inundarse las casas con esa agua putrefacta”.
¿Qué se puede esperar de unos longevos gobernantes con más de medio siglo en el poder, controlándolo absolutamente todo y decidiéndolo todo, que no hayan sido capaces de garantizarles a sus ciudadanos vivir en condiciones higiénicas y saludables?
Por el contrario, los dictadores cubanos más bien se dedican a justificar las calamidades del pueblo y adjudicárselas a causas externas o ajenas a su gestión, incluso hasta llegar a culpar al mismo pueblo por indisciplinado y negligente.
Ojalá pudiésemos nosotros mismos, los vecinos, sacar adelante nuestros barrios sin esperar de los gobernantes, pero Cuba no está diseñada para la autonomía ni el emprendimiento sino para la dependencia. Si permite el suficiente comercio para lograr conformidad, pero no se permite el acceso a materiales, bienes ni servicios para tener iniciativas, mucho menos las que se esperan de parte de un gobernante municipal, provincial o nacional como es el caso de las alcantarillas.
Déjenme decirles señores, que no es sólo el municipio de la Lisa que tiene esta situación deprimente. Es igual si recorremos las calles de los municipios Marianao, Arroyo Naranjo, entre otros.
Pero hay que ver cómo, cuando viene algún presidente o funcionario extranjero, uno de esos que los dictadores ven la posibilidad de extraerle la sangre como vampiro, de inmediato aparecen todos los recursos y del pueblo para arreglar y embellecer las avenidas por donde estos visitantes transitarán. Esto demuestra una vez más el desprecio que sienten los gobernantes cubanos hacia su pueblo, una falta de respeto a la inteligencia y la dignidad de los cubanos.
Es por ello que no me canso ni me cansaré de dar a conocer al mundo, sobre todo a los que aún apuestan por el socialismo y por el modelo de sociedad cubano, la realidad de un pueblo que sufre, lastimosamente, en silencio.