
Bajo la justificación de no reportar ningún contagio en el país, Kim Jong-un rechazó un nuevo cargamento de vacunas contra el COVID-19. Se trataría de casi tres millones de dosis de Sinovac, entregadas a través del mecanismo COVAX. Este pertenece a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se encarga del reparto de vacunas en todo el mundo. Anteriormente, el líder de Corea del Norte ya se había negado a recibir una donación de AstraZeneca.
Unicef, la entidad que compra y distribuye los fármacos de COVAX, notificó este miércoles la negativa de Pionyang. Además, señaló que el Ministerio de Salud Pública norcoreano afirmó que las 2,97 millones de vacunas Sinovac destinadas al país asiático, podrían enviarse a otros lugares.
Según informó la OMS al periódico The Wall Street Journal, el régimen de Kim Jong-un argumentó su decisión en base a las limitaciones del suministro global y los rebrotes en otros países. Sin embargo, hay quienes sostienen que la hermética nación podría estar cuestionando la efectividad de los fármacos y sus efectos secundarios.
En julio de este año, Corea del Norte también rechazó un cargamento de 1,9 millones de vacunas de AstraZeneca. De acuerdo con la agencia surcoreana Yonhap, esto se debería a la preocupación de los expertos ante posibles efectos adversos asociados a la producción inglesa.
Por otra parte, el medio informó que Pionyang podría estar contactando a Moscú para conseguir vacunas fabricadas en Rusia. Además de explorar la posibilidad de acceder a medicamentos alternativos. Esta información fue detallada en un informe del Instituto para la Estrategia de la Seguridad Nacional (INSS).
Las oscuras cifras de Kim Jong-un
Desde el inicio de la pandemia, Corea del Norte ha mantenido un hermetismo total en relación con las cifras de contagios y muertes por COVID-19. En diciembre de 2020, Daily NK un medio surcoreano opositor el régimen del norte, denunció que cerca de 50000 personas fallecieron por coronavirus en centros de confinamiento secretos en Pyongyang.
De acuerdo al informe, el régimen de Kim Jong-un internaba a los contagiados en estas instalaciones ante la imposibilidad de otorgarles tratamiento por la enfermedad. Por otro lado, reportes previos aseguraban que a los enfermos tampoco se les daba medicina o alimentos.
A pesar del escepticismo internacional, Corea del Norte insiste en que no ha registrado ni un solo caso de COVID-19. En su último reporte a la OMS, declaró que hasta el 19 de agosto realizó 37291 pruebas de detección del virus. Todas ellas arrojaron resultados negativos.
Por otra parte, expertos afirman que la estrategia sanitaria del impenetrable país asiático consiste en mantener estrictas cuarentenas y controles fronterizos. Además, las vacunas parecieran ser una medida secundaria. Asimismo, el uso de mascarillas ha quedado en el olvido, según lo confirma una imagen difundida por medios oficialistas norcoreanos. En ella aparece Kim Jong-un junto a un grupo de jóvenes durante un evento, ninguno de ellos utiliza tapabocas.