El día de ayer, 16 de julio, a las 9:00 p. m., Yanet Padrón Naya, secretaria del Partido Libertario Cubano José Martí, fue detenida por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria cuando intentaba conectarse a Internet, en el Bulevar de La Habana.
“Unos policías se me acercan y me piden el carnet de identidad e inmediatamente me introducen en la patrulla con el argumento de haber sido detectada por las cámaras públicas y haber recibido la orden de mi detención por mantener una conducta desajustada”, me comenta Yanet vía telefónica desde la estación policial conocida como Cuba y Chacón, donde se encuentra detenida al momento de redactar la presente nota.
Enhorabuena no le quitaron el teléfono, así que mientras le dure la batería tendremos actualizaciones de ella.
En los regímenes dictatoriales, como lo es el cubano, quien intenta de alguna manera ser libre, como es el caso de la joven Yanet, es señalado con la marca indeleble de mantener una conducta desajustada, término que tiene varios sinónimos, a saber, contrarrevolucionario, mercenario, asalariados del imperio y el más despectivo de todos, gusanos.
El término “conducta desajustada” pone en evidencia algo claro. La igualdad que pregona el socialismo es a expensas que nadie pueda ser, pensar ni actuar distinto a lo establecido por el régimen. Debemos cumplir con un molde predeterminado. No somos individuos, somos degradados como personas, somos engranajes de la maquinaria estatal aniquiladora de voluntades y como tal, la conducta emancipadora se interpreta como desajustada y el régimen “ajusta” con rigor.
Pero es que esto no queda solo en una simple denominación. En estos momentos Yanet puede muy bien ser instruida y llevada a prisión, y para eso, los dictadores cubanos concibieron en el tenebroso Código Penal, verdugo implacable del pueblo cubano, la figura de Peligrosidad Predelictiva, en virtud de la cual, cualquier persona puede ser privada de su libertad sin haber cometido delito alguno, eso es, por el solo hecho de que a alguien (agente de la policía, de la seguridad del Estado, presidente del CDR, militante del partido, o cualquiera al servicio de los dictadores) pudiera imaginar de que en un futuro pudiera cometerlo.
Hoy Yanet puede ser condenada hasta a 4 años de privación de libertad por peligrosidad social. A los dictadores cubanos no les interesa un comino incluso que sobre ella recae la responsabilidad de cuidar y mantener a su hijo menor. En estos momentos la joven Yanet, de apenas 28 años, corre el riego potencial de ser enjuiciada y condenada por mantener la “conducta desajustada” de querer ser libre y no sumirse a los designios de los responsables de la infelicidad suya y de su pueblo.
En estos momentos, no puedo hacer otra cosa, que denunciar otra de las injusticias que día tras día cometen ya por más de medio siglo, impunemente, los diabólicos gobernantes cubanos y abogar a toda voz, la libertad inmediata de la Joven Yanet.
Seguiremos informando.
¡Adelante la libertad!