Inglés.— La música de Paul Corban sana. Esa es la verdad. Sus letras, que se impregnan fácilmente en tu psique, van recorriendo y acariciando de forma continua cada rincón de tus sentidos, de tu conciencia. Van quitándole el polvo a viejos recuerdos, como si conocieran el camino, como si hubiesen transitado un montón de veces por allí y supieran con exactitud dónde está ese punto al que se debe llegar para que se cree que un vínculo con esa rima, esa melodía y esa guitarra que escuchas: puedes ver a través de él y él puede ver a través de ti.
El artista criado en California tiene una cualidad única: logra transformar sus vivencias, las cicatrices del tiempo y las memorias acumuladas, en piezas musicales que parecen hechas a medida para cualquiera que las escuche. Durante su reciente paso por Buenos Aires, esa conexión especial con su audiencia quedó más que demostrada.
Entre velas y malbec: Buenos Aires como testigo
En uno de los locales más emblemáticos de Palermo, Paul Corban se presentó para una audiencia íntima, rodeado de velas titilantes y el murmullo acompasado de copas de malbec chocando entre sí. Entre la penumbra acogedora del lugar, su guitarra se convirtió en una especie de faro, guiando a cada espectador hacia paisajes emocionales que parecían diseñados en exclusiva para ellos.
Fue allí donde “Beautiful Prison”, uno de los temas de su EP homónimo de 2023, resonó con fuerza. La canción, una reflexión profundamente poética sobre la pandemia del COVID-19, sacudió al público. “Where do you run when you’ve got nowhere to hide?” – esa frase cargada de intención cortó el aire del recinto. Cada palabra, cada acorde, se sentía como una invitación a confrontar los miedos que todos hemos arrastrado durante estos años de incertidumbre.
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Hay algo hipnótico en la música de Paul Corban, algo que trasciende lo puramente melódico y logra penetrar hasta los rincones más profundos de la conciencia. Sus canciones no solo son una colección de acordes bien estructurados; son un viaje. Desde la primera nota hasta el último eco de su voz, uno no puede evitar sentirse como si estuviera viendo el mundo a través de los ojos de Corban, o quizá él mismo observándonos a través de nuestras propias grietas.
Complicidad creativa: Michelle, la fuerza detrás del artista
El viaje de Corban no es uno que emprenda solo. A su lado, en cada presentación y cada proceso creativo, está Michelle Sijmons, su esposa desde hace varias décadas. Michelle no es solo su compañera de vida, sino también una colaboradora esencial en su carrera. Productora ejecutiva y estilista con base en Nueva York, Los Ángeles, Ámsterdam y Dubái, Michelle ha sido una pieza clave en el universo artístico de Paul.
Fue ella quien convirtió su apartamento en Ámsterdam en un estudio de grabación improvisado, permitiendo que Paul tuviera un espacio propio para experimentar con sonidos y letras. En cada canción, se percibe su influencia sutil pero poderosa: desde la estética visual de los videos hasta los detalles cuidados en el vestuario de sus presentaciones en vivo.
Además de ser una figura creativa crucial, Michelle es ternura en estado puro. Sin embargo, su dulzura no le impide ser una conversadora hábil y una defensora apasionada de las ideas de Paul, quien no pierde oportunidad de recordarle al mundo que su esposa es también su mayor fanática. Juntos han formado una familia que incluye a tres hijos y un legado musical que sigue creciendo.
Nuevos horizontes: Leave the Light On
Corban está lejos de quedarse quieto. A solo semanas del lanzamiento de su próximo álbum, Leave the Light On, el artista ya está dando pistas sobre lo que podemos esperar. Este disco, que verá la luz entre diciembre y enero, promete ser una continuación de la narrativa emocional que ha definido su carrera.
El tema principal, que comparte título con el álbum, es una súplica delicada pero urgente, como si pidiera al oyente que mantenga encendida esa chispa de humanidad en un mundo que se siente cada vez más sombrío. Otros cortes como “Merry Go Round” profundizan en la renuencia de enfrentar el caos del mundo moderno, mientras que “Cloud 9” y “Rise and Shine” ofrecen momentos de optimismo melódico que equilibran la carga introspectiva del disco.
Cuando Paul habla de estas canciones, lo hace con una pasión que contagia.
Una noche para el recuerdo
El público que asistió a las presentaciones de Paul en Buenos Aires fue testigo de algo más que música. Fueron parte de un intercambio genuino entre artista y audiencia, una noche donde cada acorde parecía pulsar directamente desde el corazón de Corban hacia los suyos. Temas como “War Song”, una desgarradora pieza inspirada en la Guerra del Golfo, y “Ms. Joline”, cargada de historias personales, completaron el repertorio.
Esa noche, mientras los últimos aplausos se desvanecían y las luces del escenario se apagaban, quedó claro que la experiencia de Paul Corban no es algo que se pueda resumir con palabras. Es algo que se siente, que se vive, y que deja una marca indeleble en cada persona que se cruza en su camino.
Y cuando en unos meses escuchemos las primeras notas de Leave the Light On, será como volver a encender esa luz que Paul nos dejó durante su paso por esta esquina del mundo. Una luz que, esperamos, nunca se apague.